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Saint Andrews School, inicio de semestre

Sunoo siempre había pensado que Saint Andrews era como una caja de cristal: todo era perfecto y pulcro, pero te observaban todo el tiempo. Todos sabían quién eras, y cada acción, por pequeña que fuera, era registrada en algún lugar invisible. Para él, este sería su último año, y aunque se sentía nervioso, también estaba ansioso por terminar de una vez.

Caminaba por el pasillo hacia su primera clase de literatura cuando escuchó murmullos. Las chicas de su curso estaban todas reunidas alrededor de la puerta, susurrando y lanzándose miradas cómplices. Sunoo arqueó una ceja, curioso.

— ¿Qué está pasando? — Susurró el pelirrojo.

— Es el nuevo profesor de literatura. Mira, ahí está. Se ve ardiente. — Jungwon mencionó, con las palmas dándose calor.

Sunoo miró en dirección a la puerta, y ahí estaba él: Park Sunghoon. A simple vista, parecía demasiado joven para ser un profesor. Vestía un traje sencillo, sin corbata, con una camisa blanca remangada que dejaba ver sus muñecas delgadas pero fuertes. Su mirada era serena, pero también fría, como si estuviera evaluando cada rincón del aula sin que nada pudiera distraerlo.

Por un momento, sus ojos se encontraron, y Sunoo sintió un leve escalofrío. Era extraño; normalmente no le importaban los profesores, pero había algo en Sunghoon que le hacía imposible apartar la vista.

— Buenos días, clase. Soy el profesor Park Sunghoon. Espero que tengamos un semestre lleno de aprendizajes. Y, por favor, guarden los comentarios para después de clase. —.

El murmullo se desvaneció al instante, y las estudiantes se apresuraron a sus asientos. Sunoo se deslizó hasta el fondo, intentando mantener la discreción, pero sintiendo la mirada de Sunghoon en él una vez más antes de que comenzara la clase.

Durante la lección, Sunghoon tenía una forma particular de enseñar, de hacer preguntas que atrapaban a los estudiantes en una red de palabras, obligándolos a pensar antes de responder. Sunoo se encontró prestando atención de una manera en que no solía hacerlo.

— ¿Tú qué opinas, Sunoo? — Mencionó aquel profesor que observaba aquellos ojos color Ámbar.

Sunoo se sobresaltó. No esperaba ser llamado en su primer día de clase.

— Ah... bueno, creo que lo que el autor intenta expresar es que... todos estamos atrapados en nuestras propias jaulas, ¿verdad? —

Sunghoon asintió, pero no dijo nada. Sus ojos parecían evaluar cada palabra de Sunoo, como si pudiera ver a través de él.

— Interesante. Me gusta esa interpretación. La literatura es eso, ver más allá de las palabras. —.

Sunoo sintió que el corazón se le aceleraba. No entendía por qué, pero había algo en la forma en que Sunghoon lo miraba, algo que lo hacía sentir... expuesto.

Al final de la clase, mientras los estudiantes salían, Yuna se acercó con una sonrisa traviesa.

— Vaya, ¡parece que le caíste bien al nuevo profesor! —.

— No digas tonterías, solo fue una pregunta. —.

— Claro, claro... Pero admítelo, es guapo. Si es alto imagínate que tan grande la tiene. — Observa a Sunoo, alzando y bajando las cejas con una mirada picara.

Sunoo rodó los ojos, un poco asqueado, pero no podía negar que su amigo tenía razón. Había algo en la figura de Sunghoon que le resultaba fascinante. No solo su apariencia, sino su manera de hablar, de moverse... una presencia que llenaba la habitación.

En los días siguientes, Sunoo notó que Sunghoon parecía prestarle más atención que al resto. En cada clase, siempre encontraba una excusa para dirigirse a él, para hacerle preguntas que retaban su intelecto. Y, poco a poco, Sunoo comenzó a esperar esas clases con ansias.

— ¿Qué está pasando conmigo? — Susurra para a sí mismo.

