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Ellos saben que no van a ninguna parte.

Su relación, si es que así podía llamarse, era algo que no debería haber existido pero por alguna razón ambos querían que siguiera.

¿Siguiera el qué? ¿Sus noches entretenidas en las que luego hacen como si no hubieran ocurrido? ¿Sus peleas entre misiones que acababan desquiciando a Hirotsu que no era capaz de entender cómo podían pelearse por tanto rato cuando Gin ni hablaba?

No sabían porqué algo que pretendían que no existía al mismo tiempo se le aferraban tanto.

Ambos eran distintos, y eso se reflejaba en cómo decidían actuar frente su situación.

Tachihara tenía claros sus sentimientos, Gin se negaba a admitirlos.

Tachihara no tenía problemas en mandarle pullas que sólo ellos entenderían para molestarla, pero eso no se comparaba a Gin, que nunca parecía mencionar o si quiera mostrar un poco de sentimiento a parte del necesario entre dos personas que trabajan en el mismo equipo.

Ambos eran unos mentirosos.

Gin se escondía con una máscara, una máscara que impedía ver la mitad de su cara, sus expresiones, y que era la base de su confianza en el trabajo. No mostrar su cara completa, contando con ocultar su género y voz, hacía que fuera una persona totalmente distinta a la persona que era sin ella. Con una simple pieza de tela pasaba de ser un chico malhumorado, o incluso sin emociones, que podría matar a 10 hombres 3 veces más grande que él en un suspiro, un suspiro siendo lo máximo que oirías de él, a una chica con una clara ansiedad social, bella como ella sola, con su rostro palpando sus emociones y una voz delicada.

Eran dos personalidades opuestas en el mismo cuerpo.

Y aún así ambas personas le tenían miedo a los sentimientos, a querer a alguien, porque la vida la había enseñado que de ello siempre se sale herido.

Tachihara era distinto.

Tachihara no contaba con una mascarilla de tela, pero sí con una mascarilla de metáfora y una tirita mal puesta plantada en su nariz. Con ellas, un miembro de la Port Mafia, sin habilidad alguna, pudiendo ser hasta arrogante y orgulloso, un fiel miembro de Black Lizard, sin ella, un chico más tímido, el quinto miembro de los Perros de Caza, una habilidad que le permitía manipular el metal, y una persona dolida. Dolida por haber perdido a su hermano, dolida por no haber sido querido por su familia, y dolida por tener que traicionar a los que habían tomado ese mismo rol.

Tachihara era dos personas que se odiaban mutuamente en un misma cuerpo.

Una persona insegura y una persona dolida, ellos mismos sabían que no iban a ningún sitio.

Y aún así creyeron que meterse ambos bajo las mismas sábanas era buena idea.

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