red hair and purple eye

34 11 1
                                    

Luego de que Lauren y Camila estuvieran fuera de peligro, las dejaron descansar, ya todas en la oficina de Lena, kara fue la primera en hablar ya que estaba muy preocupada y se sentía mal por no poder ayudar

Kara: estan bien? Las salvaron? -Dijo con inquietud es sus ojos- o por Rao estan muertas?!

Lena: tranquila cariño todo salió bien -Dijo tomandola del brazo suavemente- fue difícil, la piel de lauren tiene tantas capas, que la bala explotó en ella y los pedacitos hacían que se desangrara

Earn: pero todo esta bien? Camila esta bien?

Lena: lo esta, gracias a ella -señalo a Yoko que tímida estaba escondida tras Faye y asomo un poco su cabeza para salir de su escondite- por cierto, quién eres?

Yoko: Yoko Apasra -Dijo haciendo una reverencia- Soy la nov-

Faye: es mi amiga, la conocí en la plaza -Se apresuró a decir, esto hizo sentir mal a Yoko quien solo bajo la cabeza y asintió- la traje porque estaba conmigo cuando encontramos a Camila. Por suerte ella es enfermera y pudo ayudar

Alex: estas conciente que acabas de exponerte a ti y a todas las demás verdad?

Faye: lo estoy, y Yoko no dirá nada se los aseguro

Lena: volviendo al tema, gracias a esta niña pudimos retirar los fragmentos de bala de Lauren y ahora solo queda esperar a que alguna de las dos regresé en si

Faye: Sam? - la llamó a la millonaria ya que estaba sentada en el sofá callada ajena a todo el alboroto de la cambia pieles y la bruja- que te pasó en el ojo

Sam miró a Alex la que asustada le hizo señales para que no dijera nada, porque la agente del DEO sabía que si Faye se entera de que en su disputa por el batitraje ella le había dado un puñetazo en el ojo el cual había quedado un poco morado la Diosa Amazona sería capaz de lanzarla por los aires

Sam: Yo em... Me caí? - Alex asintió- si eso

Faye: jumm - entré cerró los ojos no muy convencida- estas segura que-

Alex: Lo importante es - interrumpió- que Lauren completo la misión, cierto Lena

Lena: así es, el Flerovio ya esta a salvó. El extrapolador esta listo para las primeras pruebas solo tomarán unos cuantos días y podrán regresar a casa

Las chicas se contentaron mucho por la noticia hasta que Kara recordando las cosas que Lauren estaba balbuceando cuando entró por el balcón

Kara: Lauren dijo algo sobre Lex -Dijo mirando a Diana- Dijo que Lex había contactado a alguien, y que había peligro

Faye: creés que sea algún tipo de alucinación por la perdida de sangre o?

Diana: cuando se trata de Lex siempre hay que tomarse las cosas en serio, Lauren debió ver algo que realmente la inquietara

Lena: esperaremos a que se recupere, talvez uno o dos días más, por ahora me quedaré a monitorearlas a las dos y mientras hago eso haré las pruebas del extrapolador

Alex: si necesitas ayuda no dudes en llamarme - dijo tomando su casco- Sam te quedas o nos vamos?

A pesar de su pequeña riña Alex y Sam habían arreglado sus problemas incluso se habían caído muy bien y la peliroja le había dicho que juntas podrían mejorar al máximo su supertraje y para Sam más poder era exelente y también la agente del DEO le había ofrecido quedarse en su casa ya que las dos eran muy solitarias y ese ambiente a Sam le parecía genial

Sam: voy -Se limitó a decir- hasta luego chicas

Y sin más las dos salieron de la oficina dejando a las dos amazonas, a las dos chicas de acero y a la heredera del imperio Luthor confundidas ya que era super extraño la actividad de la millonaria y la peliroja

Earn: es enserio?! A mi me asesino sin haberle echó nada malo y ella que le rompió la cara se comporta como si fueran amigas de toda la vida  -Dijo indignada- tonto murciélago con rabia

Faye: Sam es un mar de misterios

___________________________

Kara y Lena se quedaron en L-CORP mientras que Earn se fue al departamento de Kara para descansar un poco, Dianh regreso a trabajar ya que aún seguía reparando un cuadro que había sido dañado y entre más rápido lo arreglara mejor, así que esta noche Faye dormiría sola bueno eso es lo que ella pensaba

Luego de todo el alboroto y sin haberle dicho a las chicas de quién era en realidad Yoko, dijo que la acompañaría a su casa. Casa que en realidad era el departamento de Camila

Esa noche, Faye caminaba en silencio, llevando a Yoko al departamento de Camila. La luna brillaba en lo alto, bañando las calles en una luz suave y pálida. No podía evitar notar la manera en que Yoko se aferraba su brazo, sus manos entrelazadas como si intentara calmarse.

Faye: ¿Estás segura de que quieres quedarte aquí? —preguntó Faye, intentando sonar casual.

Yoko asintió, aunque su expresión reflejaba dudas.

Yoko: no tengo otro lugar donde ir

Al llegar al edificio, Faye la acompañó hasta la puerta del departamento. En el momento en que giró la llave, sus ojos encontraron los de Faye, mostrando un leve rastro de temor que no había logrado ocultar del todo.

Yoko: No sé… no me gusta dormir sola —admitió Yoko en un susurro, mirando hacia el suelo.

Faye soltó un suspiro. No era la primera vez que se encontraba en una situación así, ya que en la época de la guerra Yoko también le había dicho en múltiples ocasiones que le aterraba dormir sola, aunque sabía que debería irse, su instinto le pedía quedarse. Pero intentó mantenerse firme.

Faye: Yoko… dijiste que esta noche dormirías aquí, y yo en la casa de Diana. Aún no me siento del todo bien con todo esto

Sin embargo, al ver la mirada suplicante de Yoko, su resolución comenzó a desmoronarse.

Faye: Está bien, pero solo con una condición: dormirás en tu cuarto, y yo en el de invitados.

Yoko asintió rápidamente, aliviada, y ambas entraron. Cada una fue a su habitación, y Faye se acomodó en el cuarto de invitados, intentando descansar. Pero, al poco rato, escuchó un golpe suave en la puerta, como si alguien tocara con una mezcla de duda y urgencia.

Yoko: p'Faye… ¿puedo pasar? —murmuró Yoko desde el otro lado.

Faye se levantó, medio dormida, y abrió la puerta. Yoko estaba de pie, con una expresión de vulnerabilidad en el rostro.

Yoko: No puedo dormir —susurró, evitando su mirada—. ¿Puedo quedarme contigo?

Faye: Yooooo… —Faye intentó mantener su tono firme, pero algo en la expresión de Yoko la hizo ceder—. Está bien, pero no te acerques demasiado.

Ambas se recostaron en la cama, y, después de unos minutos de silencio, Yoko habló.

Yoko: ¿Por qué dijiste que no éramos novias frente a tus amigas? —preguntó con un hilo de voz.

Faye tragó saliva. No había esperado esa pregunta, y su mente buscaba una respuesta rápida.

Faye: Bueno… —empezó—. No podían saber que eres… ya sabes, una enfermera resucitada de la Primera Guerra Mundial. Sería difícil de explicar.

Yoko soltó una pequeña risa, notando la excusa torpe. Faye no era muy buena para mentir, y eso la hacía encantadora.

Cuando el silencio volvió a caer, Yoko esperó pacientemente a que Faye se quedara dormida. Luego, con delicadeza, se inclinó y le dio un beso en los labios, uno suave, casi etéreo. Pero, para su sorpresa, Faye abrió los ojos y, sin decir nada, le devolvió el beso, sellando el momento en un suspiro compartido.

En esa quietud de la noche, ambas se quedaron en silencio, sabiendo que, aunque nada se había dicho en palabras, todo estaba más claro que nunca.





Tierra 45 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora