Capítulo 1.

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Había una vez, en un bosque dividido en dos partes.

En una parte habitaban las criaturas mágicas, como las hadas, duendes, elfos, Faunos etc. Aquel reino de fantasía se llamaba "Magic Kingdom".

Y en la otra parte del reino habitaban los Magos, o más bien humanos. Humanos que habían logrado descubrir la magia y hacían hechizos, algunos la utilizaban para bien, pero en cambio otros no. Se llamaba "The kingdom of the magicians".

Y muy lejos de aquella isla, se encontraba una isla donde solo habitaban las criaturas más horrendas y los demonios más horribles y asquerosos qué te puedes imaginar, ese lugar estaba prohibido para el paso de los habitantes de los otros reinos. Una vez que entras en esa isla, no sales con vida.

Se dice que 'El Rey Magma' qué controla la isla, captura a todo aquel que pise su territorio.

Un hada que fue a caer a ese reino por error, fue víctima de aquel despiadado rey. Sus alas fueron arrancadas lenta y dolorosamente, podía verse como era arrancada parte de su piel y como su espalda quedaba desfigurada, sus gritos podían escucharse por todo el lugar, la manera en que gritaba era desgarradora.

Después de que esa noticia llegará a los otros reinos, nadie nunca quiso ir a ese lugar ni por error.

Nadie en 200 años había pisado ese lugar, no hasta ahora.

— Zoro, Luffy, apurenle antes de que nos descubran. — decía un hermoso hada omega de no más de 16 años, su cabello era ondulado, complexión delgada musculosa, traía unas bermudas con una daga alrededor de sus caderas, unos botines negros, y un sombrero con una carita triste y una feliz. Su rostro no era afeminado pero tampoco muy masculino, tenía unas hermosas alas con bordes naranjas y figuritas de fuego, también en su brazo derecho tenía un tatuaje que decía "A$CE".

— ¡Ace! — gritó en un susurro bajo pero audible para el nombrado. — ¡Baja la voz, pueden escucharnos! — dijo algo asustado un pequeño aprendíz de Mago de 13 años, su cabello era lacio, color negro, era de estatura baja y complexión delgada, al igual que el joven hada, era un omega, el chico llevaba una bata que le llegaba abajo de las rodillas y unas sandalias, también llevaba una varita en manos.

— ¡Esperanos Ace! — grito en un susurró un cachorro de hombre lobo, tenía 15 años, este era el único alfa de aquel trío, este solo llevaba unos shorts que le llegaban abajo de las rodillas y en su cadera llevaba un tipo cinturón de huesos, a pesar de su edad era alto y musculoso.

Aquel trío estaba recorriendo y corriendo/volando por aquel lugar, había cadáveres por todas partes y las calles estaban llenas de humo y su piso era azufre.

Todo en su viaje y tiempo de exploración iba bien, llegaron a su objetivo "La mansión de lava" qué era el lugar donde vivía aquel rey despiadado del que tanto hablaban.

El joven hada se dejó llevar por la curiosidad y entró primero al lugar dejando atrás a sus amigos, entro con precaución y cuidado de que no lo vieran, y así siguió recorriendo los pasillos hasta llegar a unas enormes puertas de hierro, con diseño de dos enormes caninos, el hada se rió recordar a su amigo pelo verde convertido en lobo.

Abrió la puerta con cuidado y para su sorpresa no había nadie en aquel lugar, trago grueso y se adentro más a la habitación.

Había rastros de tabaco y periódicos chamuscados, se sentó en la silla que estaba ahí y le dio curiosidad porque tuve que volar un poco para alcanzarla, sin duda esa no era la silla de alguien normal.

Entonces aquel rey del que tanto hablaban si era de temer, si su silla estaba grande no se quería imaginar como estaba él.

Escucho pasos acercarse y decidió esconderse atrás en las cortinas qué para su suerte eran de un color oscuro que no delataban su presencia.

Esucho como tomaban asiento y dejaban caer algo pesado, decidió dar un pequeño vistazo y se sorprendió tanto por lo que vio que tuvo que taparse la boca para no hacer ruido.

