[°Un Aniversario a la lista°][ Drarry ]

Capítulo 1

Se despertó a las dos de la mañana, el pelo café le cayó en el rostro mojado por el sudor frío, se puso una mano en el estómago, como intentando comprobar que la cicatriz que tenía ahí no se hubiera abierto. Había sentido el aire de Fenrir tan cerca... Mientras recuperaba el aire recostado en su cama, aun buscando la sangre que había visto salir mientras dormía. Suspiró y después de entender que no volvería a dormir en esa noche, se incorporó quedando sentado en su cama vio en su calendario al lado de él.

31 de octubre

El alma se le vino al suelo, y vio hacia donde había una imagen de ellos cuatro en su mesita de noche, James tenía un brazo en los hombros de su comprometida pelirroja, Lily, Sirius y Remus estaban agachados enfrente de ellos, con las manos entrelazadas en señal de victoria. Petter había faltado ese día... No podía verle la cara, apenas podía ver el rostro de Sirius y el de James, no digamos el de Lily...

Ese día lo recordaba como si hubiera sido ayer. Mientras miraba la foto lo recordó más vividamente.

Era un 8 de julio, dos años después de haberse graduado de Hogwarts, habían quedado en la casa independiente de Sirius(o ese nombre le ponian para diferenciarla de la mansion de sus padre) para ejecutar el plan "Snitch Comprometida".

Al llegar, Sirius fingió sorpresa al ver a Lily, tal como estaba en su guión, Remus nunca lo entendió, Sirius no había leído nunca su parte en el plan pero se lo sabía de memoria.

James dijo a Sirius que Petter no había ido porque "en esos tiempos tan oscuros prefiere estar con su familia" había dicho con voz aguda y fingida.

Los dos mejores amigos acordaron practicar Quidditch mientras él y Lily hablaban. Así era siempre.

—Pero nada de heridos—había advertido Lily a su novio—. La última vez, Sirius te dio un golpe con la Quaffle y estuviste una semana entera dándome lata de que te dolía.

—No te preocupes—la apaciguo Sirius, pasando un brazo por los hombros de su amigo— No jugaremos como cazadores, si no como buscadores.

James le enseñó la Snitch que tenía en las manos, Remus contuvo la risa al recordar como esa simple bolita amarilla había hecho que Prongs tuviera rabietas, se hubiera desesperado y gritado al creador que lo hiciera tal como él le había dicho.

Ambos se fueron, Sirius riendo y James nervioso, ya que en unos momentos llegaría una etapa donde bien podría salir sonriente o humillado.

—Apuesto algo que se podría estar acabando el mundo y James asistiria a su partido— suspiró Lily, decía eso muy seguido, sentándose en una de las sillas enfrente de la mesa.

—Y Sirius le seguiría el juego a su hermano— dijo riendo Remus, solía nombrar a sus mejores amigos como hermanos y no como solo amigos. ¡Cualquiera que conociera tres segundos a ellos dos juraría que eran hermanos!

Los dos hablaron como de costumbre, Remus espero a que el ruido de un objeto pesado llenará el aire, como habían acordado. Recordaba a la perfección la cara de Lily.

—... Mcgonagall dijo que la próxima vez no solo estarían tres horas en detenc...—un ruido descomunal lleno el aire.

Bien podría haber sido el cuerpo de uno de los dos jugadores al caer unido al ruido de una escoba de la escobera de Sirius pero Remus sabía que era una bolsita llena de cosas pesadas con un encantamiento extensor.

—¿James o Sirius?—le dijo Lily, aunque preocupada pero fingiendo despreocupación con aquella apuesta.

—Una cena a que fue James chocando contra Sirius intentando agarrar la snitch a la vez—apostó Remus, levantándose y hechando una carrera junto a Lily al jardín de la casa del Black.

Al verlos, vieron a la perfección como Sirius se partía de risa mientras James estaba agachado con una mano en su pecho, haciendo una mueca de dolor.

—Atiende a James, me sorprendería que no se haya roto algún hueso—dijo entre risas Sirius a Lily, mientras se daba la vuelta y se alejaba.

—Pero... Te gane...— murmuró James, fingiendo dolor.

Apenas se alejo bien y se acercó a Remus, su sonrisa se volvió un tanto cómplice, guardando una botellita que tenía restos de poción anti-nervios. El hombre lobo le tiro una mirada de extrañeza, eso no venía en los planes.

—James no iba a poder—me susurró.

Iba a darle la razón, pero me interrumpió el grito ahogado de Lily mientras James le mostraba el anillo en la Snitch.

Habían estado tres horas fastidiando al dueño de la joyeria mientras los cuatro intentaban decidir cuál anillo estaba mejor. Decidieron un anillo caro pero simple, ya que según James ella se merecía todo.

—Cuando te vi—empezó su confesión James—... Fue como si hubiera atrapado la snitch y ahora que la tengo en la mano... Te pregunto, ¿quisieras dejarme aferrado a ti como si fueras el bate de mi golpeador?¿Quisieras dejarme protegerte como si fuera un guardián?¿Dejarías que nuestras vidas se conectarán como si fueran los pases de dos cazadores? —Lily se tapo la boca—Lily Evans... ¿Te casarias conmigo?

Hubo un silencio en donde Remus y Sirius entrelazaron las manos, viendo la escena con aprensión, mientras James le sonreía a Lily como idiota.

—Acepto—murmuró Lily mientras James se paraba de golpe y sus labios se cruzaban.

El hombre lobo y el Black se vieron mutuamente e hicieron una mueca de asco, aunque ambos querían agarrarse más fuerte de las manos y saltar en círculos gritando cualquier idiotez.

Fue cuando los dos novios se separaron, y Lily insistió e insistió que esa fuera nuestra última foto antes de unirnos a la Orden del fénix, todos aceptamos.

Un golpe lo devolvió a la realidad, como si los libros le estuvieran diciendo "Ya, deja de pensar eso" se cayeron en orden, Remus suspiró limpiándose la cara y después de pensar cinco segundos, llego a una conclusión:

—Nesecito un trago—murmuró mientras se levantaba hacia el armario lleno de Whisky's.