—¿Por qué quieres quitarte la vida? —dije, intentando comprender algo que se me escapaba de la razón, o más bien, algo que no debía tenerla en ese momento.
—Es porque yo… odio ser débil —Comentó, con una voz débil y nerviosa; dudaba de sus propias palabras. —¿Porque… te involucras conmigo? Nosotros… somos desconocidos; que me pase algo no debería ser de tu incumbencia.
—Ciertamente no tenemos un transfondo o una relación bien definida, pero… todos merecen segundas oportunidades, y tu rostro está gritando "ayúdame" y no "suéltame de una vez". —Su expresión cambió por completo, sintiéndose vulnerable; tenía el peso de una vida en mis manos y ella empezó a notarlo.
El ambiente se tensó, con una lluvia intensa que los seguía mojando a ambos.
—¡Mereces vivir, aún es muy temprano para rendirse!
—¡Yo soy la que decido eso! ¡Ya estoy harta, haga lo que haga, todo sale mal! —Gritó con más fuerza que yo con una desesperación muy notoria.
Sostuvé su mano con todas mis fuerzas, evitando que llegue el peor resultado posible. No aflojé para nada.
—¡No voy a soltarte, no planeo dejarte morir! —. Dije sin pensar ni un solo segundo en soltarla.
Era de noche, el ambiente era oscuro y la intensa lluvia y nubes grises que rodeaban la ciudad solo hacía más evidente eso. Considerando que la estaba sosteniendo en el aire, en la azotea de una escuela de 4 pisos, hacía más difícil la situación.
Aún así, me aferré con mis pies a las barrandillas, haciendo todo lo posible para no caerme y por ende a ella. Naturalmente dolía, y mucho al tener que aferrarme con tantísima fuerza, pero no me importó. Por ahora mi prioridad era otra.
—¡Si tú mueres, yo también moriré, así que vive, vive por mí, y también por ti! ¡A partir de ahora, mi vida te pertenece, así que dame tú vida, permiteme involucrarme en ella! ¡Dame el permiso de intentar hacerte sonreír de corazón! —Grité, de modo que mis palabras se escuchasen más alto que la lluvia que nos azotaba.
Tal vez he estado viviendo para este momento; tal vez, y solo tal vez, es posible que mi valor como ser humano radique en este lugar y en este instante.
No quiero arrepentirme, y estoy seguro que no lo haré, así que… Dios, no soy un creyente digno, pero… si realmente existe un Dios, por favor: ¡ayúdame! Solo una vez en la vida pediré esto, así que… Dame la fuerza para esto.
—¿Por qué? ¿Por qué estás sufriendo por mí? No me conoces de nada; ofrecerte a morir por mí es demasiado, ¿cómo sé que no estás mintiendo?
—. Dijo, insegura, pero también con un tono culpable.—Estoy muy asustado… no quiero morir, me pone muy nervioso esa idea. Quiero vivir una vida larga, quiero tener hijos, quiero ser una persona admirable, quiero poder ayudar a los demás y sobre todo… Quiero ser un héroe. ¡Así que déjame ser tú héroe!
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—Héroe —. Comenzó a hablar el profesor de la materia de Literatura. —Según el diccionario es la definición de una persona que realiza una acción muy abnegada en beneficio de una causa noble. También puede referirse a una persona ilustre y famosa por sus hazañas o virtudes. ¿Podrían decirme ejemplos? — Terminó su explicación, mientras volteaba a su clase, esperando respuestas por parte de sus alumnos.
El ambiente fue algo incómodo tras la pregunta, con un silencio que no ayudaba mucho. Después de unos segundos se levantó una mano, cargada de una voz vacilante desde la primera fila.
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Nomura
RomanceArakawa Nomura, en su último año de preparatoria, parece vivir sin mayores preocupaciones. Se deja llevar por la rutina, evitando destacar o involucrarse demasiado. Pero detrás de su actitud despreocupada, tiene un sueño que nunca ha compartido con...