Me detuve a ver, con mis manos en mis bolsillos, era un grupo de estudiantes rodeando algo, gritando y haciendo escándalo, me acerqué por curiosidad, empuje a todos los que estorbaban en mi camino, una vez que pude ver, fue algo que no me esperaba...
Desde que tengo memoria, siempre he sido muy problemático. Soy Shidou Ryusei, académicamente conocido como "Demonio", y creo que no necesita explicación de porqué ese apodo.
Mi relación con mis padres es mala, suelo estar la mayoría del tiempo solo en mi hogar, y a decir verdad en mejor así... De mi niñez hasta ahora, siempre me han metido a escuelas muy buenas costosas, solo ahí me soportan, y si, puede que sea un malagradecido al no aprovecharlo, saltarme clases y reprobar, pero supongo que tengo mis razones.
Actualmente acabo de pasar a segundo año de preparatoria, tengo 17 años (si, perdí un año) soy algo solitario, no tengo muchas amistades verdaderas, la mayoría de veces solo son personas a las que molesto y se vuelve algo mutuo.
Hoy es el primer día después de vacaciones, pasé a segundo año, hay nuevos alumnos de primer grado, este es su primer día, genial, nueva gente a la cual puedo joder. Me paseé un rato por la escuela, caminando tranquilamente con mis manos metidas en mis bolsillos, a lo lejos escuché mucho escándalo, por lo que mi vista se dirigió hacía el sonido, pude observar a un grupo de estudiantes rodeando algo, gritando y haciendo escándalo, me acerqué por curiosidad, empujando a todos los que me estorbaban, una vez que logré observar que era, fue algo que ciertamente no me esperaba, era Sae Itoshi, el joven prodigio del fútbol, no puedo negar la diversión y asombro que sentí al verlo, se miraba increíblemente interesante, aún más en persona, rechazaba a cualquier chica que se le acercara, sin importar que tan atractivas fuesen.
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Sae estaba rechazando a literalmente todos, aunque solo fuesen hombres que intentaban ser sus amigos. Este tipo era un completo antisocial. Me pareció divertida e interesante su mierda de actitud.
Un rato después, ya que el pestañudo rechazó a todos, al fin lo dejaron en paz, estaba solo, sentado debajo de un árbol, parecía bastante tranquilo y relajado, me acerqué a él. - Hey pestañudo, te haces el interesante rechazando a todos, ¿eh? - Me acerqué a él, interrupiendo su paz, viéndolo con mi común rostro de burla, con una sonrisa y sacándole la lengua, una expresión muy recurrente en mí. No hubo respuesta del niño prodigio, ni siquiera me volteó a ver, no me molestó en lo absoluto, era algo que ciertamente me esperaba.
Me senté a su lado. - Wow, que increíble respuesta - Dije sarcásticamente, más para mí que para él, sé que no respondería, me senté a su lado, un silencio, disfrutando de la vista del cielo. Después de unos momentos voltee a verlo, comenzaba a entender porque las chicas lo deseaban tanto, este tipo era literalmente perfecto, lo veía de perfil debido a nuestras posiciones.
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Por más que intentara ver alguna imperfección en él, simplemente no la había, era casi hipnotizante, qué estupidez, me reí internamente por mis pensamientos. Sae me ignoraba totalmente, eso comenzaba a molestarme, se creía mucho por ser un gran prodigio, típico. Lo seguí viendo unos momentos hasta que...
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