Narra StanfordHabían pasado horas y horas de viaje en ese autobús desde Nueva Jersey hasta este pueblo extraño. Me dolían los pies, y tenia dolor de cabeza de tanto escuchar parlotear a Stan.
- ¡LLEGAMOOSSS!! - gritó mi gemelo.
- ¡Deja de gritar Stan! Estuviste así todo el viaje.
- ¡Ya mariquita! pero llegamos, ¡al fin puedo mover mis piernas! ¡Y veremos a la tía! Que por cierto... ¿Dónde está?
Apenas termino de hablar, salió una vieja loca de la cabaña gritando "¡¡¡TURISTAS!!!" hasta que se percató de nuestras dos figuras, momento en el cual su expresión ambiciosa cambió por una de ternura. Corrió hacia nosotros como flash, ¿Cómo alguien tan grande podía hacer eso?
- ¡MIS NIÑOS! - nos abrazo tan fuerte como pudo y nos dio muchos besos en el cachete, a Stan no le molestó, pero yo no estoy acostumbrado.
- ¡Tía! Qué bueno verte... no es necesario tanto cariñ-
- ¡SI ES NECESARIO! - me interrumpió Stan - ¡Tía! ¡Te extrañé!
- Yo también los extrañé pequeños, vamos, entren. - nos señaló la cabaña, a lo que le hicimos caso y fuimos; estaba decorada con cosas muy llamativas y coloridas.
La tía Mabel era algo rara, pero agradable, nos cocinó rápidamente unos panqueques con formas extrañas, pareciera que nos leyó la mente ya que estábamos muertos de hambre.
- Tía, ¡wsto es genuaaal! - hablaba mi hermano con la boca llena.
- Stan, no se te entiende nad-
- ¡Wo sé! Mos pankueque son lo MEJOR! - me interrumpió la tía, quien tenía la boca más llena que Stan, se ve que estos dos se iban a llevar muy bien.
Yo simplemente me reí y seguí comiendo, charlamos mucho, le contamos a la tía sobre Nueva Jersey y ella sobre aquí, no salía de este pueblo hace AÑOS, me da curiosidad saber por qué pero no se lo pregunté porque tal vez no era importante.
Cuando terminamos de comer, la tía nos dirigió a lo que vendría ser la "tienda de misterios", un lugar bastante interesante con muchas atracciones y cosas para llevarse.
- Bueno niños, este es mi trabajo; ya que ustedes son lo más lindo, ¡pueden escoger cualquiera de estas cosas y quedársela!
- Oh tía, no es necesario - intente ser modesto, pero mi gemelo no colaboró; apareció de repente con un tipo de ¿gancho que se podía disparar? No lo sé... pero me dio miedo.
- ¡PUM! ¡CUCHAU! - jugaba solo con el gancho, lo peor es que había personas comprando y empleados, si lastimaba a alguien yo no me haría cargo.
Mi tía se reía por la situación, hasta que, como dije, casi lastima a alguien, entonces le pidió que por favor vaya a guardarla, Stan se encapricho pero le hizo caso.- Que niño... - dijo para luego mirarme preocupada - ¿Y tú, algodón de azúcar? ¿Qué te quieres llevar?
- No es necesario tía, muchas gracias igua- vi un peluche de un triángulo, ¡ERA GENIAL! - cambio de opinión, me llevaré este - dije con una sonrisa avergonzada.
- Ya sabía que algo te gustaría, bueno pequeño, ve a guardarlo con tu hermano.
Le hice caso y fui tras Stan, quien quería seguir jugando con esa cosa en el cuarto.
- Stan, deja de jugar y acomodemos nuestras cosas hermano - dije golpeándole el brazo
- ¡Aguafiestas! - respondió mientras me sacaba la lengua y hacía ruidos de pedos.
- Vamos, ¡hay que convivir con más orden si vamos a estar con la tía! Luego de esto, podemos salir a recorrer el bosque, ¿quieres? - ante esa propuesta su cara se iluminó, ambos teníamos en común esa curiosidad y ganas de explorar cualquier lugar al que vayamos.
Ordenamos un poco nuestras cosas lo mas rápido posible y corrimos hasta la puerta gritando - ¡Tiaaaa! ¡Nos vamooss!
- ¿Eh? ¡Niños! ¿A donde van?
- ¡A recorrer! ¡Volveremos en un ratooo!
- Pero, ¡Chicos! ¡ESPEREN! - grito con un tono que no era el usual en ella, que miedo...
Ambos quedamos helados y no queríamos mirarla a los ojos.
- Oh, lo siento, ¡No se asusten! - comenzó a reírse avergonzada - pero escúchenme, dos cosas.
Necesito que cuelguen estos carteles por mi, ¿bueno? ¡necesito publicidad! ya que van a ir pueden ayudar a su vieja tía eh - ambos asentimos y ella nos dio unos carteles que tenia ya preparados junto a martillos y clavos - y también por favor, cuídense, la gente suele perderse en este bosque.
- ¡No te preocupes tía! ¡Con mi fuerza y la inteligencia de Ford no nos puede pasar nada! - dijo mi hermano demasiado confiado, pero obviamente le di la razón para que mi tía se relaje.
- Bien, vayan, pero si en una hora o dos no vuelven yo misma los iré a buscar, ¡¿Escucharon?! - volvió a cambiar su tono - bueno mis corazones de melón, diviértanse un rato. - nos dio un beso en la mejilla y ¡Al fin! nos dejo ir.
Dejamos la cabaña y nos dirigimos directo al bosque, donde iban apareciendo muchos carteles, pero estos no eran de promoción o algo así como los que íbamos colocando nosotros... estos marcaban peligro. También habían muchos sonidos, que parecían ruidos de animales, pero también voces. Mientras mas nos adentrábamos, mas escalofríos nos agarraban, todo te hacia sentir una sensación poco confortante, como si nos vigilaran.
- Este lugar es raro, ¿verdad? - hable.
- Me da escalofríos, que bueno que ambos estemos aquí, si tuviera que venir solo... ¡seria un alivio! ¡no tendría que soportarte! - bromeo
- Bueno, entonces me iré para el otro laaado, ¡adios! - me aleje de él rápido, si vamos a joder lo haremos bien.
- ¡OYE! ¡VEN AQUI TONTO! - gritaba mientras me iba, pero no me siguió para no dañar su orgullo y quedar como "chico fuerte".
Yo seguí caminando, esta vez solo, cosa que me causaba escalofríos pero, también estaba mas tranquilo.
Seguí colocando los carteles hasta que, en un momento, golpee uno de los arboles con el martillo... y se escucho un ruido como de ¿metal? - ¿Qué rayos...? - observe bien y era como una pequeña puerta de metal en el árbol, la cual pude abrir fácilmente gracias al martillo.
Lo que encontré, ¡me fascino!
Un extraño diario con un dibujo de un pino con un 3 en el medio, no se de que se trataba, pero cautivo mi atención al instante, entonces lo agarre y comencé a llamar a Stan, quien no respondía; bueno, ¿Qué mas da? ignore que mi hermano no aparecía y solo abrí el libro para comenzar a leer.
Me sorprendió demasiado, todo lo que estaba escrito... los dibujos... ¡todo parecía irreal! ¡anomalías! yo siempre creí en todo esto, y ahora encontrándome con este tipo de diario... ¿Sera que siempre fue real?
Continuará
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¡Gracias por leer!
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RELATIVITY FALLS : otro universo
FanficLos pequeños gemelos Pines ahora son Stanford y Stanley, quienes fueron a vacacionar con su tía abuela Mabel en un misterioso pueblo del condado de Oregón "Relativity Falls". Un lugar muy extraño, donde surgieron nuevas y misteriosas aventuras. • La...