hard sex

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Abrió la puerta y se quedó de pie durante un momento, admirando la vista rió mientras caminaba hacia ti.

—Ven aquí princesa— murmuró.

Te acercaste a él y mordiste tu labio inferior mientras esperabas que dijese o hiciese algo. Llevó su mano a mandíbula, sujetando tu rostro. Se acercó a ti y rozó sus labios con los tuyos, lloriqueaste porque querías que acabara con tus ganas.

—¿Vas a provocarme celos de nuevo?— murmuró bajando tu falda junto con tus bragas y sacudiste la cabeza mientras su mano se dirigía a golpear tu nalga derecha, gemiste ante la sensación. —Habla—

—No lo volveré a hacer— dijiste. Mordiste tu labio inferior cuando sentiste como acariciaba tu piel y sus dedos rozaban tu intimidad haciéndote gemir. —Por favor, fóllame con tus dedos, los necesito tanto—

Escupió en sus dedos y sentiste como los introdujo rápidamente sacándote un gemido ahogado. Estabas tan mojada que entraban con facilidad, lloriqueaste al sentir como volvía a golpear tu culo. Te guio hacia la cama quedando acostada en ella.

—Dime ¿qué quieres que haga contigo?— preguntó arrodillándose en la cama sobre ti, acariciando tu piel lentamente.

 —Quiero que me comas y me hagas tuya— susurraste. Joe llevó sus labios a tu cuello creando marcas en tu piel para que siempre recordaras que le pertenecías.

Sentiste como su mano se dirigía hacia tu sexo, empapando sus dedos de tu humedad para después dirigirlos a tu boca. Abriste tus labios y envolviste sus dedos en tu boca, chupándolos con fuerza.

—Buena chica— susurró. Su pulgar se movió hacia tu centro, masajeando tus pliegues y frotando tu clítoris en círculos.

—Más por favor Joe— lloriqueaste y él río al ver lo necesitada que estabas. Movió sus dedos hacia tu centro e introdujo 2 dedos de golpe sacándote un gemido, comenzó a moverlos rápidamente mientras con su otra mano presionaba tu cuello.

Te sentías al límite, tus ojos comenzaban a nublarse por todas las sensaciones que sentías.

—No pares Joe— gemiste sintiendo como tu orgasmo se acercaba pero se alejó abruptamente y te quejaste al perder el contacto.

—Esto te pasa por hacerme enojar, ¿cómo te atreves a coquetear con un amigo enfrente de mí?— dijo, provocándote aún más. —Ahora te toca chupármela—

Lamiste tus labios al notar su erección en los pants grises que traía puestos, mientras tu mano se dirigía a su entrepierna y te deshacías de la ropa puesta. Envolviste tu mano alrededor de su largo y grueso miembro, abriste tu boca y lo introdujiste completo hasta sentirlo en el fondo de tu garganta. Gimió ante ello, sus caderas se movieron haciendo que tu nariz tocara su abdomen mientras que con su mano derecha sujetaba tu cabello.

—Joder— bufó echando su cabeza hacia atrás disfrutando el momento. Su cuello se tensó mientras te embestía. Lo mantuviste lo máximo que pudiste y tragaste a su alrededor, evitando con todas tus fuerzas las arcadas.

Chupaste su polla agilmente hasta que salió de ti y sentiste como te giraba para quedar en cuatro. Gemiste al escuchar como escupía y lo sentiste caer en tu culo mientras llevaba dos de sus dedos hacia tu entrada y los introducía nuevamente.

—Joe sólo hazme tuya— rogaste. Sentiste como ponía su miembro en tu entrada y gemiste fuerte ante la sensación, sus dedos hundiéndose en tus caderas mientras se introducía completamente en ti.

Estaba yendo demasiado profundo y duro que comenzaba a hacerte sollozar.

—Joder Joe— gritaste aferrándote a las sábanas.

—Tú te lo buscaste amor— gruñó golpeando tu culo repetidas veces. —¿Quieres que siga?— preguntó bajando ls velocidad de sus embestidas.

—Sí, no pares Joe— dijiste y gemiste cuando sentiste sus manos separar tus nalgas y su saliva volver a caer.

Presionó su pulgar contra tu agujero, te sentías sobre extasiada al sentirte llena de ambos agujeros.

—¿Puedo introducir dos dedos?— preguntó aún sabiendo la respuesta. Solo asentiste mientras enterrabas tu rostro entre las sábanas, lloriqueando ante la sobreestimulación.

Te tensaste a su alrededor corriendote sobre él y gemiste de nuevo sintiendo como te follaba ambos sitios.

—Estás tan apretada, me encantas— siguió penetrandote tan profundo hasta que sentiste como gemía y disminuía la velocidad indicándote que se había venido.

—Te amo— dijo dándote un beso en la frente.

one shots ¦ Joe Burrow +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora