Dulce NO tan Dulce (borrador terminado) ✔️

15 SUSAN

Salimos de Las Vegas y llegamos al primer hotel decente fuera de la ciudad. Solo habíamos bajado una maleta, así que volvimos al hotel por ella. Después de eso me despedí de Las Vegas por un buen tiempo. No hizo falta que le preguntara quiénes eran las personas en esa habitación, si se requería su permiso para entrar a la ciudad es obvio que son los dueños de ella.

Honestamente, estoy muy conforme con lo que me tocó vivir, creo que la experiencia fue completa. Orgasmo y todo.

Solo bajo un pequeño bolso con mi pijama y objetos personales, ya que imagino que muy temprano partiremos de nuevo.

—a pesar de cómo tuvimos que salir... quiero decir que disfruté mucho la experiencia. —tomo su mano mientras subimos a la nueva suite.

—yo también Ángel. Yo también. —no necesito pregúntame si va a terminar lo que empezamos antes. Su mirada me dice todo. Ha vuelto a ser el precavido de siempre.

No lo voy a presionar, pero esta noche descubrí una parte de él que no creí que existiera. Y eso fue lo que me hizo llegar al orgasmo más alucinante de toda mi vida en cuestión de segundos.

Quisiera dormirme con la sensación de lo que pasó hace un rato entre mis piernas, pero en cuento entramos a la habitación de lujo, me permito entrar al cuarto de baño porque de verdad necesito una ducha caliente.

Me tomo mi tiempo para relajarme debajo del chorro del agua y es inevitable no recordar las manos de Aarón al rededor de mi cuerpo, la forma en que presionó su miembro increíblemente duro en mi estómago y esa fuerza con la que apretó mi trasero... me hizo jadear en ese momento y el recuerdo me hace jadear ahora. Bajo mi mano y toco cada parte que Aarón tocó, recordar como mi pecho encajaba como un guante con su mano, la fuerza con la que sostenía mi nuca cuando me besó y esa desesperación. —¡Dios!

"Wow tranquila o tendrás otro orgasmo"

Demasiado tarde...
Pellizco mi clítoris y el solo recuerdo de su boca chupándolo y su lengua follándome hasta el olvido me hacen temblar y caer por el precipicio del placer.

Enarco mi espalda y tengo que llegar a la pared para no caer de rodillas.
Es un orgasmo casi tan fuerte como el que me dio en esa habitación del casino.

"Por lo menos te hubieras tapado la boca"

Ups. No suelo ser silenciosa. Si Aarón está del otro lado de la puerta, estoy segura de que me escucho correrme.

Sacudo la cabeza y termino con mi rutina de baño, ahora si estoy más que lista para ir a dormir.

Cuando salgo vestida con mi pijama más cómoda, Aarón está justo donde lo imaginaba, en la cama, con la espalda recargada en la cabecera y con su celular en la mano. Puede fingir estar ocupado, pero sé que me escuchó, de otro modo no tendría una erección debajo de su pantalón de pijama.

"Es eso o... Tal vez está hablando con otra chica, después de todo nunca han hablado de lo rara que es su relación"

Me detengo en seco ante ese pensamiento.
Y las palabras salen de mi boca antes de que pueda detenerlas.

—¿hay alguien más? —es casi un reclamo.

—¿perdona? —levanta la vista de su móvil y enarca una ceja.

—¿es por eso que no me has pedido salir contigo? ¿Porque aunque dices sentir algo por mí, hay alguien más en tu vida esperándote a que te desocupes de mí? —no sé de dónde sale la idea, pero una vez fuera no la puedo detener.

—¿de dónde sacaste esa estupidez? —Aarón sale de la cama y de tres largos pasos se detiene delante de mí. Solo puedo estirar el cuello para ver lo intenso que son sus ojos en este momento.  —porque podría preguntarte la misma mierda... dime ángel —enreda su puño en el cabello de mi nuca y me obliga a no desviar la vista de hermoso rostro enojado. —¿en quién pensaste cuando te corriste en la regadera de ese baño?