Las clases terminaron e Izuku fue a buscar a una persona, a aquella chica Yaoyorozu. Los padres de la chica nunca enviaron la factura, tal vez porque olvidó entregarle la factura o olvidaron enviársela, terminaría con esa duda ahora
Izuku la encontró, ya todos estaban saliendo y se animó a hablarle, se acercó a ella, su corazón latiendo con fuerza, debido al nerviosismo al hablarle a una chica
—Ehm… hola —dijo, sintiéndose un poco avergonzado.
La pelinegra levantó la vista, sorprendida al ver al chico peliverde frente a ella. Reconocía su rostro; era el chico que uso mal su quirk, lo vió en las pruebas, pensó que la estuvo ignorando debido a aquel incidente
—Hola —respondió, una sonrisa amigable apareciendo en su rostro—. ¿Necesitas algo?
Izuku sintió un nudo en el estómago. ¿Cómo podía explicarle lo que había pasado sin parecer un completo idiota?
—Sobre lo de… digo, el pago por los daños que ocasione… —comenzó, tratando de encontrar las palabras correctas mientras sacaba varios billetes—. Lo de la ventana y la mesa… Lo siento mucho. ¡POR FAVOR ACEPTA ESTE DINERO POR AQUEL ACCIDENTE!.
La pelinegra se sorprendió por el arrebato del niño, mirando el sobre que peli-verde le ofrecía—. No necesitas pagarlo.
Izuku, sintiendo que se estaba hundiendo cada vez más, trató de encontrar una forma de explicarse.
pe- pero… rompí tu ventana y la mesa. No quiero que pienses que soy un… un… —se quedó sin palabras, buscando un término que no sonara ofensivo—. Un chico irresponsable.
Momo contuvo una risa, viendo lo ansioso que se mostraba Izuku. Era evidente que él solo quería arreglar las cosas, pero su nerviosismo lo hacía parecer más torpe.
—De verdad, no tienes que preocuparte tanto —dijo, tratando de aliviar la tensión—. Fue un accidente, y mi papá decidió no enviarte la factura por los daños. No tienes que sentirte mal por ello.
Izuku se sintió un poco aliviado, pero su rostro seguía sonrojado.
—¿Estás segura? Quiero que sepas que lo siento. No era mi intención causar problemas —dijo, tratando de sonar serio, pero el nerviosismo seguía presente en su voz.
Momo sonrió con amabilidad, intentando que se sintiera mejor.
—Segura, estabas practicando con tu quirk y se salió de control, fue irresponsable pero es entendible.
Izuku asintió lentamente, sintiéndose un poco más cómodo con su respuesta.
—Gracias, no quiero que pienses que soy un… un desastre —murmuró, rascándose la nuca en un gesto nervioso.
Momo observó su actitud y, a pesar de no conocerlo bien, le resultó fácil ver que había algo genuino en su disculpa.
—Espero que podamos ser buenos compañeros de clase —dijo tartamudeando, intentando relajarse un poco más.
Momo le dio un pequeño asentimiento.—Soy Momo Yaoyorozu, mucho gusto, e igualmente, espero ser buenos compañeros de clase—
E- Es un pl- placer, soy Midoriya.. Izuku.. Midoriya— Dijo tartamudeando
Ambos se quedaron en silencio por un momento, sintiendo que, aunque la conversación no había sido la más fluida, al menos habían aclarado las cosas.
—Bueno, entonces... ¡espero que tengamos un buen año juntos en la clase! —dijo Izuku con una sonrisa nerviosa, tratando de romper el último resto de tensión.
