Hinata ya no vuela para Kageyama
Y Tobio ya tiene a alguien más quien colocarle el balón
"Well, baby, I been peeping and you ain't been the same
Like, who been on your mind? Who got your time?
Who you been vibing with and why I can't make you mine...
"I miss my cocoa butter kisses, hope you smile when you listen"
....
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¿Hace cuanto no recibo un pase de Kageyama?
Él dice "Estoy exhausto por la práctica de hoy, Hinata", la primera vez le creí, lo dejé pasar, la segunda vez también le creí, aunque quise reclamar, pero, la tercera vez si le reclamé.
Ojalá no lo hubiera hecho.
-¡Kageyama!, ¿Puedes darme unos pases?-estabamos solos, los demás se habian retirado y nos encargaron guardar las cosas, y Kageyama, aunque de por si no hable mucho, ahora está más callado que nunca.
-Ahora no Hinata, solo hay que terminar de guardar e irnos a nuestras casas.
nisiquiera me miró, lo dijo con tanta indiferencia que me dolió. Me quedé callado por un par de minutos para procesar todo lo que quería decirle.
-No entiendo que te sucede-lo dije en un murmullo que, al parecer, sí logró escuchar.
-No es de tu incumbencia si me ocurre algo o no, déjame en paz, Hinata-Un escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar el tono tan gélido con el que pronunció esas palabras.
Algo que noté es que no me miró a los ojos en ningún momento, lo que se me hizo raro, ya que, cada vez que hablamos él siempre solía verme fijamente, como si me estuviera escaneando.
Ahora, él simplemente no lo hace.
-Pero, soy tu amigo, sí me importa saber que te pas-no logré terminar de hablar debido a su interrupción.
-Asi seas mi mejor amigo, si yo digo que mis problemas no te incumben es por eso-Esta vez se le escuchaba más molesto e irritado.
Simplemente guardé silencio, no queria ocasionar una discusión más fuerte.
-Ni que el mundo girara en torno a ti, dios-Lo dijo tan bajo que casi no se escuchó, pero, al estar en un lugar grande y totalmente solos el eco hizo que esas palabras reboten por todas las paredes hasta llegar a mis oidos.
No dije nada, simplemente hice como si no hubiera escuchado.
Mis ojos estaban aguados, las lágrimas amenazaban con salir, y yo solo estaba desesperado intentando terminar de guardar todo lo más antes posible.
...
Al terminar simplemente le arrojé las llaves y me apresuré a salir del gimnasio.
