La noche se cernía sobre el pequeño pueblo como un manto de terciopelo negro, y las sombras se alargaban en cada rincón. Jenn se encontraba sentada en el borde de su cama, con las manos entrelazadas y el corazón latiendo desbocado. Afuera, la luna llena iluminaba el cielo, pero su luz no podía disipar la oscuridad que sentía dentro de ella.....
Habían pasado semanas desde la última vez que vio a Clay, su amado vampiro. La promesa de su regreso resonaba en su mente, pero cada día que pasaba sin noticias de él era una tortura. La conexión que compartían era intensa, casi palpable, y Jenn sabía que él también la deseaba con la misma desesperación. Sin embargo, las circunstancias que los separaban eran más complejas de lo que ella podía comprender.
La habitación estaba impregnada del aroma de las velas que había encendido para crear un ambiente acogedor. La luz tenue danzaba en las paredes, proyectando sombras que parecían cobrar vida. Jenn se levantó y caminó hacia la ventana, donde el viento susurraba secretos en su oído. Miró hacia la oscuridad del bosque que bordeaba el pueblo; sabía que era ahí donde Clay solía aparecer.
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Con cada segundo que pasaba, la ansiedad crecía en su pecho. Se preguntaba si él estaría pensando en ella, si estaría luchando contra sus propios demonios. La imagen de su rostro pálido y sus ojos oscuros llenos de anhelo la mantenía despierta por las noches. Era un amor prohibido, uno que desafiaba las leyes del mundo, pero Jenn no podía evitarlo. Clay era su salvación y su condena.De repente, un leve crujido resonó en el silencio de la noche. Su corazón dio un vuelco. Se acercó a la puerta y la abrió lentamente, conteniendo la respiración. El aire fresco le acarició el rostro mientras salía al pasillo oscuro. La casa estaba en silencio, pero algo en su interior le decía que no estaba sola.
-Jenn... -susurró una voz profunda y melódica.
El sonido hizo que su piel se erizara. Giró rápidamente hacia el origen del susurro y allí estaba él, emergiendo de las sombras como un espectro. Clay, con su cabello oscuro y desordenado, sus ojos centelleantes reflejando la luz de la luna.
-Clay... -murmuró ella, incapaz de contener la emoción.
Se acercó a ella con pasos lentos y seguros. La distancia entre ellos se evaporó en un instante, y Jenn sintió el calor de su presencia envolverla. Era como si todo el frío de la noche desapareciera al estar cerca de él.
-He estado esperándote -dijo ella, su voz temblando ligeramente.
-Lo sé -respondió él, su mirada intensa penetrando en su alma-. Pero hay cosas de las que debo hablarte.
Un escalofrío recorrió la espalda de Jenn. Sabía que las palabras de Clay podrían cambiarlo todo. Se sintió atrapada entre el deseo ardiente de estar con él y el temor a lo que pudiera revelarle.
-¿De qué se trata? -preguntó, intentando mantener la calma.
Clay inhaló profundamente, como si estuviera buscando las palabras adecuadas. Su expresión se tornó seria, y Jenn sintió que el aire se volvía denso entre ellos.
-Hay fuerzas en mi mundo que pueden unirnos pero también pueden separarnos para siempre. No puedo permitir que te hagan daño.
- he encontrado la forma de que permanescas a mi lado en la eternidad, pero si sale mal te perderé para siempreEl corazón de Jenn se hundió. La idea de perderlo era insoportable. Pero antes de que pudiera decir algo, él tomó su mano con suavidad, llevándola a sus labios.
-Te prometo que haré lo que sea necesario para protegerte -dijo con fervor-. Pero necesito saber si estás dispuesta a enfrentar lo que viene.
Los ojos de Jenn brillaron con determinación. Sabía que su amor por el era más fuerte que cualquier oscuridad que pudieran enfrentar juntos.
-Estoy contigo, siempre -respondió ella, sintiendo cómo su corazón latía junto con el suyo.
La noche se llenó de promesas y secretos compartidos mientras se abrazaban en medio de la oscuridad, listos para enfrentar juntos lo desconocido.
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Sol Obscuro
Short StoryMuchos le temen a la obscuridad, le temen porque son incapaces de amar a lo desconocido... Le temen porque tienen almas débiles que no entienden la belleza de una noche obscura... O quizás no han tenido la dicha de conocer a un ser de las sombras...