one shots ¦ Joe Burrow +18

locker room pt2

Continuación del capítulo anterior

Joe me cargó y me llevó a las duchas, era una locura estar con Joe y saber que en el mismo recinto se encontraba mi novio Andrei esperando por mí.

Amo a Andrei pero mi aventura con Joe fue imposible de evitar, las cosas solo sucedieron entre nosotros y no podía perder la oportunidad.

—Que sea rápido, Andrei me está esperando— le dije a Joe.

—¿Qué pasaría si se enterara?— elevó una ceja.

—Será peor para ti tener un enemigo y verlo a diario— comencé a besarlo para hacerlo callar.

Joe comenzó a desvestirme cuando escuchamos como entraban los jugadores a los vestidores. Rápidamente nos encerramos en un cubículo y abrió la regadera empapándonos, lo cual lo hacía ver más ardiente. Sentía mi corazón acelerado ante la adrenalina de lo que estábamos por hacer. Joe me tomó bruscamente del cuello y comenzó a profundizar el beso, su lengua indagando mi boca. Envuelvo mis manos alrededor de su cuello y él me toma de la cintura y me presiona contra su entrepierna, suelto un jadeo al sentirlo duro.

—Shhh tendremos que ser silenciosos— susurró cerca de mi oído.

Cierro los ojos al sentir como toma mis pechos entre sus manos y se lleva uno a la boca, mis pezones se endurecen de inmediato al sentir el contacto de su lengua y como los mordisquea.

—Joe...— protesto, pero no hago nada para evitarlo porque ya estoy mojada y deseo sentirlo de nuevo.

Joe se arrodilla frente a mí y antes de que pueda decir algo, su lengua hace magia sobre mi intimidad y ahogo mis gemidos cubriendo mi boca. Joe lame y chupa mi clítoris mientras que sus dedos salen y entran en mí. Me tiemblan las piernas y me sujeto de su espalda para no perder el equilibrio. Estoy tan cerca, cuando Joe se levanta bruscamente y me pone de cara contra la pared.

—Tendrás que venirte la próxima vez— susurra maliciosamente.

Suelto un jadeo al sentirlo entrar en mí, Joe comienza a penetrarme duramente y me aferro de la pared como puedo. Siento como me clava los dedos en las caderas y cierro los ojos disfrutando el placer que se instala en mi intimidad.

—Dime que eres mía Ari, solo mía— me toma del cabello y lo jala suavemente.

—Soy toda tuya Joe— Joe acelera sus movimientos que se tornan torpes y poco coordinados.

—Me tienes vuelto loco— lo escucho gemir y da sus últimas estocadas alcanzando el orgasmo.

Siento mis piernas temblar y no estoy consciente del escenario en el que estamos hasta que escucho como el bullicio se acerca. Me percato de que los demás jugadores han entrado a las duchas.

—Espera un poco, debo ver que no haya nadie para que puedas salir— me responde.

Al poco tiempo regresa con una toalla y me la da para que comience a secarme y vestirme.

—Te veo mañana— me guiña el ojo.

—Cenaré con la familia de Andrei— respondo mientras comienzo a vestirme y salgo deprisa de los vestidores para evitar encontrarme con alguien.