New York, 6:03 am.
Sentía unas suaves sabanas sobre mi, de plumas y muy calentitas. Abrí mis ojos de apoco y unas manos me sostuvieron de la cintura, lo que me hizo ponerme tenso y abrí los ojos. No era mi habitación, era grande con sábanas rojas. Algunos muebles negros y sobre la mesa de noche había un arma.
- buenos días. - ¿qué?
¿Quién es?
Volteo mi cabeza, era el hombre que estaba a mi lado, lo único que se me vino a la cabeza en ese momento fue gritar, pero antes que lo hiciera, el hombre me cubrió la boca con su gran mano. Esto provocó que no gritara y me quitó la mano con cuidado.
- ¿quién eres..? - dije algo nervioso, estar en la cama con un desconocido, que conocí en una fiesta y ver un arma en la habitación de éste desconocido, me ponía la piel de gallina.Esto sólo hizo reír al hombre, una risa profunda y hipnotizante.
- Soy Ethan...el hombre con el que follaste esta noche.Hyeon se quedo quieto, tratando de analizar lo que acaba de decir, luego trago saliva.
- y por qué...hay un arma en la mesa...-¿quieres saber?... - pequeña pausa- Es por que... soy un mafioso, lindo. - paso su mano por la cintura de Hyeon, haciéndole estremecer.
Lo mire en sorprendido.
- por qué no me haces daño?...Esto sólo hizo que Ethan se pusiera sobre el. Lo miro momento y tomo con su mano la barbilla de Hyeon.
- Nunca te haría daño, pero sigo siendo un mafioso. Eso significa, que aún que no quiera hacerlo. Puedo romperte en dos partes. - su voz sonó amenazante.
6:42 am.
Mientras Ethan estaba cambiándose ropa, fui atendido de buena manera en la cocina, me dieron lo que pedí. Mire a mi alrededor, estaba en la casa de un mafioso...todo era raro, el suelo era negro, las paredes blancas y los sillones negros.
Derrepente vi a Ethan salir, no me miro y entro a una habitación, al parecer es su oficina de trabajo. Mire a un chico que estaba cerca.
- disculpe... ¿cuándo me podré ir? - pregunte amablemente, solo quería acostarme, pero en mi cama.
El hombre alto y algo musculoso lo miro un momento. - Lo siento, nuestro jefe nos dijo que no podemos dejarlo ir.
....¿que?
¿Ese maldito mafioso piensa dejarme aquí? Me levanté de mi silla y me acerqué a la puerta, el hombre intentó detenerme. Me agarro del brazo pero le mordí el brazo, haciendo que me soltará.
- ¡Ethan! - abrí la puerta y vi a Ethan sentado mirando unos papeles. Cuando levantó la cabeza, note un dejo de irritación.
- ¿qué haces? - me miro de pies a cabeza mientras me acercaba, golpeó mis manos sobre la mesa y lo miro con el ceño fruncido.
- ¡por qué no me puedo ir! ¡no me puedes dejar aquí! - grite sin importarme que estaba hablando con un mafioso.
Ethan me miro algo irritado por mis gritos y berrinches, incluso comencé a mover la mesa, en un momento suspiro y se levantó para acercarse a mi. Me agarro con fuerza de la cintura al igual que la barbilla.
- será mejor que te vayas afuera, te quedes ahí y no te muevas. O cortaré tus dedos, Hyeon. ‐ su tono fue amenazante, luego me alejo y el hombre que protegía la puerta me llevó afuera. ¿Cómo se atrevía?
🪧
Estuve todo el día en la habitación, hubieron momentos en la que salte en la cama, cante en voz alta, corrí por algunos lugares, incluso puse la televisión en un volumen alto, pero nunca salió a verme, ya estaba irritado, en un momento me tire a la cama. Me quedé quieto pensando, hasta que la puerta fue abierta.
- eres molesto, igual que un niño pequeño. - dijo Ethan, enojado, el cabello algo desordenado y la camisa algo abierta.
No podía mentir que se veía increíble así, sólo se me vino a la mente como sería hacerlo si estuviera de esa manera...¿Qué mierda estoy pensando? No debería pensar así, es un mafioso.
Se acercó a mi mientras estaba sentado, podia sentir como mi piel se ponía como la de una gallina. Mierda. Mi entrepierna estaba que ardía, ¿qué me pasa?
- ¿te comió la lengua el gato? - dijo Ethan mirándome, esa mirada sería, dios que sexy.
- Yo... - no me salían las palabras.
- Hyeon. - me agarro de la barbilla, tiene algo con hacer eso. - tus acciones tienen consecuencias, muy graves consecuencias. Mi trabajo no es un juego para que un niño de 20 años me esté distrayendo. ‐
Espera, ¿cómo es que sabe mi edad? Sentí como me agarro de las muñecas y me amarró las muñecas contra el respaldo de la cama. Solo abrí los ojos como platos cuando comenzó a bajar mis pantalones, no con lentitud, fue con algo de dureza en sus movimientos. ¿Qué está por hacer?
-espera, ¿que haces? - dije nervioso.
- el castigo que mereces.
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I need a gangster.
RomanceHyeon. Un chico de 20 años que vive en Estados Unidos, nacido en Corea y con título de abogado. Ethan Leggio. Un hombre de 25 años, jefe mafioso de la gran organización de su familia. quién diría que Hyeon podría arruinar su reputación solo para e...