[...] 5 days after.

Una tarde, mientras revisaba unos apuntes en la biblioteca, escuchó unos pasos. Levantó la vista y vio a Sunghoon acercarse con un libro en la mano.

— ¿Estudias siempre tan tarde? —

Sunoo sintió cómo sus mejillas se calentaban, pero intentó mantener la compostura.

— Bueno, sí... trato de estar al día con todo. —

Sunghoon le lanzó una sonrisa casi imperceptible y dejó el libro sobre la mesa.

— Esto podría interesarte. Es una colección de ensayos sobre literatura contemporánea. Algunos temas son complejos, pero creo que tienes la capacidad de comprenderlos. —

Sunoo miró el libro, sintiendo una mezcla de orgullo y confusión.

— Gracias, profesor... Pero, ¿por qué me da este libro? —

— Porque creo que tienes potencial. Y en Saint Andrews, siempre valoramos a quienes sobresalen. No desaproveches la oportunidad. —

Sin esperar respuesta, Sunghoon se dio media vuelta y se alejó, dejándolo solo en la biblioteca. Sunoo tomó el libro entre sus manos, sintiendo una extraña sensación de conexión. Tal vez, pensó, había algo más detrás de las palabras de Sunghoon, algo que ambos entendían sin decirlo.

Mientras caminaba de regreso a su dormitorio, no podía dejar de pensar en Sunghoon y en esa sensación de nerviosismo cada vez que estaba cerca de él. Era algo nuevo, algo que nunca había experimentado. Y, aunque sabía que era complicado y probablemente imposible, una parte de él deseaba descubrir qué significaba realmente.

[...] 🔞

En la comodidad de su pequeño dormitorio compartido. Sunoo se apuró de llegar a aquel lugar seguro, al parecer no habías moros en la costa. Se sentía sumamente caliente, las mejillas sonrojadas solo por ese estúpido profesor de Literatura. Se sentía como un mocoso con las hormonas alborotadas. No esperó más y rebuscó entre su armario lo que tanto estaba anhelando. Quería sentir, él quería imaginarse aquellas manos grandes y venudas tocando su pequeño cuerpo, aquel culo que deseaba ser azotado por aquel hombre.

— Voy a cometer una locura, carajo. — Carcajeó con un sonrojo que se podía notar a leguas.

Sunoo se desvistió rápidamente, sin perder un minuto más. Lamió sus dedos obscenamente hasta bajar en esa abertura tan rosada que goteaba. Introdujo aquellos dedos en su dígito con lentitud. Preparándose, hasta que metió aquel pene de látex. Sunoo lo estaba disfrutando, jadeando como toda una perra en celo pensando en aquel hombre mayor de apariencia imponente que si Sunoo pudiera, le bajaría los pantalones y le haría una mamada en clase. Su mente solo pensaba en el profesor Sunghoon, Sunghoon y Sunghoon.

— Sunghoon.— gemía intentando callar.

Que descuidado.

Lo que él no sabía es que el dueño de sus pensamientos pasaba sin cuidado al rededor de los dormitorios, ya que debía comunicarle algo importante a su estudiante estrella, Sunoo. Observo la puerta, se sentía irrespetuoso no tocar la puerta pero aquel jadeo lo sobresaltó por completo. Se acerco observando aquella imagen digna de un video porno. Sunoo metiendo aquel objeto, mientras babeaba y gemía su nombre. Su polla empezó a reaccionar ante aquel muchachito y su frente empezó a gotear como si de una cascada tratase.

¿Qué mierda se supone que debía hacer?
Está mal, es incorrecto, inmoral observar a su alumno haciendo tal barbaridad. Estaba reteniendo toda sus ganas de ingresar y follarlo, pero sería completamente raro y desubicado cuando solo se acaban de conocer hace cinco días. Desde que ingresó a aquel instituto no pensaba de que un chiquillo se volvería su perdición.

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⏰ Última actualización: Oct 28 ⏰

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Teacher's pet | sunsun 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora