𝐌𝐈𝐋𝐈𝐓𝐀𝐑 ➣ 𝙺𝚊𝚒𝚂𝚘𝚘

C i n c o

KyungSoo:

"Por favor aguanta solo un poco más, siempre debemos sufrir antes de ser felices. Debemos hundirnos antes de poder flotar. Te pido que no te rindas, menos por él, no lo vale. Nadie es suficiente para impedir tu felicidad. Recuérdalo siempre".

Fueron exactamente sus palabras, las palabras de la mujer que más amo, he amado y probablemente amaré en mi vida.

Mi hermana.

Verla hace dos días fue mi más grande motivación a seguir en todo esto. Sentí por un momento que todo estaba bien, que estaba en casa con ella, pero cuando se fue sentí un vacío irreparable en el pecho. Me pidió ser fuerte y se lo prometí, seré fuerte por ella. Nada me hará caer.

Excepto esto.

Suena un gran eco cuando mi cara choca contra el barro, escucho un pequeño "Uh" de parte de mis compañeros, sintiendo mi dolor. Me levanto apenas y llevo mi mano a mi ceja donde me he cortado un poco, nada grave.

Se supone que debía pasar veinte barras y luego escalar para terminar corriendo a la meta, pero cuando iba en la décima mis brazos me traicionaron y caí de cara al suelo, y mis brazos ni siquiera me ayudaron con la caída, son unos malditos traicioneros.

— ¡Do, de nuevo!

Me devuelvo al inicio de la barras y limpio como puedo mis manos, me subo y el barro en mi manos me juega en contra ya que en la quinta me resbalo cayendo otra vez, me levanto sin que el sargento me diga algo y vuelvo a iniciar, caigo otra vez, y otra vez, y otra vez.

Fue en la séptima que el sargento grita otra vez.

— ¡Do, limpiarás los baños hoy y mañana! ¡Y deja eso que los demás deben hacer lo que tú no puedes!

Aún en el suelo, antes de levantarme siento una mirada sobre mí, giro mi cabeza en esa dirección y veo a JongIn apoyado en una de las cabañas mirándome, está serio y parece no importarle el que lo haya atrapado mirándome. No aparta sus ojos por ningún motivo, pero no estoy de humor para lidiar con él y sus irritantes cambios de humor.

Giro los ojos y me levanto sin prestarle más atención que no se merece.

— ¿Estás bien? —me pregunta JongDae una vez me posiciono a su lado.

Asiento, —Me duelen los brazos.

—No hay lugar para debiluchos acá, Do. —esta vez escupe GaeHoo y corre a las barras para pasar las veinte de una vez y con una rapidez sorprendente.

— ¡Muy bien, Kang! —grita con euforia el sargento, evidentemente feliz de que al menos uno lo haya hecho bien. Pero como le encanta joderme, termina girándose en mi dirección.— ¡Como él dijo, no hay espacio para débiles acá! —me sostiene la mirada unos segundos y prosigue para mirarnos a todos.— ¡Dan asco! ¡Váyanse a las duchas ahora!

GaeHoo pasa por mi lado, intenta intimidarme con la mirada pero no me dejo y lo miro igual de serio, justo cuando pasa junto a mi suelta una pequeña risa burlona y sigue su camino.

—Ignóralo. —Baek me abraza por los hombros y nos vamos a las duchas. "Ignóralo" me lo repito y no me dejo amargar, no por él, no es suficiente.

🔹🔹🔹

Me encuentro en clases de geografía, algo sumamente importante para el servicio y fuerzas armadas, especiales y todas en general, según el sargento.

Estamos a minutos de salir de esta clase, algo que me entristece un poco, esta es la única materia que en verdad disfruto. Adoro la geografía.

—Do, felicidades soldado. —me dice el sargento una vez me entrega un pequeño examen que tuvimos la semana pasada, al parecer tuve la mejor nota, y claro que tuve la nota máxima.