El hombre escuchó un quejido, se levantó y decidió acercarse hasta donde estaba el pequeño hada. Ace no había sentido tanto miedo en su vida como en ese momento, aquel hombre o criatura era enorme y horrenda, su cuerpo era todo rojo, tenía unas enormes alas negras qué llegaban hasta el suelo, al igual que también tenía unos enormes y enroscadls cuernos en su cabeza y sus ojos negros con pupilas rojas no se quedaban atrás y ni hablar de su mandíbula, ¿si quiera puede comer con la boca partida de esa manera?

Pensaba la manera de escapar por su vida antes de que aquel se acercará, y por milagro o maldición, dos demonios con cara de ciervo llegaron con sus amigos.

— Su señor, encontramos a este humano y cachorro de hombre lobo espiando el castillo. — decía mientras los empujaban para que entrarán.

— ¡Dejenos ir, solo venimos a buscar a nuestro amigo que entro en este lugar! — grito molesto el peliverde mientras agarraba fuerte de la mano a su pequeño amigo.

Ace sintió pánico y ansiedad en ese momento, un escalofrío paso pro todo su cuerpo, estaba pálido como un muerto y en total Shock, sus amigos estaban en peligro por su culpa tenía que buscar un modo de que escaparan de ese lugar.

Con todo su miedo salió volando del lugar donde se encontraba, hasta llegar a sus amigos y por reflejo los cubrió de aquel hombre.

Miro a aquella criatura a los ojos, en los ojos del hada podía verse el claro miedo que tenía pero también se veía lo decidido que estaba para proteger y dar la vida por sus amigos.

— D-Déjelos ir, ellos solo vinieron por mí. — El hombre que estaba serio y con algo de malicia en sus ojos miro a los tres chicos y se re lamio los labios.

— Umm, la verdad estoy de suerte hoy, vinieron tres de los reinos que tengo prihibudo visitar, y dos de ustedes don omegas... — una risa se escucho por toda la habitación. — ¿y quieren que los deje ir? ¿Acaso sus padres no les dijeron que aquel que entre a mi reino, sea humano o no, o sea alfa, omega o beta no sale con vida de aquí? Pensé que Roger y Shirohige eran más cuidadosos con sus aldeanos.

— Solo dejenos libres, no hicimos nada malo ni robamos nada. Además si nos llegan a tocar un pelo encima desataran una gran guerra en la cual tu tienes desventajas. — Aclaro Ace, y el hombre guardo silencio y puso su cara seria.

— ¿Por que dices eso? — preguntó molestó.

— Porque yo soy hijo de Gol D. Roger, el rey del reino Magic Kingdom, y el de cabello verde es hijo del alfa Mihawk qué comparte reino con mi padre, y él. — señaló a Luffy. — Es hijo de Monkey D. Dragón que comparte reino con Edwards Nedgart, alias "Shirohige", además de que su alfa es rey de la isla vecina, Akagami no Shanks, tu decides si quieres marcar tu sentencia y caída de tu reino en estos momentos.

El hombre no dijo nada y solo sonrió, quien diría que si llegaba a tocar a aquellos mocosos su vida y reino dependería de ellos, y también porque aquel joven hada había captado su atención, iba a ser suyo, nadie iba a quitárselo, solo por eso los dejaría libres. Cuando aquel joven pecoso cumpliera los 20, iría por el y mataría en su camino a cualquiera que quisiese quitárselo.

Se acercó al pecoso, y a los otros dos con una sonrisa.

— Muy bien, los dejaré ir pero si vuelven a venir no crean que haré lo mismo. — se agachó para quedar a la altura de Ace, se acerco a su oreja y le susurró. — Mientras que tú, serás y eres mío ¿entiendes? Mataré a cualquiera que se te acerqué, de ahora en adelante eres mi Omega. — se alejó mientras dejaba a un Ace desorientado y con cara de asco en su rostro.

— Llevenlos a casa, y si le hacen o tocan un pelo es mejor que ni regresen, los mataré. Cuiden mucho al joven príncipe Hada, si le llega a pasar algo créanme que desearan no haber nacido. — les hablo con su voz de alfa en la parte de Ace.

— ¡A sus órdenes Akainu-sama! ¡Le aseguro que llegarán intactos. — dicho esto salieron rápido con los tres chicos y los subieron a un barco para llevarlos a sus hogares.

To be continued...

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