Strippers y alcohol

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Ya ha pasado una semana desde que envié el e-mail, y si se lo preguntaban no, Matthew todavía no ha respondido; no se como no he enloquecido todavía, hay una vocesita en mi cabeza que me dice que fue una muy mala idea y que nunca debí enviarlo pero hay otra -la cual es Josh- que me dice que solo esta muy ocupado y que debo esperar y bla bla bla.

Hoy es viernes y con Elizabeth quede en ir a tomar un trago o mejor dicho a verla beber sin control, evitar que se acueste con cualquier cosa que tenga dos piernas y un pene, y llevarla a casa.

Acepte salir con mi mejor amiga por dos simples razones:

1.-Debo dejar de pensar en el e-mail.

2.-Debo evitar que Eliz quede embarazada.

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Me maquillé un poco los ojos y ya estaba lista, revisé una última vez el buzón de entrada en la computadora y seguía vacío, cerré muy fuerte mi laptop haciendo sobresaltar a Eli que acababa de entrar a mi habitación, se veía bellísima, pues como no, tenía su cabello completamente liso en una coleta alta, llevaba una falda ceñida negra y una blusa suelta del mismo azul que la parte baja de su cabello y unas plataformas negras brillantes. Sus ojos estaban perfectamente delineados al estilo gato, con un poco de rubor en sus mejillas y lápiz labial rojo, no parecía de 16 años ni en otro universo paralelo.

Aunque si estuviésemos en un universo paralelo Matthew no hubiese terminado conmigo para irse... ¡Arianna concéntrate!

-Te vez muy bien- le comento a Elizabeth, aunque estoy segura de que ella ya lo sabe.

-Lo sé - ¿no se los dije? - Tu también te vez bien, aunque... pensándolo bien... podemos arreglarlo- dijo introduciéndose en mi armario.

Antes de que Eli me hiciese una persona diferente llevaba una camiseta simple negra con un short de jean claro, una camisa de cuadros azul amarrada a mi cadera y mis converse negras, ahora, llevaba una blusa cyan de tirantes, unos shorts iguales a los que cargaba anteriormente pero mas oscuros con unas pantimedias negras y unos tacones negros que, aunque fueran de Charlotte, me encantaban, pero no lo iba a admitir, no podía subirle tanto el ego a Eli.

Mechones de mi, ahora amarrado cabello en un moño cayeron en mi frente haciéndome sobresaltar, los coloqué detrás de mi oreja.

-¿y a que club se supone que iremos?

-Hay un cambio de planes, iremos a una fiesta en casa de un amigo del instituto.

-¿Por eso querías cambiar mi look?

-Si y no.

-Explícate- pedí.

-Me gusta tu estilo pero... tienes que estar presentable para mi sorpresa.

-¿Sorpresa?

-Ya veras...- dijo mientras frotaba sus manos como un villano de película, sabrá dios que tiene preparado para mi, su ultima sorpresa fue un stripper en mi cumpleaños numero 15 y a mi abuelita le dio un infarto y termine apagando las velas de cumpleaños en la sala de urgencias, así que supongo que se podrán imaginar mi miedo.

Subimos a su deportivo rojo, que fue regalo de sus dulces 16, me senté en el asiento del copiloto y me coloque el cinturón de seguridad, apenas arrancamos encendí la radio y empezó a sonar nuestra canción favorita y empezamos a cantar como un par de locas.

Tengo todo lo que quieren las wachas, fuman, toman, y se arrebatan, tengo todo los que las ponen locas, bailan, gozan y se alborotan

Donde están las atrevidas

que están locas, y mueven el toto
mueven el toto, mueven el to to to to to to
mueven el toto, mueven el toto, mueven el to to to to to to

yo se que te gusta, yo se que te encanta
dale mami mueve no te hagas la santa
sube y baja que te encanta, sube y baja no eres santa

{Inserte Nombre Aquí}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora