Lo que esté en negritas es por qué están hablando en español.
Narra Eddie:
Estaba en casa. Maddie me convenció de venir a darme una ducha. Christopher iría a ver a Buck; de verdad estaba triste, pero sabía que esto pasaría muy pronto.
—Christopher, ¿qué haces aquí? —dijo Henrietta, sorprendida.
—Quería verlo, así que no pude decirle que no.
—¿Él puede escuchar? —preguntó Christopher mientras se acercaba a la cama.
—Sí, eso creo —dije, limpiándome una lágrima—.
—Estarás bien, Buck. Las máquinas a tu alrededor te están sanando. Vas a volver conmigo, lo prometo.
...
La doctora nos dijo que le quitarían la máquina con la que respira. Era el momento decisivo para saber si podría respirar y, en algún momento, despertar.
La doctora le quitó la máquina. Su pecho no hacía ningún movimiento, solo se quedó quieto. Esto no era malo, ¿verdad? Debía ser fuerte para afrontar si perdía a Buck, pero no me imaginaba una vida sin su mejor amigo.
Y Buck pudo respirar. Movió su pecho de arriba a abajo unas cuantas veces. Eso era una buena señal, una esperanza al final del túnel (es una luz, pero me da igual), una esperanza que no se había apagado en mi pecho, añorando ver a Buck riendo, comportándose como un niño, verlo en la estación, feliz por los jueves de pasta y llamando a Bobby "papá".
Después de ver a Buck, todos nos sentamos en la sala de espera. Allí se encontraban Chimney, Hen, Maddie, Bobby, Athena y los padres de Buck. La verdad, aunque sé que son sus padres, y por la forma en que Buck me ha contado cómo lo tratan, no deja de ser su hijo. Pero definitivamente no lo dejaré ni un minuto con ellos. Estaba perdido en mis pensamientos cuando Bobby me dijo que Buck había despertado.
—Eddie, te estoy hablando, Buck despertó.
—¿En serio? Vamos a verlo.
Nos acercábamos a la habitación de Buck cuando se escucharon gritos desde adentro. Entramos rápidamente y era Buck gritando en español. Nadie le entendía.
—Buck, amigo, tranquilízate, somos amigos.
—Tú no eres mi amigo, ni siquiera te conozco.
—No hagas como que la Virgen te habla. ¿Te golpeaste o qué?
—No, y váyanse de mi habitación, no los conozco. Y tú no te me arrimes —le dijo a su madre, que trató de agarrarlo de la mano.
—Doctora, ¿qué le pasa? —pregunté, confundido.
—Es lo que quería hablar con ustedes. Buck se golpeó en la cabeza, lo que ocasionó la pérdida de memoria.
—Buck, entonces ¿no me reconoces? —dijo nuevamente su madre.
—No te entiendo, aléjate.
—¿Y por qué no sabe hablar inglés? —dijo Athena, que también estaba en la habitación.
—Es parte de la pérdida de memoria. Solamente le quedó eso.
—¿Y cuándo lo pondrán de alta? —dijo la madre de Buck—. ¿Será pronto, verdad?
—Claro que sí, señora. Mañana podrá irse. Tendrá que descansar un mes antes de poder hacer su vida normal.
Después, la doctora se marchó. Yo era el único que le podía entender. Nos pusimos de acuerdo sobre quién lo cuidaría, y sus padres no eran una opción.
—Entonces, ¿con quién se quedará? Soy el único que puede entenderle, y no creo que confíe en sus padres.
—Tienes razón, Eddie. Tú lo cuidarás en tu casa.
Al día siguiente, era hora de llevarme a Buck a mi casa.
—Estoy bien, no tienes que cuidarme.
—No sabes ni recuerdas dónde vives. Soy el único que te entiende. Y, por cierto, ¿cómo aprendiste español? Nunca me lo dijiste.
—La verdad, no recuerdo cómo lo aprendí y no recuerdo hablar contigo.
—Lo sé. Sé que no recuerdas, pero para eso estoy, para ayudarte a recordar.
Llegamos a mi casa y Buck no recordaba nada. No sería fácil, pero tampoco complicado.
Abrí la puerta delantera cuando escuché los pasos de Christopher. Le había dicho que Buck se quedaría un tiempo con nosotros.
—Buck, qué bueno que despertaste. Te extrañé —dijo abrazando a Buck fuertemente.
—¿Lo conozco? —preguntó Buck, confundido.
—Es mi hijo, Christopher. Tú y él eran inseparables.
—¿Éramos? ¿Qué pasó? ¿Nos distanciamos?
—Nada de eso, solo tu memoria te abandonó. Así que no tienes recuerdos de él.
—Papá, Buck no me entiende.
—Sí, hijo, lo sé. Pero pronto podrá entenderte. Bueno, vamos a que se instale.
—Ven, Buck, vamos a mostrarte dónde está tu cuarto —le dije, abriendo la puerta del cuarto de invitados—. Este es, dije.
—OK, gracias.
—Bueno, entonces acomoda tus cosas que yo haré la cena.
—¿Sabes cocinar? Espero que sí.
—¿Estás dudando de mis habilidades culinarias?
—Solo quiero saber si sabes cocinar.
—Sí sé cocinar, bueno, creo que tengo que ir a cocinar.
...
Minutos más tarde, Eddie ya había terminado la supuesta cena. Le mintió a Buck, no era muy bueno cocinando, por eso pidió una pizza. Por si fuera poco, Buck bajó exactamente cuando le entregaron la pizza a Eddie.
—¿Con qué esas tenemos? ¿No que sí sabías cocinar?
—Sí, Buck, sé cocinar, solo que Christopher quería pizza —dijo, dejando la pizza en la encimera de la cocina—. Ten, pon los platos en la mesa. Yo iré por Chris.
Buck se detuvo un momento a observar la cocina. Le parecía muy familiar. Sabía que ya había estado allí, pero su memoria le jugaba una mala pasada. Una voz lo sacó de sus pensamientos.
—¡Sí! ¡Pizza! —gritó Christopher, que ya había pasado la puerta de la cocina.
—Siéntate al lado de Buck, ya empezamos a cenar.
Cenaron pizza y Christopher quería jugar con Buck a los juegos de control.
—¿Cómo se juega a esto? —dijo, moviendo su control de arriba a abajo, mirándolo detenidamente.
—Solo tienes que apretar los botones, no es tan difícil.
Buck pudo aprender rápido a jugar. La pasaron bien. A Eddie solo le habían dado dos días para estar con Buck, pero era suficiente para que Buck aprendiera algunas cosas. Sin embargo, Eddie tenía miedo de que Buck se perdiera al salir solo. Y no estaba tan equivocado.
Continuará....
Este es el capítulo de hoy, espero les guste.
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recuperando la memoria
FanfictionLo había perdido: había perdido a su mejor amigo, había perdido los recuerdos que ahora eran solo caricias de lo que alguna vez fue.