En este universo Izuku Midoriya es un sin don, que no se rindió incluso en entrar al Departamento de Apoyo de Héroes en la UA. Aunque su sueño era ser héroe, en el área de apoyo también lo es.
Es un chico risueño con quien se la lleva bien, pero tam...
Llegando al lugar apartado para emergencias clínicas de la UA estaban Izuku y Uraraka.
—¿Cómo está mi cenizo favorito?
—Vete a la mierda Deku.
Seguía molesto y de esa forma iba a continuar hasta que el enojo se le pasara. Llamenle caprichoso o como se les antoje la gana, pero por culpa del peliverde lleva dos días en la enfermería medicandose para quitar su alergia de una vez por todas. ¿Cuál era la probabilidad de ser alérgico a esa porquería? Quiere crucificar al peliverde por tentar a su suerte además de deleitarse con su cuerpo, que ya sabe de que forma se lo hará pagar o más bien, le va avergonzar. Por otro lado, Izuku estaba sorprendido de ver a otra persona allí.
—¿Me estas siendo infiel Izuku?
La chica rara pero amigable compañera del peliverde, Toga, estaba acompañando a su amigo. Desconoce si son cercanos.
—¿Cómo está mi ceniza favorita?
—¡Ochaco!
Las chicas se reunieron en un hermoso y amistoso abrazo. Himiko se olvidó de la existencia de los otros dos chicos y arrastró a la castaña fuera de la enfermería dejándolos solos.
—Y bien, ¿Cómo sigues?
No hubo respuesta. Los labios fueron fruncidos por parte del pecoso, observando como el chico en la camilla se esforzaba por apartar la vista de su presencia simulando admirar el paisaje por la ventana.
—¿Me vas a ignorar toda la vida?
Katsuki continuó ignorandolo. Se acercó con molestia, quedándose estático al lado del cuerpo que no lo reconocía. Su rostro bajo al nivel del contrario murmurando cerca del oído.
—¿Ni una sola palabra?
Tampoco hubo respuesta, es más, ni siquiera se inmutaba o daba señales de querer mirar al de ojos oliva. Alejó su rostro fastidiado, las cosas no podían seguir. Ese jueguito de la ley del hielo no le atrae para nada, prefiere los tipicos juegos en las que juegan cok fuego. En su mente retorcida algo hizo click, le dio rienda suelta a su idea y la llevó a cabo, no tiene nada que perder. Meticuloso y en un solo movimiento terminó donde quería sentarse, en el regazo del cenizo.
—¡¿Que mierda estas haciendo?!
—Lo siento, es que no respondías Bakugo-san —Se disculpo hipocritamente sonriendo travieso—. Como su enfermero, debo tomarle el pulso señor.
Acto seguido, las manos a los costados de Katsuki fueron tomadas por las ajenas, siendo arrastradas por encima de la cabeza de picos rubios cruzando una sobre otra en una X ejerciendo presión. Con una mano, Izuku se encargaba de presionar ambas muñecas y prohibir que el chico saliera de au agarre mientras que con la otra acariciaba la mejilla del chico explosivo, mirando fijamente a los ojos rojos que le devolvían la mirada de manera confundida, fastidiada pero más que todo, excitada.
—Carajo Deku, bájate de mí.
—No puedo, la salud del paciente va primero —Fingió inocencia—. Además, puedo ver que lo estas disfrutando.
Le encanta jugar con fuego. Se restrego sobre el otro dejando escapar un suspiro caliente, se estaba tornando todo de una forma ardiente y tres tonos más allá. Debían detenerse, pero siéndole sinceros ninguno de los dos quería detenerse. Lentamente sus caras fueron acercándose, los ojos inevitablemente se paseaban por sus labios demostrando cuan ansiosos estaban por tocarlos y experimentar con ellos. Centímetros era lo que restaba para juntarse hasta que escucharon pasos.
—Bakugo, ¿Cómo sigues hijo?
—B-Bien —Aclaró su garganta volviendo a su voz gruesa—, creo que bien anciana.
—Midoriya, no te había visto al entrar —La pequeña mujer estaba extrañada del cuerpo de melena verde tirada en el suelo.
—Oh si, es que estaba comprobando que el suelo estuviera limpio —dijo pasando su dedo y luego lamiendolo, incorporándose en el lugar avergonzado—. Puede ser malo para Kacchan caminar en un suelo sucio jeje.
—Claro —Entrecerro los ojos arrugados mirando a los adolescentes nerviosos—. Vamos a comprobar tu estado, quizá podemos darte de alta hoy mismo.
Esas palabras alegrestaron a ambos, emocionados esperaron a que la señora mayor hiciera el chequeo debido para darles las buenas nuevas.
—Estas ardiendo en fiebre joven Bakugo.
Katsuki miró bufando al responsable de su estado actual, Izuku miraba hacia otro lado con las orejas rojas. La señora realizó su recorrido por los brazos, cuello y demás zonas enronchadas de Bakugo para asegurarse de que la alergia lo haya dejado en paz. Levantó la zona del abdomen y de reojo observó el sonrojo en la cara de Izuku y con algo de diversión habló:
—El joven Midoriya también tiene fiebre. ¿Necesitas que te haga un chequeo?
—No es nada Recovery Girl —Sacudió sus manos frente a la mayor—, esta haciendo mucho calor, ¿No cree?
"Ponerte así será mi pasión nerd"
—Hm esta bien. Joven Bakugo, puede continuar su vida normal, procure no utilizar o entrar en contacto con el Kevlar —El rubio asintió—. Los dejo entonces. En el cajón de la izquierda hay preservativos, solo por si acaso.
La anciana abandonó la habitación, dejando el rostro de ambos el cual se vio atacado por un rojo violento. Fue cuestión de minutos para continuar con la dinámica de siempre, ignorando el hecho del intenso coqueteo de hace un momento. Katsuki tiene la intención de volver a la enfermería, estará encantado de eso si eso quiere decir que Izuku será su enfermero.
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Una preguntica: ¿Ustedes tienen alguna idea de como finalizar este fanfic? Porque yo no tengo ni la más mínima idea.