Por si no saben qué es un Walmart (ya que no sé si haya en otros países además de México y Estados Unidos) es un supermercado.
Lit esta historia se me acaba de ocurrir hoy que estaba en el Walmart.
¿Por qué Villarto? Ni idea, quiero explorar un poco el ship
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Martín, de 20 años, había trabajado como cajero en el Walmart durante tres años. La eficiencia en su trabajo y la sonrisa que le regalaba a todos los clientes habían hecho que mucha gente, tanto hombres como mujeres se sintieran atraídos por él, pero ninguno como Juan Pablo Villamil.
Juan Pablo, un apuesto joven de 22 años, visitaba el supermercado cada semana, a veces hasta dos veces a la semana con tal de ver al adorable chico de melena larga y ojos marrones. Siempre elegía la caja de Martín, aunque hubiera otras libres. Martín no se daba cuenta del interés que despertaba en Juan Pablo, pero sí notaba su frecuencia.
- ¿Cómo estás? - preguntaba Villamil, mientras Martín se encontraba escaneando los productos.
- Bien, gracias - respondía Martín, sonriendo.
Martín no podía negar que dentro de él también había despegado un interés inmenso hacía el chico contrario de ojos avellana. No sabía por qué siempre que iba elegía su caja, eso le intrigaba.
Una tarde, mientras Martín escaneaba los productos de Juan Pablo, este último se atrevió a iniciar una conversación.
- ¿Te gusta trabajar aquí?
Martín sonrió.
-Sí, me gusta. Es un trabajo tranquilo, a veces - rió.
Juan Pablo asintió.
- Entiendo. Me gustaría trabajar en un lugar así.
Las charlas se volvían más frecuentes y profundas en cada visita y más en días poco concurridos donde había poca fila, esos eran los favoritos de Villamil para ir ya que podía acompañar a Martín en su hora de descanso.
En un abrir y cerrar de ojos ya se habían vuelto algo cercanos. De igual modo Martín comenzó a notar el interés de Juan Pablo y se sentía intrigado hacia ello.
De nuevo, otro día en una de esas charlas coincidió con el momento en el que un niño comenzó a llorar porque no le compraban unas gomitas. Martín frunció el ceño, era la primera vez que Villamil no lo veía con una sonrisa, pero de todos modos se seguía viendo adorable.
- ¿Recuerdas la otra vez que te dije que era tranquilo trabajar aquí? - Villamil asintió - estos momentos hacen que piense un poco mi respuesta.
Villamil imitó la acción de Martín cuando el niño soltó un grito que resonó por todo el supermercado.
Un día, mientras Martín estaba en su descanso, Juan Pablo se acercó.
- Martín, ¿puedo hablar contigo un momento?
Martín asintió, curioso.
- Claro, cuéntame lo que quieras - Villamil se sentó en la misma banca que Martín, sus rodillas rozaron, ese simple contacto hacía que Villamil se volviera loco.
- Me gustas mucho - confesó Juan Pablo, ruborizado -, me encanta tu sonrisa y tu personalidad, se que aún no nos conocemos bien, solo de lo poco que hablamos aquí pero me gustaría conocerte más porque de verdad me atraes.
Martín se sorprendió, pero una emoción desconocida crecía en su interior. Sonrió dejando a relucir sus hoyuelos.
- Me gustas tú también - respondió, sonriendo.
Desde ese día, Martín y Juan Pablo se citaban después del trabajo. Paseaban por el parque y hablaban sobre sus sueños.
Una noche, mientras caminaban, Juan Pablo tomó la mano de Martín.
- Me encantas - dijo Villamil -, mucho.
Martín sonrió y se acercó. Su primer beso fue suave y emotivo, perfecto en opinión de los dos.
Pasaron meses y su relación floreció. Martín y Juan Pablo eran inseparables.
Un día en el parque los dos se encontraban sentados en una banca hablando sobre su vida como lo hacían en todas las citas que tenían.
- Gracias por ser mi cajero favorito - soltó de repente Juan Pablo, abrazándolo.
Martín rió.
- Gracias por ser mi cliente más especial.
Y así, su historia de amor continuó, siempre creciendo el amor que se tenían el uno al otro.
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Estuvo muy corto lol