capítulo 10: Puzzle

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Aquella noche Ash no pudo obedecer a su corazón, decidió guiarse por lo que su cerebro ordenaba en aquel instante, la atmósfera era perfecta para ambos jóvenes, sin embargo el azabache decidió dejar eso de lado, centrándose más en lo negativo que en lo positivo. Realmente algo extraño dentro de los clásicos comportamientos de Ketchum, la gente acostumbra a ver al chico feliz, en jubilo todos los días, verlo triste o decaído es algo que extraña vez se ve por no decir casi nunca, sería más fácil encontrarte con un Pokémon shiny, sin embargo, esos rasgos de su personalidad llevan a pensar que no importa que suceda siempre seguirá siendo ese chico alegre, lo que lleva al resultado siguiente, la gente se olvida de que Ash también es humano, que el también tiene un límite, que su cerebro a veces colapsa, que el mismo necesito un descanso después de tantos asaltos con la vida y su sueño, que él no es un robot, es alguien que se frusta, que se enfada y que siente, aunque tampoco es que se le haya pasado por la cabeza rendirse o abandonar su sueño, Ash no es esa clase de personas que cuando esta todo mal solo decide tirar la toalla y proseguir su vida como si nada, simplemente necesita un tiempo, un mero descanso, los mejores guerreros a veces pasan por esas situaciones, descansar no es rendirse, es recuperar fuerzas para ser mejor que tu version anterior.

Esa noche Dawn se quedó dormida en el pasillo esperando a que el chico abriera la puerta, algo que nunca sucedio, ella mejor que nadie podía llegar a entender a su compañero pero jamás pensó ver a su enamorado de unos ánimos tan malos,  sostenía que había logrado grandes resultados en su recorrido como entrenador, había mejorado con cada viaje que había echo, consiguiendo mejores puestos en liga y sumando a su palmarés trofeos como la liga Naranja además de su titulo frente a los ases del frente, ella sabía que ser campeón es tocar la máxima gloria como entrenador, llegar al maximo nivel, firmemente creia que él seria campeón de Sinnoh, quitandoca Paul no habia nadie que se acercara al nivel de Ash, pero llegó Tobias con 6 legendarios, algo incontrolable, quizás parte del destino de Ash, a pesar de todo, la joven era algo superticiosa y creía que todo pasaba por algo, quizás esto solo sea la ante sala para un futuro brillante de Ash, en su cabeza no cabia la posibilidad de un futuro en el que Ash no llegue a la cima del mundo Pokémon.

La noche se hizo algo larga para ambos, sueños interrumpidos y pequeños desvelos, sin duda alguna era como si Darkrai estuviera al lado de ambos, ¿Irónico no crees?, Sin embargo aquella noche no era tranquila para nadie, ni siquiera para los Pokemon. Pikachu despertó de los cuidados intensivos, por su mente se repetía el momento exacto donde su vista ya era tan nublosa y su mente tan débil que no podía continuar, su cuerpo aún sentía como cayó al suelo, como la tierra húmeda empapaba una nueva derrota y como la lluvia hundía cada vez más los sueños de ambos, la mirada de Pikachu que se encontraba en el vacío regresó por un instante para ver a varios de sus compañeros en la misma habitación que él, unas lágrimas empezaron a bajar por su rostro, nuevamente había fallado en un momento importante.

Vaya ¿ya despertaste Pikachu?, eres muy fuerte — Menciono entre risas la enfermera Joy mientras revisaba al resto de Pokemon suministrando los medicamentos pertinentes a cada uno de ellos.

Esas Palabras, "Eres muy fuerte" calaron hasta lo más hondo de él, ¿Realmente era  fuerte? si la respuesta era no, entonces solo estaba siendo un lastre para el equipo y si la respuesta era si entonces no valía con ser fuerte, debía ser el más fuerte.

Enseguida regresó, voy a avisar a Chansey para hacer el cambio de habitación, ya no necesitas estar en cuidados intensivos, eso es un alivio ¿No crees? — La enfermera dejo la habitación, ella se percató de las lágrimas del roedor, ofreció su mayor gentileza por eso, estas últimas etapas de la liga eran duras, llegaban Pokémon tristes y frustrados a docenas completas.

El eléctrico perdió las ganas de quedarse acostado esperando mejorar, quería volver a entrenar, su meta se había marcado con gran claridad, derrotar a Raikou, lo lograría sin importar lo que sucediese, en la batalla contra Tobías todos superaron sus límites, menos él o al menos a su manera de ver las cosas. No se demoró en quitarse los diversos instrumentos que le habían puesto en el centro Pokémon ya sea para inyectar los medicamentos o medir sus pulsaciones, salió de la habitación y posteriormente del recinto para dirigirse al campo de batalla que pertenece al local para comenzar su entrenamiento intensivo.

Piplup quien andaba buscando a su entrenadora luego de que lo dejara a cargo del líder de gimnasio para irse a buscar a Ash, llegaría a las afueras del lugar donde sus pequeños ojos se iluminaron por un rayo que se levantaba a pocos metros de allí, el pingüino era algo curioso además de sospechar de quién podría ser aunque eso debia ser algo imposible puesto que su mejor amigo estaba en el UCI. Sus pequeños pasitos lo llevaron hasta la zona trasera del exterior del Centro Pokémon y para su sorpresa su intuición tenía razón se trataba de su compañero, se veía algo exhausto ademas de notarse como le costaba usar sus movimientos debido a la falta de recuperación. Su plan era acercarse y hablar con él pero en la cara del roedor no había muchas ganas de hablar, la valentía no era una de las virtudes del Pokémon Agua así que su pequeña mente trató de pensar en quien podría acercarse a él sin el temor a que le dé una descarga del calibre de un Zapdos. Aunque el plan que se le ocurrió era darle un golpe bajo a su amigo era lo mejor que se le había ocurrido.

Piplup partió hasta dentro del local para dirigirse al mostrador donde Dawn había dejado sus Pokeballs para que descansarán con la enfermera y hacerle un chequeo rutinario, sorpresivamente la responsable del local todavía había dejado aquellas esferas en el mostrador, el pingüino mientras abría la pokeball de Buneary dentro de su mente le pedía perdón a Pikachu. Piplup rápidamente guío a la coneja hasta el roedor eléctrico, la cual se quedó estática casi con la baba fuera de su boca observando a su enamorado como si el tiempo se hubiera detenido al completo, avanzaba a paso lento hacia su amor platónico.

¡¿Buneary?! ¡¿Qué haces aquí?— El roedor sorprendido retrocedía lentamente porque sabía cómo era ella.

No obtuvo una respuesta debido a que ella seguía en trance repitiendo esa escena de Pikachu entrenando una y otra vez en su cabeza.

— Bueno más bien la traje yo...— Asomo la cabeza Piplup quien se habia escondido detrás de Buneary.

— ¿Tú? No te pienso contar más nada que lo sepas — Su tono era algo recriminatorio, se cruzó de brazos mientras observaba a ambos.

Perdón, es que si venía solo me ibas a soltar tremendo rayo por lo que te venía a decir y ya me duele la cabeza de recibir tantos cometas dracos fallidos de Gible — Seguia detrás de la chica mostrando una actitud algo arrepentida con pinceladas de rencor por el Pokémon dragón, tras esas palabras la confusión en Pikachu se hizo presente que tan grave era eso para que le soltara una descarga— ¡Eres un demente! ¿¡como se te ocurre escaparte para entrenar luego del estado en el que quedaste!? ¡si no paras ahora mismo me chivare a la enfermera Joy a brook y luego a Ash!!— Despues de eso Pikachu lo entendio todo además sabía a quién usar como escudo a veces Piplup podía ser muy ingenioso.

El amanecer fue llegando mientras el trio de Pokemon seguían discutiendo.

Ash se había despertado realmente bastante temprano, apenas eran las seis de la mañana pero era imposible volver a conciliar el sueño entre muchas razones una de ellas era el hambre que tenía después de haber pasado la noche sin cenar. Abrió la puerta lentamente para ver si su compañera seguía allí, claramente Dawn había pasado la noche ahí algo que arrugó el corazón de Satoshi  debido a que fue por su culpa, mientras abría la puerta colocaba su pierna para que la chica no se cayera por falta de un soporté, cuando finalmente lo consiguió, cargó a la chica en sus brazos. Ash no era un chico muy romántico pero no podía negar una cosa, la chica que tenía entre sus brazos era la mas hermosa que había visto jamás, no podía parar de observar su piel suave y lisa de tonalidad blanca como si fuera hermosa nieve, su distintivo pelo azul era lo que más le gustaba de la chica era como la joya de la corona, como una aurora Boreal en plena noche polar. La dejo suavemente en su cama mientras sus ojos no se despegaban de ella ni un solo instante, tras eso había algo que no dejaba de llamar la atención del chico, un sentimiento que no podía describir y siempre era cuando estaba con ella, era un puzzle tan complejo que no era capaz de armarlo pero su cuerpo actuó inconscientemente acariciando la mejilla de la chica, su mente se mantuvo en blanco mientras lo hacía solo podía pensar en "Es realmente preciosa" al unísono el cuerpo dormido de Dawn agarro entre sus manos la del chico para posteriormente abrarzar el brazo del chico con los suyos propios.

No te vayas, Ash — Decia entre sueños.

— No me iré, puedes dormir tranquila.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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