Naruto - Avatar de Sekhmet

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Naruto sonrió mientras esperaba en la sala a que Ami estuviera lista para su cita. Oyó sus pasos bajando las escaleras y miró hacia la escalera. Sus ojos se abrieron de par en par al mirarla. Llevaba un vestido azul claro y unas sandalias blancas de tiras. "¿Qué tal estoy?"

"Estás increíble, Ami-chan. Ese conjunto te sienta muy bien y el color resalta tus ojos".

Ami se sonrojó y le besó en la mejilla. "Eres tan dulce, Naruto-kun. Entonces, ¿a dónde?"

"Es una sorpresa, pero llegaremos justo a tiempo". Sonrió mientras la tomaba de la mano y la guiaba fuera de la casa.

Tras unos minutos de caminata, ambos se encontraron en la Montaña del Hokage con un clon de Naruto dando los últimos toques a una cena para dos.
"Ah, han llegado los invitados de honor", dijo con una leve reverencia.

Ami sonrió mientras miraba la increíble cena con el atardecer como telón de fondo. "Vaya, Naruto-kun, esto es increíble", dijo, inclinándose para besarle la mejilla.

Naruto sonrió mientras se daba la vuelta y le cogía la mano, plantándole un beso en los nudillos. "Me alegra que te guste, Ami-chan. Quería hacer algo especial para ti. Es nuestra primera cita y quería que fuera memorable".

Ami sonrió y puso su mano en la mejilla de Naruto mientras lo miraba. "Gracias, Naruto. Has hecho por mí más de lo que jamás podría haber pedido. Me diste un hogar, un sensei, una familia, fe y un sentido de propósito. Me has dado el mundo y espero que algún día pueda trabajar lo suficiente para pagarte por todo ello. Aunque estoy seguro de que nunca podré hacerlo".

Naruto sonrió y colocó su mano sobre la de ella, moviéndola hacia su pecho y estrechándola con la otra. "No tienes que pagarme nada, Ami-chan. Cuando me propuse ayudarte, lo hice porque quería. Cuando empezamos a vivir juntos, me fui enamorando poco a poco de ti. Cuando por fin me di cuenta, me di cuenta de lo mucho que había caído. Te quiero, Ami-chan, y te quiero a mi lado el resto de mi vida".

Ami sonrió, con lágrimas en los ojos mientras miraba al hombre que tenía delante. "Gracias, Naruto. Yo también te quiero y siempre estaré aquí para ti".

Naruto sonrió mientras retiraba el asiento para su primera novia oficial y vio como ella tomaba asiento con elegancia. Pasaron el resto de la velada charlando y bebiendo, y fue una gran noche.

Los dos llegaron finalmente a su casa hacia medianoche y ahora estaban sentados en el pequeño columpio del patio, mirando al cielo nocturno. "Ami-chan, tengo algo que decirte".

Ami miró a su nuevo novio, su rostro mostró preocupación al ver la forma en que miraba a lo lejos. Le preocupaba haber hecho algo malo en la cita y que él pudiera romper con ella y echarla del recinto. Quizá debería haber sido más firme. Debería haber hecho algo. Haberle provocado un poco con los pies debajo de la mesa y haberme puesto algo que enseñara un poco más de escote. Sé que ahora sólo soy una copa B, pero algo un poco más escotado estaría bien. Quizá aún esté a tiempo. Podría fingir que se me cae algo y agacharme delante de él. Debería habérmelo imaginado. Tiene a alguien tan sexy como Anko-chan colgada de él constantemente, así que debe esperar que las mujeres den el primer paso. No creo que pueda renunciar a mi virginidad todavía, pero debería ser capaz de hacer al menos lo suficiente para convencerle de que no me deje.

"Ami-chan, ¿estás bien? Pareces un poco distraída". Las palabras de Naruto rompieron su hilo de pensamiento y la hicieron cuestionar ligeramente su determinación.

"Estoy bien, Naruto-kun. ¿Qué querías preguntarme?" preguntó ella, intentando sonreír mientras colocaba sus manos en su regazo y se inclinaba hacia adelante para mostrar un poco de escote.