Little cowboy fetish.

649 59 32
                                    


Advertencia: Contenido explícito.

...

El gran premio de Austin es icónico de una manera diferente para cada piloto, sin embargo, todos comparten maravillosos momentos en él y bueno, aman la adrenalina que llena sus cuerpos mientras se deslizan por las dificultosas curvas.

Para Max, este circuito es definitivamente uno de sus favoritos para conducir, y disfrutarlo los últimos dos años con su novio ha sido una experiencia memorable. 

Este año no ha sido lo mejor ni para él ni para su equipo, el auto es un desastre y eso le frustra a más no poder pero se ha prometido disfrutar este fin de semana tanto como los anteriores. Así que sus ánimos están por los cielos al ser campeón de la carrera sprint y terminar segundo en la clasificación de la carrera, aunque haya podido hacer la pole de no ser por ciertos incidentes.

Su sonrisa se ensancha tan pronto cruza la puerta trasera del garaje de Ferrari, no es muy bien recibido allí, es por ello que Carlos le apura para que entre y le guía a la habitación designada a su novio mientras reniega por tener que servir de mensajero para los noviecitos, sin embargo, ha sido así por ya dos años.

Max cierra cuidadosamente la puerta tras él sin olvidarse de agradecer al español, solo para encontrarse con unos hermosos ojos verdes que logran llenar su pecho de calidez inmediata. Charles le esperaba recostado en una de las paredes, su postura y la apariencia de sus desafortunadas uñas, le indican que estaba ansioso de verlo, la forma en que de inmediato salta a sus brazos puede ser también un buen indicio.

"¿Tanto me extrañaste, schatje?" Se burla aunque su corazón se derrite mientras los brazos de su amado le rodean, por instinto sus palmas caen sobre la espalda baja ajena.

"Pasamos tres semanas pegados y luego nos fuerzan a estar separados por días, no es justo." Charles se esconde en la curvatura del cuello de Max, sin embargo, su novio sabe que hay un lastimoso puchero decorando sus labios tan solo por el tono de su voz.

El neerlandés sonríe dulcemente y se separa un poco para ver el rostro que tanto le causa mariposas, "Lo es, pero estoy aquí ahora. Hiciste un trabajo increíble en la clasificación, schat, necesitaba decírtelo en persona."

Charles ríe, tan bonito como siempre, con  sus ojos casi cerrados que se arrugan a los lados y enamoran un poco más al mayor cada vez. Las manos de Charles rodean el cuello de su pareja, muerde su labio inferior para evitar seguir riendo y sus mejillas se tintan rosas lo que provoca en Max deseos de besarlas una y otra vez sin parar.

"Lo dice el ganador de la sprint y segundo lugar en la clasificación, siempre tan modesto, mon cœur." Charles menciona, la distancia entre ambos rostros cada vez más inexistente, inconscientemente se embriaga en esos profundos ojos azules, que nunca dejan de hipnotizarle.

"Hey, no por eso tu esfuerzo tiene menos valor, ambos sabemos que esa porquería de Ferrari no estaría ni en el top 10 de no ser por sus pilotos." 

Charles sonríe y asiente, ganándose así, una sonrisa tonta de Max, de esas tan adorables que podría observar por horas. 

El monegasco no dice una palabra cuando Max da un paso más cerca, mucho menos le presta atención a las manos ajenas que cada vez se deslizan más abajo por sus caderas, no hasta que se encuentra a sí mismo apartado del suelo, sus piernas rodeando la cintura de su novio, su espalda golpeando la inestable y delgada pared y sus labios demasiado ocupados en una lucha de dominancia sobre un beso bastante necesitado que llevan a cabo en cuestión de segundos.

Charles se separa primero, desorientado y sonriendo como un idiota al igual que su pareja. "Max...Nos van a escuchar."

El mayor ríe suavemente mientras recupera su aliento, "Solo debes guardar silencio, bonito." Max no sabe el efecto que tiene en el cuerpo de Charles pero debe suponerlo por la forma en la que el monegasco se lanza a besarle de nuevo con más deseo que antes.

A little cowboy fetish - LestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora