03: El alfa de Sunghoon

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Jake no insistió en entender sus motivos o la falta de ellos, se limitó a disfrutar de la falta de compañía de Park Sunghoon, quien, pese a que había negado saber a lo que se refería lo había ayudado. Se sentía agradecido, Jake se decía que se limitaba a su gesto de pasarle los apuntes pero en el fondo apreciaba que se sentara a su lado todos los días. 

Por eso el día siguiente llegó especialmente pronto. Hacía frío, el sol matutino le quemaba la piel pero no se sentía cálido, por lo que Jake se frotaba las manos ansiosamente hasta que finalmente el edificio estuvo abierto, corrió escaleras arriba para ser el primero en llegar. Las butacas estaban perfectamente acomodadas. Jake sacó de su bolsillo un pequeño chocolate y lo dejó en la banca contigua antes de sentarse inocentemente en su sitio. 

No había razón por la cual Jake no pudiera ser amable con Sunghoon, era sólo natural que sintiera curiosidad por él, ¿verdad? 

Jake lo vio entrar al salón un rato después. Sunghoon iba con jeans oscuros y como casi todos los días, traía puesta una camiseta de manga larga y cuello de tortuga, una elegante cadena le colgaba del cuello. 

Sus ojos chocaron un instante, pero Jake rompió tranquilamente el contacto para fingir una indiferencia que no sentía. Sunghoon caminó hasta su sitio habitual, dejó sus cosas y tras arremangarse las mangas tomó el chocolate que Jake había colocado con anterioridad.

—Hey... —La voz sedosa de Park Sunghoon llenó el salón medio vacío.

Jake se giró a mirarlo, nerviosísimo.

—¿Sabes quién dejó esto aquí? —Sunghoon le mostró el pequeño envoltorio.

Jake apretó los labios en una línea dura e incómoda, perfectamente podía ser su imaginación que apenas Sunghoon le dirigió la palabra escuchara murmullos detrás de ellos, pero, Jake se sintió ansioso de todos modos. Estuvo tentado a simplemente negar con la cabeza y volver la vista a sus cuadernos, pero, ¿no era eso lo que Jake quería que pasara en realidad? Quería una excusa para hablar con Park.

—Lo dejé yo para ti —murmuró. Su voz salió más bajita de lo que había esperado pero parecía que Sunghoon lo había escuchado porque tenía los ojos bien abiertos y la boca entreabierta—. Gracias por pasarme los apuntes ayer —añadió. Aunque Jake volvió la vista a su manos que jugueteaban con su bolígrafo, aún podía sentir los ojos de Park sobre él.

—Gracias... —Sunghoon examinó detenidamente el envoltorio— Aunque soy alérgico a las nueces. 

El rostro de Jake ardió con fuerza, el bolígrafo se le resbaló de entre los dedos y estaba avergonzado. Incrédulo miró a Sunghoon, quién al ver su reacción se soltó a reír. Al no entender el motivo de su risa Jake sintió un pinchazo en el pecho.

—Lo siento —dijo Jake, aún rojo hasta las orejas.

Sunghoon guardó el chocolate en su estuche, finalmente dejando de reírse pero aún sonriendo. 

—No, gracias de verdad. No me lo puedo comer pero gracias. 

Un quejido escapó de entre los labios de Jake, el malestar en el pecho persistía.

—De verdad lo siento, no me fijé cuando lo tomé, debí comprar algo que no tuviera uno de los alérgenos más comunes del mundo.

—El chocolate también puede causar una reacción alérgica —Sunghoon recargó su barbilla en su mano mientras lo miraba. 

—¿Eres alérgico al chocolate? —preguntó Jake.

—No, no lo soy. 

—Entonces te compraré un chocolate.

¡Fuera de aquí, alfa! [Jakehoon]Where stories live. Discover now