Leilani, conocida como "Ricitos", ha conquistado a sus seguidores con su carisma y autenticidad. Invitada al exclusivo Summer Kamp, lleno de diversión y creatividad, se prepara para vivir una experiencia inolvidable. Con su energía contagiosa, prome...
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Leilani se encontraba reclinada en su cama, sumida en pensamientos sobre la creación de contenido, pero carecía de inspiración. Justo entonces, un mensaje en Instagram la sacó de su ensueño. Era Bryan.
Abrió el mensaje con expectación; se trataba de la invitación al Summer Kamp. Al leerlo, se levantó de un salto, su corazón latiendo con fuerza. La alegría la envolvía, y no podía creer que la hubieran invitado.
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Poco después, Leilani se encontraba en el aeropuerto, lista para volar a Cancún. Mientras caminaba entre las multitudes, miraba su celular, buscando a los otros participantes. Aunque sentía un ligero nerviosismo, su naturaleza social le daba la confianza necesaria para enfrentar el encuentro.
A lo lejos, divisó a los demás, agrupados en pequeños círculos, creando contenido para sus canales. Sin dudar, sacó su cámara de la maleta para unirse a la diversión.
—¡Hola, chicos! Aquí estamos en el aeropuerto rumbo al Summer Kamp, ¡yay! —dijo, girando la cámara hacia los participantes, que la saludaban o sonreían tímidamente—. Estamos a punto de abordar el avión. ¡Veremos quién será mi compañero! Espero que tenga paciencia, porque soy muy parlanchina —rió y finalizó la grabación.
Con una sonrisa, se acercó a Zach, quien acababa de grabar un segmento del evento.
─Me asustaste, Ricitos ─dijo, sintiendo un escalofrío recorrer su nuca─.Dije ¡Me van a asaltar!
Ella rió cuyos ojos brillaban con curiosidad.
─¿Y quién dijo que no te iba a asaltar? ─respondió con una sonrisa traviesa, formando una pistola con las manos─. Ya sabes, celular y cartera.
Zach levantó las manos en un gesto de rendición, pero pronto se dejó llevar por la risa. Leilani se unió a la diversión, creando una atmósfera de complicidad y alegría entre ellos.
─¿Y tu novia? ─preguntó Leilani de repente, como si esa pregunta fuera el ingrediente secreto de la conversación.
─¿Me la quieres quitar o qué? ─respondió Zach, levantando una ceja con una mezcla de desafío y diversión
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─ Je ne sais pas, peut-être que se passerait-il si et tu ne le savais pas ─dijo en francés, haciendo que Zach levantara aún más las cejas, visiblemente confundido.
Su mirada se movió entre nosotros, como si intentara rastrear un mensaje oculto en las palabras que flotaban en el aire.
La traducción resonaba en el pensamiento de Leilani : “No sé, quizás y si y no lo sabes
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Leilani ya ocupaba su lugar correspondiente en el avión. Lo positivo era que le había tocado un asiento junto a la ventana, y aguardaba ansiosamente la llegada de sus compañeros de fila. Al frente de ella estaban Sonrix y Kim, con quienes charlaba mientras se acomodaba, quedando en medio de ellos.
—¡Se tarda mucho mi compañero! —murmuró Leilani, un tono de impaciencia en su voz.
—Quizás llegó tarde o algo así —respondió Sonrix, intentando tranquilizarla.
—Fua... pero se tarda demasiado, estoy muy aburrida —exclamó, dejando escapar un suspiro.Vio por el rabillo del ojo que se acercaban Islas, Vlog y Esen a su asiento, así que se sentó rápidamente, llena de emoción. Observó cómo los dos colocaban sus maletas sobre los asientos y les devolvió la sonrisa.
—¡Hola, ricitos! —saludó Islas al sentarse a su lado.
—¡Holis! Los estaba esperando —respondió Leilani, confundiendo a ambos.
—¿Para qué? ¿O qué? —intervino Esen, sumándose a la conversación.
—Pues nada, solo quería hablar con alguien porque estaba…Aburrida... —terminó Leilani.
—¡Pues ni que fuéramos payasos, mentira, es broma —dijo Esen, riendo, y pronto los tres compartieron una carcajada mientras se acomodaban en sus asientos.
La conversación entre ellos era muy amena hasta que Leilani vio a alguien más sentándose junto a Sonrix y Kim. Esa persona le resultaba familiar, pero no lograba recordar de dónde la conocía. De repente, el desconocido sacó una cámara y comenzó a grabar, mientras le ofrecía una paleta a los dos. Sin embargo, como Leilani también quería una, se recargó en los asientos de enfrente, quedando en medio de la persona y sus amigos, ya lo recordaba era Gonzok.
¡Hola! —dijo Leilani, haciendo que Gonzok se asustara.
—Ay, wey, me asustaste —respondió Gonzok, riendo y provocando que Leilani también sonriera.
—Eres Gonzok, ¿verdad? —preguntó Leilani, iluminando los ojos de Gonzok.
—Sí, soy yo —dijo, sonriendo, hasta que se dio cuenta de algo y comenzó a buscar en su mochila, dejando a Leilani un tanto confundida. Gonzok sacó una paleta y se la dio a Leilani.
—Ten, una paleta —dijo. Leilani sonrió y tomó la golosina, leyendo lo que decía mientras Gonzok grababa con su cámara.
—"Hola, soy Gonzok, te deseo una gran semana". ¡Ay, gracias, Gonzok! La verdad, te conocí por tus videos de antes —comentó Leilani.
—¿En serio? —preguntó Gonzok, sorprendido.
—Sí... pero al principio era para tirarte hate, porque era cuando "le copiabas" a mi papá Germán —dijo, riendo, lo que provocó que Gonzok también se riera.
Leilani se sentó en su lugar al recibir el aviso de que debían abrocharse los cinturones.
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