¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝗅 𝖺 𝗋 𝖺
𝗛𝗔𝗕𝗜𝗔 𝗟𝗟𝗘𝗚𝗔𝗗𝗢 𝗛𝗔𝗖𝗘 𝗨𝗡𝗔𝗦 𝗛𝗢𝗥𝗔𝗦 a Azerbaiyán y con Mar ya nos instalamos en el Hotel que nos asigno Franco. Era muy grande y hermoso, también la vista que dejaba ver la ventana era muy hermosa.
En este momento me encontraba sola en mi habitación porque mi mejor amiga estaba descansando en la suya. Dormíamos en diferentes habitaciones lamentablemente, pero yo ya sé que alguna se va a pasar a la habitación de la otra y esa soy yo.
Salí un rato al balcón de la habitación, me sente en una silla que había ahí y me puse a mirar cada cosa que podía observar de la cuidad. Una cosa eran las luces, la cuidad parecía un arbolito de navidad con esas luces tan brillantes.
Ya era de noche y estaba un poco fresco, mi cuerpo dio varios escalofríos al sentir una brisa helada y entre a la habitación a buscar un buzo.
Cuando iba a cruzar nuevamente la puerta del balcón, varias notificaciones suenan en mi celular y eso hace que lo agarre inmediatamente para ver quién es.
Eran mensajes de Franco.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
