Harry Potter caminaba por los pasillos, el pelo le caía en la cara y ojos verdes esmeralda debido a que hace minutos había ido afuera con el tremendo clima que había.-Sí, Hermione, yo estaré muy bien aquí encerrado mientras ustedes disfrutan allá-refunfuñaba Harry, molesto.
Estaba enojado con todos. Había salvado dos años seguidos al colegio y ellos no podían darle un permiso para ir a un estúpido pueblo. Tenía ganas de agarrar un jarrón y tirarlo contra alguien, especialmente si era Draco Malfoy burlándose de él. Ginny acaba de darle esquinazo porque iba a ir con Colin y Luna a no se donde, o algo así.
-Oh, claro, Ron, tú diviértete con Hermione mientras yo me quedo disfrutando de mi compañía-dijo, dándole una patada suave a una piedra que se había colado en el pasillo del colegio.
Suspiró, viendo al suelo. Paso por un salón, mientras caminaba, y una voz lo sorprendió:
-¿Harry?
Era el profesor Lupin, viéndolo con sospecha.
-¿Dónde están Ron y Hermione?-preguntó, extrañado, ya que siempre lo veía juntos.
Oh, genial, ahora el único profesor de Defensas contra las artes oscuras que le cae bien también quería verlo rodeado de gente para protegerlo. Frunció un poco el ceño mientras respondía.
-en Hogsmeade-explicó, aunque no quería decirle que en realidad él no tenía permiso para ir-. Me sentía un poco mal y no quise ir.
-Uhm... ¿Te sientes mejor?-le preguntó el profesor, y cuando Harry asintió le ofreció-. ¿Quieres tomar algo?
Harry asintió suavemente otra vez, siguiéndolo adentro del lugar. Su oficina tenía bastante cuadros sobre Gorros Rojos o armarios que adentro tendrian un boggart, libros sobre hechizos mientras el profesor le servía dos copas de lo que parecía cerveza de color más suave.
-Cerveza de Mantequilla-puntualizó Lupin, sentándose enfrente de él.
-Ah, gracias...-murmuró agarrando la copa, y dando un pequeño sorbo-¿Qué es eso?
Se había percatado de un gran contenedor. Remus sonrió dándole unas palmadas al bote, y decir.
-Eso es un grindylow, Harry, demonios acuáticos-añade, viendo el contenedor.
-¿Demonios? Vaya...-dijo Harry, pensando en que además de augurios también habían demonios.
—Por cierto, ¿como va eso de la Adivinación?—dijo de pronto Remus, viéndolo con atención—. La profesora Trelawney estaba muy asustada la última vez que la vi. Dijo algo sobre qué el augurio nunca fue bueno en ti o algo así.
—Tazas de té, creo que me presagio la muerto, solo creo—añadió con sarcasmo, aunque estaba algo irritado.
Remus río entre dientes, mientras bebía un poco de cerveza de mantequilla.
—Vaya, creo que eso es normal—dijo y su mirada se torno algo humorística —. Mcgonagall le recordó que el último alumno seguía vivito y coleando.
Una risita se escapó de los labios de Harry. Viendo las fotos de la oficina de Lupin. Su mirada se puso en una foto donde estaban dos personas que conocía. Sus papás.
Junto al lado de tres personas, uno lleno de cicatrices, otro con el pelo algo largo y otro de mirada llorosa.
—¿De donde viene eso?—dijo Harry, señalando la fotografía, Remus vacilo un poco.
—Es mía...—titubeó, frunciendo suavemente el ceño—. Conocí a tu padre. Me mandó esa foto como a todos sus conocidos. La tomó un día antes de la boda.
—¿Era su amigo?
—Si. Afortunadamente, me contaba entre sus amigos.
—¿Quienes son los demás de la foto?—preguntó Harry, y Remus desvío el rostro antes de responder.
—Sirius Black y Petter Petrigrew—habló con tono extraño. Harry le vio parte de la cara.
—¿Sirius Black?¿El criminal que era antiguo seguidor de Voldemort?
Le sorprendió que Remus no se asustara con el nombre de Voldemort, pero tampoco supo que expresión hizo ya que solo asintió.
—¿Era su amigo?—dijo con un hilo de voz Harry.
—Prácticamente parecían hermanos—dijo en voz baja el profesor, su voz sonó apenada.
—Pero... ¿Cómo acabó el en Azkaban si era su amigo?— eso no cuadraba en Harry.
Remus solto un suspiro largo y le devolvió la mirada sin sonreír.
—Entregó a James a Voldemort—dijo al fin, y vio a Harry con cierta compasión, no tanta como la que sentía por si mismo.
Harry se quedó en silencio, procesando esa información. "¿Pensando en agarrar a Sirius Black, Potter?" Esa frase ya tenía sentido. "Buscaría venganza yo mismo". Malfoy sabía de que hablaba.
—¿Entregar a Voldemort?—repitió el pelinegro—¿Cómo lo pudo entregar a Voldemort?
Remus se sabía esa historia de memoria. Todos los días la repetía, y se sentía culpable de no poder cambiar algo cada que veía los resultados.
—A ellos los protegía un encantamiento Fidelio, un sortilegio muy complejo y de gran alcance y potencia, que puede usarse para ocultar un secreto en el alma de un individuo; aquel mago o bruja cuya alma alberga el secreto es conocido como el guardián del secretos. Mientras el guardián de los secretos no le dijiera la ubicación de la casa a Voldemort, él podría estar enfrente de su puerta y no darse cuenta— tomó aire—. Sirius Black era el guardián de los Potter, eran mejores amigos, James aseguraba que Sirius moriría antes de traicionarlo.
—¿Y él...?—murmuró en voz demasiado baja Harry, dividido entre el terror y el enfado.
—Un año funcionó. Pero el día de Hallowen, encontraron muertos a tus padres... Black no había aparecido en todo el día, fue hasta medianoche donde lo encontraron, Petter lo había acorralado y le gritaba por haber traicionado a Lily y James. Sir... Black lo voló en pedazos, igual que a todos los muggles y magos a la redonda.
En la mente de Harry pasaba algo muy doloroso. Su corazón parecía haber parado de latir. Podía divisar perfectamente a Black confesando donde estaba su mejor amigo...
—Claro, pensé que ya te lo habían dicho—dijo fruciendo el ceño Remus.
Harry negó despacio con la cabeza, con la mirada fija en el piso. Remus se preocupó.
—Oye, Harry, no le des demasiada vueltas. En cuanto encuentren a Black volverá a Azkaban. Disfruta de la cena de Hallowen. No pienses en...
—Disculpe—intervino Harry en voz baja, dejando la copa media vacío en la mesa y salir a paso rápido del salón.
Al profesor le tomo más de un minuto darse cuenta de que se había ido. Soltó un suspiro. No le importaba ahora mucho la opinión de los demás. Si es que llegaba borracho a la fiesta de Hallowen o no, le importaba un bledo que dijiera Severus o los alumnos. Así que con toda dignidad decidió tomarse la segunda copa de Whisky del día.
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[°Un Aniversario a la lista°][ Drarry ]
Fanfic[] Tercero llegó, igual el 31 de octubre se cernía sobre ellos. Mientras Remus sentía un pequeño dolor en su pecho por sus amigos, Sirius no pudo evitar intentar matar a Petter en un acto de tristeza desesperada, Harry sin saberlo, estaba sufriendo...