Park Jimin es un granjero amigable y amoroso quien de repente se hizo reconocido por su exportación de Mandarinas las cuales tienen buena calidad y son la preferencia de cualquier persona.
Min Yoongi es el Ceo de la cadena de zapatos "MinShoes" la...
—Ugh, lo siento pero no puedo ir ahora — dijo mientras hablaba por celular — Esta cayendo una lluvia que no te la crees.
SeokJin estaba pasando la lluvia en un pequeño techo de un restaurante, justo este día que no traía su paraguas sucedía esto.
—Lo siento, será hasta mañana... — cerró los ojos cansado —Si, adiós.
Colgó la llamada y guardó su móvil, no era nada importante, había dejado unos documentos sin revisar que pues lo haría mañana.
—Ni siquiera un abrigo tengo... — se abrazó a si mismo esperando no tan paciente a que el agua cesara.
Sus ojos se desviaron a la cafetería que estaba al frente suyo, le vendría bien una taza de café caliente, sin embargo, no trae efectivo, Si, SeokJin tenía una mañana suerte este día al punto de no traer nada.
Mientras observaba dos muchachos salieron del recinto, uno de ellos sacó un paraguas y abrazó al otro para irse caminando así de juntos.
Jin soltó una risa irónica en voz baja, la vida le estaba poniendo parejas frente a él para recordarle su soltería.
Algo en uno de esos muchachos se le hizo muy conocido, más bien, ambos se les hizo conocido, volvió la mirada a ellos pero caminaban dándole la espalda por lo que no podía reconocer su instinto.
¿Quién podría estar por aquí? No conoce a nadie que frecuente estos lugares.
Decidió dejar de pensar y finalmente después de un largo tiempo la lluvia se detuvo, no espero más antes de continuar su camino a casa, estaba casi corriendo por si la lluvia regresaba.
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El auto ya estaba enfrente de la granja, YoonGi apagó este porque ya habían llegado.
—Estamos aquí — informó quitándose el cinturón de Seguridad.
—Muchas gracias por traerme aquí Señor Min, le dije que no era necesario, podía venir solo — dijo JiMin.
—¿Bromeas? Son casi las diez de la noche, ya no hay autobuses de Seúl a Busan.
—No quería molestarlo, aún así, muchas gracias — agradeció con una suave reverencia.
—De nada, debes tener mucho trabajo para mañana.
—Si, tengo que cosechar verduras porque ya es tiempo y... — suspiro cansado.
—¿Qué sucede? — interrogó preocupado.
—Lo de mis padres, necesito mis documentos y no los tengo — le recordó un poco molesto por ese acontecimiento.
—Uhm, ¿Cómo se llaman tus padres? Solo es curiosidad.
—DoWoo y HyeJi, ¿Por qué quieres saber eso, señor Min?
—Bueno, tengo que saberlos para maldecirlos en mi mente.
