20 SUSAN

241 20 0
                                    

Madre de Dios.

Sí, ya sé que tengo que buscar nuevas expresiones para cuando algo me toma por sorpresa, pero...

Madre de Dios...

No me creí del tipo exhibicionista pero...

"Tampoco sabias que te gustaba ser una sumisa"

Esto es... wow no tengo palabras. Es lo más intenso y excitante que he vivido. Y no hablo solo de sexo increíble en el asiento delantero del carro, y tampoco hablo de estar parados ilegalmente en medio de la Inter estatal mientras monto su polla como una loca. Sino de lo que vino después.

Un golpe de mano en la ventana trasera de auto me hace bajar de golpe de mi segundo orgasmo, chillo llevándome la mano al pecho y siento los indicios de un infarto.

No sabía que teníamos tanto tiempo orillados por la I 70, muy cerca de llegar a Denver.

No sé si sentirme aliviada de que no sea la policía quien nos ha descubierto, pero cuando mis ojos miran las dos todoterreno que nos aprisionan por delante y por atrás, me doy cuenta de que esto es mucho peor...

"¿En qué momento?"

—¡mierda! —dice Aarón ayudándome a regresar a mi asiento. Me siento avergonzada. Pero también muy excitada.

Y mis mejillas coloradas reflejan ambas cosas.

Aarón no se inmuta, se guarda todo dentro de los pantalones y sale del auto para hablar con quien quiera que sean esas personas.

No quiero tener miedo, algo me dice que si quisieran hacernos daño, no hubieran tenido la cortesía de llamar nuestra atención.

Solo intercambian unas pocas palabras y cuando Aarón regresa al auto y los autos desaparecen h exhalo tranquila.

No me engaña esa gota de sudor en su frente. Ahora entiendo que este viaje ha sido delicado para nosotros desde el principio. Y aun así aquí está, haciendo todo esto.
Y es todo por mí.

"Si eso no es amor, entonces no sé lo que es."

Sonrío para mis adentros y tranquilizo a mi corazón. Aún es muy pronto para hablar de amor definitivo, aunque se está acercando mucho.

Aún nos queda un largo camino hasta Chicago e imagino que muchas situaciones más como esta o como la que pasamos en ese casino de las vegas, nos esperan.

Entonces rectifico mi idea de aprender a manejar un arma. Tal vez a Aarón no le guste mucho este mundo, pero yo empiezo a valorar todo lo que implica.

—uff eso estuvo cerca. —dice arrancando el auto y regresando a la carretera.

—fuimos imprudentes. —le digo buscando su mano. No estoy a gusto sin al menos tocar alguna parte de él o que él toque alguna una parte de mí.

—no me refiero a eso bebé. —niega con la cabeza y su sonrisa perfecta me hace temblar en todas partes. —hablo de que si hubieran esperado un segundo más yo me hubiera corrido dentro de tu coñito.

Suelto una carcajada y golpeo su brazo.

—eres imposible. —niego con la cabeza y me relajo. —entonces... esos hombres eran...

Aarón no responde y lo siento pensar mucho su respuesta. No quiero mentiras ni verdades a medias.
—estoy muy metida en todo esto Aarón. No intentes ocultarme nada, Esposo. —sí, puede que esté usando el término esposo como arma, pero no sé qué hacer en este momento para que confíe lo suficiente en mí. No quiero que piense que soy débil. Tampoco miedosa.

Dulce NO tan Dulce (borrador terminado) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora