Albert se desperto empapado en sudor, no recordaba lo que habia soñado pero tenia la sensacion de que no habia sido un sueño agradable. Se intento poner de pie pero estaba tan mareado, provocado por un fuerte dolor de cabeza, que tuvo que sentarse en la cama.
— Este dolor de cabeza me esta matando, tendré que ir al medico, no puedo seguir viviendo con estas migrañas — pensó.
Una vez recuperado, hizo la mochila, se vistio y salio de su casa. El barrio era bastante normal, tirando mas bien a un barrio de clase obrera. Al cruzar la calle por el paso de cebras, se giro y su vista se encontro con un personaje conocido, "El Piri", ya sabeis uno de esos seres de luz que son conocidos por varias poblaciones a la redonda. El tonto del pueblo o mas bien el desgraciado. Alli estaba el, elevando el codo, bebiendo vino blanco de una caja de carton mientras se encontraba metido en una piscina para perros con un flotador puesto. Las lorzas de la barriga prominete que tenia se le salian por arriba del bañador, sin embargo alli estaba con el talante de un rey y con un bañador de patos. Hacia calor asique tal espectaculo propio de una telenovela de mala muerte se le perdonaba, penso Albert.
Sin embargo, no pudo evitar esbozar una sonrisa, obviamente la situación le resultaba chistosa. Pero no se paro a contemplar la escena por mucho tiempo debido a que tenia un examen de calculo y Alex, su mejor amigo, le estaba esperando para repasar el temario.
A Alex no le hacia falta el repaso, ya que practicamente era un genio de las STEMP, pero lo hacia para ayudar a su amigo y de paso meterse un poco con Albert.
El autobús llego y Albert se subió a el, nada mas llegar a la facultad comenzó a correr debido a que llegaba tarde. El profesor estaba cerrando la puerta cuando llego y tras una breve discusión le dejo hacer el examen.
Nada mas terminar el examen Albert se sento al lado de Alex, iba a comenzar la siguiente clase. La del profesor Fernan.
— ¿Cómo te ha salido? — dice Alex.
— ¿No ves mi cara? — dice Albert.
— La tienes descompuesta — dice alex mientras se ríe.
— Luego me invitas a una cerveza, capullo, siempre riéndote...— dice albert.
—Oye que yo no tengo culpa que a mi se me de bien—dice Alex.
— Me vas a comer los huevos Alex, no hacia falta restregarlo—.
— Cambiando de tema, ahora tenemos que escuchar a ese loco, aunque tengo que admitir que me interesa lo que dice— Dice Alex.
— Si, es interesante pero tendría que compartir de lo que fuma — Dice Albert.
Un señor de mas de dos metros y encorvado entra en la clase, es el profesor Fernán.
—Silencio, el mes que viene habrá un examen, en el tendréis que demostrar al menos la existencia de al menos las 10 dimensiones ya teorizadas en física avanzada —. — Además tendréis que elaborar un texto argumentativo de las formas en las que pensáis que pueden ser atravesadas, por supuestos con sus respectivas demostraciones—
Albert y Alex se miraron, sabia que lo que pide es imposible para ellos por que acaban de empezar el segundo año del grado de física.
— Creo que tendría que haberme metido en biomedicina como Zara — dice Albert con cara de desquiciado.
— Nos ha dado un mes para prepararlo no pierdas la esperanza— dice Alex.
— Y que quieres que adquiera en un mes el nivel de un doctor en física — dice Albert.
— ¿Nos quedan más opciones? — sentencia Alex.
— No —. hace una breve pausa — Bueno si, salirse de la carrera— puntualiza Albert.
Alex pone los ojos en blancos y se comienza a reír tras ello. La clases continuaron y al finalizar el día se fueron ambos a sus respectivas casas.
XXX
— ¿Por que crees que el profesor nos ha llamado a su oficina?¿ has echo trampas en el examen? Albert, No mientas —.
— Que va Alex, además de milagro demostré la cuarta dimensión y por que lo memorice de la demostración original y ni idea si es correcto o no, me tire un triple —.
— Que sea lo que dios quiera— Alex llamo a la puerta.
— Pasen — dice el profesor Fernán. Alex abre la puerta y entran los dos.
— ¿Qué quería profesor?— dice Albert.
— Sentarse — ordena el profesor y ellos obedecen. — Sois los únicos dos que habéis aprobado..., asique os contare algo pero primero tenéis que prometer ayudarme, sois los únicos alumnos que considero que tienen un minimo capacidad para ello— tras esas palabras Albert mira a los ojos a Alex, obviamente no se cree tal felicitación.
El profesor Fernan nunca felicitaba, mas bien humillaba a los alumnos, para el eran todos unos perdedores,
— Esta bien — contestan los dos mientras se miran extrañados por sus palabras.
—Debéis mantener en secreto lo que voy a mostraros— hace un breve silencio — Os jugáis la vida — dice mientras saca un par de llaves de un material oscuro.
— Son unas llaves...—dice Alex decepcionado.
— No hay más ciego que el que no quiere ver, presta atención alumno— El profesor saca otra llave negra de su bolsillo y apunta a Alex a la cara con ella.
La gira, como si abriera una puerta, el aire se agrieta al rededor la llave y comienza a escapar de la habitación atreves de la grieta, el profesor suelta la llave mientras se pone de pie, y la grieta aumenta su tamaño. Una gran oscuridad llena la habitación.
— No veo nada — dice Albert.
— No jodas no lo sabia — dice Alex con ironia.
La oscuridad desaparece, pero no están en la oficina del profesor y menos aun saben donde esta el. El suelo es de metal, ambos levantan la mirada pero no son capaces de visualizar donde esta el techo. Las paredes son de una sustancia viscosa parecía a la carne, donde pueden observar tuberías y cables donde fluye un liquido de color rojizo.
— ¿Dónde estamos?— dice Alex con mucha calma.
— Como ostias estas tan tranquilo, hay veces que no te entiendo — nada mas terminar la frase desde la pared emerge el profesor con un maletín, se sacude el material viscoso del que esta echa la pared de la ropa. El traje que llevaba ha sido substituido por un un traje de cuerpo completo ultra pegado, del mismo color que las llaves, sobre el que lleva una gabardina de cuero.
— Tranquilos, estaba cogiendo unas cosas, habéis tardado dos horas en llegar, creía que usando una llave solamente, seriamos capaces de venir a la vez—.
— ¿Por que tenemos el mismo traje que tu y de donde has sacado esa gabardina — dice Alex, como siempre una pregunta inteligente a la vez de una estúpida
— ¡Que ostias !, no recuerdo haberme puesto este traje — dice Albert.
— No lo habéis hecho, el traje es una extensión de la llave, cuando abrí "la puerta" vuestras llaves también fueron activadas, esa oscuridad que apareció en el cuarto es la forma que tiene la llave para formar una simbiosis con vuestros cuerpos —. hace una breve pausa mientras gira la cabeza mirando alrededor —Salgamos de aquí, hablar en el vestíbulo no es seguro, nos están viendo—.
El profesor se acerca a Albert y Alex, y se dirigen hacia la pared que esta tras ellos.
Posa la mano en la pared y comienza a retraerse abriendo un agujero, desde donde están se ve un cielo totalmente azul. Salen por el agujero y los pies tocan una arena blanca como las perlas.
El agujero se cierra. Han salido de lo que parece a simple vista una fabrica de la edad industrial pero su tamaño desde fuera no se corresponde con el interior. Andan varios cientos de metros pero no hay nada alrededor.
El profesor se detiene y dice — Bueno, voy a hablaros de lo poco que se de donde estamos—