¡Mira esa radiante flor! Exclamó el hombre.
El viento la ayuda a moverse y la lluvia a saciarse.
Todos la ven, todos la admiran, todos desearían ser ella.
Y como no, si es perfecta.
De color exótico y muchos pétalos deseables.
Posada en un césped al que da color.
Alrededor están sus amigas, que la envidian,
porque el amante de la miel la visita.
Un árbol vecino le jura amor eterno,
pero la engaña con las hojas que la golpean.
No le puedes dar una flor a tu flor, porque
le estás dando a la amiga que te hace compañía.
El hombre que la vio, confesó su amor y esa fue su condena.
Sacándola del pasto verde, la llevo a un cristal transparente.
Ahora se posa ahí, en donde viendo los muebles espera su fin.
¡Mira que marchita estás, se nota que morirás!
Seca, con mal olor y mucho polvo del apestoso cigarro.
Ya no eres esa flor radiante que tanto anheló ese hombre.
No te preocupes, pronto desapareceras y otra ocupará tu lugar.
"En la tierra te plantaron, de la tierra te arrancaron y en la tierra permanecerás por la eternidad"
Pertenece a M.G.
Alias: Popis555
