Nicolás estaba sentado en su carpa, rodeado de velas y símbolos mágicos. Estaba preparando una poción de amarre. De repente, la tela de la carpa se abrió y Natael entró.
"Vi que estabas trabajando en algo", dijo Natael, mirando los ingredientes y herramientas mágicas. "¿Qué es eso?"
Nicolás se puso nervioso. "Nada, solo una poción de amarre".
Natael se acercó. "¿Puedo verla?"
Nicolás se negó. "No, no es seguro. Esta poción es demasiado poderosa para que la toques".
Natael se enfureció. "¿No confías en mí? ¡Soy tu cliente, Nicolás! ¡Deberías saber que no te haría daño!"
Nicolás se mantuvo firme. "No se trata de confianza, Natael. Se trata de magia. Esta poción es demasiado peligrosa para que la manejes sin conocimientos mágicos,además eres solo mi cliente por que estas tan dramático?".
La discusión se intensificó, con ambos amigos elevando la voz. Nicolás se sintió invadido y Natael se sintió frustrado por la falta de confianza de Nicolás.
"¡Sal de mi carpa!", gritó Nicolás, levantando su puño enojado.
Natael se detuvo, sorprendido por la reacción de Nicolás. "Está bien, me voy. Pero recuerda, Nicolás, la magia no es solo tuya".
Natael salió de la carpa, dejando a Nicolás sintiéndose culpable y confundido.
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Natael salió de la carpa de Nicolás, aún enfurecido por la discusión. Caminaba rápidamente por el campamento, sin prestar atención a su alrededor. De repente, chocó contra Thomas, quien estaba pasando por allí.
Thomas se disculpó y Natael se levantó, mirándolo. Sus ojos se encontraron y, en un momento de impulsividad, Natael besó a Thomas.
Thomas se sorprendió, pero no se apartó. El beso fue intenso y apasionado, y Natael se sintió atrapado en el momento.
Pero, en ese instante, una figura emergió de la oscuridad. Nicolás había salido de su carpa y había visto todo. Se quedó paralizado, con la boca abierta y los ojos llenos de puro enojo y rabia, Natael era suyo y estaba dispuesto a enamorarlo si o si.
Natael se apartó de Thomas, confundido y avergonzado. "Lo siento, Thomas. No sé qué me pasó".
Thomas sonrió suavemente. "No hay nada que disculpar,Me gustó".
Nicolás se dio la vuelta y se alejó, sin decir una palabra. Natael lo vio irse y se sintió algo victorioso,había hecho pagar a un simple mago.
Thomas lo abrazó. "No te preocupes, Natael, Nicolás jamás importará y lo sabes. Lo destruiremos ¿No?".
Natael se sintió confundido, pero también emocionado. No sabía qué significaba ese beso, pero estaba dispuesto a descubrirlo.
Mientras tanto, Nicolás se alejaba, con el corazón roto. No podía creer que Natael, su mejor amigo, lo hubiera besado a Thomas. Se sentía raro y con punzadas en su pecho.
Natael disfrutaba estar a la cercanía de Thomas, sintiendo un cálido calor por su cuerpo haciendo que sus manos acaricien suavemente el pecho de Thomas acurrucándose en el y mirar con desprecio a Nicolás.
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