La cicatriz en su ojo

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No me había percatado de su presencia en lo más absoluto, solo me seguía consumiendo en el temor que me alberga por completo y el dolor latente aún presente en mi cuello, por lo cual cuando alce la cabeza y lo vi a mi costado sin alguna mayor expresión solo de una cálida mirada a modo de consuelo, tratando de entender qué me sucedía.

Sin mayor presentación alguna cogió de su mochila un pañuelo y me lo brindo para que pudiera secar las lágrimas que aún recorrían mis mejillas, sin temor a quien pudiera ser este desconocido o que es lo que estaba tratando de hacer acepte de manera temerosa su gratitud, pude notar en el pañuelo unas iniciales grabadas con R.A., sintiéndome mal, ya que parecía ser una prenda personal con un valor sentimental.


- Disculpa, yo solamente... Necesitaba un momento de paz.- fue lo único que atine a mencionar.

- No te preocupes, le puede pasar a cualquiera...- mientras mantenía una mirada tranquila hacia mi persona. -

Pero... Como te llamas, perdón, estoy aún algo consternada y no puedo hilar bien mis ideas. Bueno, sabes lo que quiero decir, perdón, no es mi mejor día.- Mientras le devolvió el pañuelo algo apenado.

- Tranquila, si preguntas quién soy, bueno, me llamo Renato. Hace poco me transferí a esta nueva universidad. Vengo de Escocia, mucho gusto de conocerte.- extendiendo su mano a modo de saludo.

- ¡Increíble Escocia, eso es impresionante! Siempre quise conocer los hermosos paisajes de Escocia y demás... Disculpa, me olvidaba, me llamo Betty... Betty Addison.- aceptando su saludo.


En ese momento pude sentir cómo, al tocar su mano, me hundía hacia un hoyo negro tan profundo, que solo llegó a quedar conmigo su mirada como guía para salir de aquel trance que recordaba perfectamente de la sesión psíquica. ¡En ese instante pude sentir cómo en mi cabeza resonaba una voz, pero era de ¡Renato! "Geillis, ¡no falta mucho para volver a estar juntos"! ¿¡Cómo era posible si no me estaba hablando, solamente me estaba mirando y yo estaba como una estatua inerte y sin poder reaccionar! ¡Qué estaba sucediendo!

- Tengo que irme, pero, creo que nos veremos en la siguiente clase, cuídate, Betty.- Saliendo de la sala de computación, mientras volteaba a verme y saliendo de él una sonrisa traviesa.

En ese instante pude volver a moverme, sintiéndome de una manera tan confusa por la situación que había pasado, parecía salido de una película de suspenso, tan irreal, ridículo y sobre todo escalofriante el solo hecho de pensar en que alguien pudiera entrar a tu mente y hablarte por telepatía, ¿sería acaso esto posible?, pero además de ello provenía toda esta confusión por parte de un joven extraño que recién conocía sumado por una lluvia sin finde estrés que embargaba mi cuerpo.

¡En un abrir y cerrar de ojos todo el salón de cómputo estuvo lleno de alumnos por lo que me escabullí entre la multitud para poder salir y conseguir algo de aire fresco, al estar de nuevo en los pasillos me fui directamente al baño de del segundo piso para poder revisar la marca en el cuello, estaba paranoica!, y al verme estaba la maldita línea más visible! ¡Era como si la situación que había pasado con Renato la hubiera puesto más intensa en mi piel! ¡Qué podía hacer! ¿Pedir explicación? ¿A quién? ¡Buscar a la médium, y ¿qué podría decir!? Para esto había escuchado unos pasos entrando al baño y para mi sorpresa era el de mis amigas.

Como si intuyeran que me estaría pasando todas corrieron para abrazarme, ya que en cualquier momento perdería la razón, agradecía tener a Alissa, Clara y Paola a mi costado para estas situaciones, siempre estábamos unidas y desde que iniciamos la carrera nunca hemos faltado a nuestra promesa de apoyarnos de manera incondicional.

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⏰ Última actualización: Nov 03 ⏰

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