Capítulo 6

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—Te lo repito, Creveey. No te conviene tenerme como enemigo.

El joven trago saliva, viéndolo con cara de confusión. Draco solto un suspiro de frustración, dirigiéndo una mirada al asiento vacío al lado de Weasley. Potter no había ido a almorzar ese día.

—Mira, si me dejas entrar, te juro que te consigo un autógrafo de Potter—accedió Draco, desesperado.

—De acuerdo— aceptó Colin, y dijo—¿Cuándo sería?

—Ahora

Ron les tiro una mirada extraña cuando vio como Malfoy y Colin salían del Gran Comedor.

—Ese niño va a amanecer muerto—dijo a Hermione quien se limito tirarle una mirada dura y volver a almorzar.

Pero ya 5 minutos después Colin y Draco estaban entrando por el cuadro de Gryffindor a la sala vacía. Draco subió las escaleras y entró al cuarto de los de tercero.

Había una persona envuelta como en una casa de campaña con las mantas, estaba sentada viendo hacia el colchón. Draco supo que era Harry incluso antes de leer su nombre en la cama con dosel.

—¿Acampando, Potter?—se burló Draco, recostandose contra la puerta cerrada.

Se escucho un bufido mientras Harry tiraba de las mantas para descubrirse la cabeza.

—¿Como entraste aquí?—dijo con irritación Harry, viéndolo con ceño.

—Por la puerta—dijo sarcásticamente Draco, sonriendo con arrogancia.

—Oh, genio, pensé que por el suelo—respondió de malas Harry, volviendo a taparse la cabeza con las mantas.

—Vamos, Potter, deja de acampar, deberías salir y comer algo antes que se me ocurra tirarte un dementor encima—dijo Draco, agregando una burla para que no sonará demasiado preocupado.

—Muérete

Se escucharon voces, Draco maldijo por lo bajo y salió del cuarto, no sin antes tirarle una mirada preocupada.

(...)

Harry estaba recostado contra una barandilla respirando el aire nocturno, llevaba la capa invisible, tenía los ojos cerrados mientras sus pensamientos llenaban su mente y dejaban que más pensamientos sobre sus padres y Black desbordaran las horrendas ganas de gritar.

Se escucharon pasos, y Harry que había estado por lo menos 5 minutos en silencio se sobresaltó tanto que la capa le resbalo por los hombros.

—Mierda...

Se quedó paralizado viendo al rubio que le devolvia la mirada. Los ojos esmeraldas se quedaron fijos en los azules grisáceos. Los dos se vieron antes que Harry se volviera a poner bien la capa y quedarse en el mismo lugar.

—¿Qué haces aquí, Potter?—murmuró Draco, recostandose en la barandilla a su lado.

—Te pregunto lo mismo—dijo Harry, molesto.

Solto una risita.

—Disfrutando la oscuridad. Por eso vienes tú, ¿no?

—Nunca me ha gustado la oscuridad— confesó Harry, pleno de labios ajenos. Algo en la mente de Harry dijo "Esperen... ¿Porque no hemos empezado a pelear?"—. Considero que los días son más oportunos.

—A mi tampoco me gusta la oscuridad—murmuró Draco, aun sonriendo aunque su mirada estaba perdida en la oscuridad del ventanal enfrente—. Creo que no me gusta no tener certeza de que hay en las zonas sin luz.

—Cuando no sabía que era mago—dijo de pronto Harry,  casi más para si mismo que para Draco— estaba encerrado en un espacio oscuro, recuerdo que la oscuridad no me aterraba, si no como me envolvía cada vez más.

—¿En un espacio oscuro? Eso suena a ático—bromeó Draco, el pelinegro hizo que la capa invisible le cayera en los hombros, dejando libre su cabeza.

—Alacena—específico Harry, en tono amargo.

Draco se quedó en silencio, no sabía que decir. Siempre pensaba que el "niño que sobrevivio" vivía en una casa llena de lujos.

—¿No te asustaba vivir en una alacena?—murmuró Draco, viéndolo.

—Claro que me daba miedo— musitó Harry, viendo a la noche estrellada—. Me daba miedo como el espacio se reducía día a día, como me sentía solo a pesar de vivir con mis tíos... Como ellos cerraban la puerta, ese ruido y los gritos que le seguían eran horrendos...

Draco desvío el rostro, pensando. Eso sonaba horrendo. Incluso peor que vivir en un familia de mortifagos.

—Cuando cuestionaba los métodos y creencias de mi familia me encerraban en un salón completamente oscuro—contó Draco, de pronto serio—. Recuerdo que siempre me decían que no podía controlar la oscuridad como no podía controlar mi propia vida con las creencias de los demás.

Los dos se quedaron en silencio, y despues de un momento, Harry dijo el tono suave y murmuro.

—¿Tu sabias porque murieron mis padres?

Esa pregunta lo desconcertó, pero asintió con suavidad. Harry apoyo sus codos en la barandilla y bajo la cabeza a sus manos, cerrando los ojos.

—No lo entiendo. Entre tantos magos fuertes y mejores que yo... Tuve que ser yo— solto un suspiro—. Tuve que portar esta estúpida cicatriz... Tuve que ver como todos me admiraban por lo que me había jodido la vida.

Draco no supo que hizo, solo puso su mano izquierda en donde creía estaba la espalda de Harry y atino(aún invisible del cuello para abajo) paso unos segundos con la mano en su espalda y le dio unas palmadas de consuelo.

—Ser alguien predilecto siempre es dificil—le dijo Draco, viéndolo con compasión—. Incluso entre familias, magos y sociedad. Llevar un papel importante y que todos piensan que llevarlo es un honor nunca es fácil. Toda mi familia espera que yo lleve honor a la familia como el lo hacían: alabando la magia tenebrosa...

Harry lo vio, nunca pensó ver a Draco hablando con tal amargura de su familia, iba a decir algo pero...

Otros pasos los interrumpieron. Harry no dudo dos veces darle un pequeño empujón a Draco y taparlo con la capa invisible, taparle la boca y apenas respirar mientras intentaban descubrir quien era.

Para su sorpresa no tan sorprendida era Filch, y apenas se fue el celador, y Harry no lo escuchaba le quito la mano de la boca a Draco, los dos se vieron fijamente un rato con sus narices casi tocandose.

La carcajada de Harry alejandose al quitarse la capa invisible de golpe sacó de sus fantasías a Draco.

Creo que no fue necesario un apretón de manos para dejar ver como dos magos pueden llegar a reenconciliarse al darse cuenta de lo equivocados que estaban.

[°Un Aniversario a la lista°][ Drarry ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora