Shian
Moscú. 21de diciembre
Como odio este frío insoportable de Rusia, creo que hasta ellos mismos tampoco lo soportan y por eso la calefacción se distribuye por toda la ciudad mediante las calderas de vapor.
La misión Matriuska ya está puesta en marcha y yo como coronel del departamento de A.I.S (Agentes Infiltrados Secretos) del FBI estoy al frente del operativo en el bar " Dayana" uno de los tantos lugares de fachada para la bratva. Mis fuentes me informaron que hoy es la reunión del Underboss con la Yakuza. Y ésta oportunidad de poder capturar peces gordos no la puedo dejar pasar.
El barman me sirve otro trago de vodka bien fío y lo dejo que se caliente un poco porque me gusta sentir el calor del líquido cuando quema la garganta junto con el gusto amaderado del roble.
En la entrada se aprecia un movimiento algo raro que capta la atención de mis ojos. Es una mujer de pelo blanco, de alta estatura, sus curvas son tan prominentes que resalta bajo el vestido de piel blanca. No es que no sepa quién es, sino que las fotos no le hacen justicia. Cinco hombres la escoltan y eso encienden mis alarmas.
Por el micrófono de mi oreja izquierda siento al capitán Línkon cuando me habla:
- Objetivo 1 puesto en marcha Coronel.
La mujer repasa el lugar con la mirada y trato de seguir como si nada cuando el gerente del local "asumo yo" sale a recibirla. Ella se voltea para hablar con el gerente y yo me quedo prendado de su belleza, porque ni las princesas Disney se comparan con ella.
El hombre se pasa de cariñoso tomándole las manos y sonriendo, no sé porqué razón corto la vista echándome medio vaso de vodka que me llega hasta el alma mientras le pido otro al barman. No me explico porqué sentí como si me clavarán una espina en la costilla el simple echo de ver qué otro captó su atención.
"Control" me repito una y mil veces. Sé que estoy ansioso por lo que se pueda desatar en cuestión de minutos.
Queriendo concentrarme en la misión poso mi vista en el nuevo líquido que va llenando mi vaso, pero la suerte no está de mi lado cuando percibo un olor a jazmín con lírios morados. De esos olores dulces, refrescantes pero a la véz que te exitan y atrapan en el tiempo oliendo a "Olimpo".
Si, a eso huele. A pura diosa y mis ojos se alzan del vaso a la cara de ella. Un pelo blanco, cejas negras arqueadas y tupidas, ojos azules, labios gruesos, toda una belleza exorbitante.
Se para a mi lado mirando me fijamente y yo a ella también. Por el micrófono siento a la teniente Laila Parker que habla:
- Tranquilo Coronel todavía falta el líder de la Yakuza para poder completar la pesca._ Me recuerda"Joder" Como si yo no supiera eso. Pero esto que estoy sintiendo es algo con lo que no contaba.
Esa mujer descoloca a cualquier hombre y pone a dudar cualquier mujer. Desprende un aura de sensualidad cuando te clava esos ojos azules tan claros en su retina y oscuros en los bordes. Y ya siento que me voy perdiendo en esa boca de labios gruesos...
- ¿Qué te trae por estos lados forastero?_ Habla en ruso
Joder... El operativo no va a dar resultado algo en mis venas me crepita como tantas veces me anuncia peligro.
- ¿ Quién dice que soy un forastero? _ le hablo en su idioma natal y ella sonríe.
Estoy echizado y mi polla es la única que tiene sangre en su cabeza cuando la siento engrosar. La voz de esa mujer es tan sensual y profunda que no concuerda con ese rostro de ángel. Hasta eso es imponente.
- Tu forma de tomar el vodka te delata. ¿Sábes? Nosotros no bebemos alcohol como si fuéramos mexicanos en taverna.
"Maldición es verdad". La mayoría de los rusos ni toman bebidas alcohólicas.
_ ¿Quién dice que yo no sea la excepción?
Se apoya con una mano en la barra y se acerca a mi boca provocando una atracción sexual que me llama y aturde, al reclinar la mirada como una pantera al acecho, desafiando.
- ¡No creo!. Y no quieras subestimar mi inteligencia.
Trago seco. Veo como llama a dos de sus escoltas con la mano libre y llegan en un dos por tres.
- ¡Vigílenlo!. No hay perdón para los errores. _ Les lanza una mirada desafiante a sus mastrodontes y ellos solo asienten tomándome de los hombros y llevándome a unos de los sofá que están serca de la pequeña tarima.
Sé que puedo salir de esta encerrona pero esta no es la idea.Ella entra en una puerta lateral que parece ser el camerino. ¿ Y si la reunión es ahí? Me revuelto en el asiento esperando que el operativo no me falle y podamos reunir pruebas. Esto se está saliendo de mis manos y para colmo no puedo matar a nadie asta que no aparezca Sakuro Chan.
Luego de unos cinco minutos las luces del pequeño escenario se apagan y veo un leve movimiento en la tarima. El micrófono en mi oreja crepita y empieza a emitir un sonido de interrupción muy molesto que tengo que aguantar si no quiero llamar la atención de los escoltas a mi costado.
-Ca... Tan... Al.. Es.. tro.. PP...
No capto quien me habla a través de la linea pero es obvio que algo está interrumpiendo la señal. Eso es un contratiempo con el que no contabamos.La banda de músicos salen, se acomodan y al encenderse las luces. La mujer que unos minutos antes estaba vestida de blanco, ahora trae un vestido rojo ceñido a sus curvas de guitarra que combina con prendas doradas de rubíes y labios rojos. Resaltando aún más su exótica belleza.
Comienza a sonar la melodía y todo está en silencio. El lugar está lleno de hombres de trajes negro en su mayoría.
Pero cuando la voz de ella sale parece que llena todo el lugar. Un coro de tres mujeres en las que no había reparado acompañan su voz. A medida que la canción avanzar al coro su voz se agranda y parece que los angeles y los demonios están cantando a la véz. Mi piel se eriza con la voz aireada que sale cuando llega a la mixvoice y ahora distingo que es la música de Elvis Presley. Pero verción ópera o algo así podría decir. Me fascina lo sensualidad que se ve ahí arriba y me renuevo en el asiento ganando me una mirada acesina de uno de los guarda espaldas.Cuando acaba de cantar las luces se apagan, ella sale y otro chica de pelo negro ocupa el escenario animando el ambiente. Para esas alturas mi atención está puesta en esa mujer que sube los peldaños y hace una pequeña señal a los guaruras para que me suban.
Estos últimos no se habían movido de mi lado y volviendo a agarrarme de los brazos me suben por las escaleras.Me llevan hasta un cuarto insonorizado de paredes de concreto sin pintar y un escritorio con dos sillas a cada lado. Dónde ella se ocupa de registrarme mientras sus hombres me inmovilizan. Encontrado mi arma y el micrófono casi invisible de mi oreja izquierda. Sonríe sabiendo que no se equivocaba cuando me vió. Y también retira mi reloj:
- Por si a caso._ Dice de forma divertida aunque sé que todo en ella emana peligro.
Llevo semanas e incluso años de mi carrea preparándome para casos así pero sé que nada se compara a lo que me pueda pasar de aquí en adelante.Ella saca de su collar una pequeña jolla pincha mi cuello y lo último que veo es como soy conducido por una especie de túnel.
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El deber de una Vólkova
General FictionLa vida de Aleksandra Vólkova núnca fue un cuento de hadas pero la intromisión de Shian Wonka un coronel del FBI lo empeora aún más. Acción, drama, romance, erotismo y engaños. Todos parecen interponerse entre el amor que surge entre ellos. Incluso...