Protect Me - JENSOO

Capítulo 1. Como de película

—Sana, por favor transcribe este documento —pidió una pelicastaña desde su lugar y sin despegar la vista de su notebook, mientras le pasaba un folder a su secretaria.

—Sí señorita Lee Kim.

—Jackson, ¿qué estás esperando para ir a validar estos cheques? —pidió ahora a otro en la misma posición.

—En seguida.

Más peticiones pasaron con otros cuantos más de sus empleados.

No había absolutamente nadie quien le renegara algo a Lee Kim Jennie, dueña de OddAtelier Incorporation y prácticamente todos en ese lugar. Tenía el edificio entero en la palma de su mano, y estaba segura de que pronto la ciudad de Nueva York entera. Aunque no iba a ser tanto por su posición más alta en la jerarquía, sino también un poco por su peculiar actitud.

—¿DÓNDE ESTÁN LAS NOTAS DE SUMINISTRO PARA LOS CONTRATOS CON PARK CORPS? —Jennie era todo un volcán, en cualquier momento hacia boom y se llevaba a todos de calle.

—¡BUENOS DÍAS! —de pronto llegó una peliroja con documentos y un café en mano. Pero apenas vio a la castaña mirarla con ojos escopeta, corrigió —Sí, sí... ya sé que no es un buen día pero lo dije por costumbre. Y guárdate esas miraditas para tus empleados.

—Cállate Chaeyoung, estoy a punto de entrar a la junta. Dame media hora y Park Corps será nuestro socio también —dijo un tanto alzada, aún sin despegar la vista de su notebook.

—No digo que no te crea, pero... -dejó caer los documentos sobre el escritorio —Me veo en la obligación de darte el recordatorio antes de cada junta —la empresaria no le dio ni bola pero eso no detuvo a la peliroja —Regla #48 —Chaeyoung alzó un dedo — En las juntas ocultamos aquellas miraditas que dicen "AL PRIMERO QUE SE CRUCE POR MI CAMINO LE TOCAN TODOS LOS NÚMEROS PARA LA RIFA DE LA MEJOR PATADA EN EL TRASERO DEL UNIVERSO"

—Gracias, sé como hacer mi trabajo —la empresaria respondió tajante y continuó tecleando —Así que ve añadiendo PARK CORPS a la lista de éxitos.

—Número 27.

—28, CHO-YUN INDUSTRIES firmó hace media hora.

Su contraria giró los ojos divertida.

—Nunca te sacias.

—Estás orgullosa de mí.

—No lo negaré.

A este punto a Jennie comenzaba a obtener lo que quería. Con su carácter, sumando tales conocimientos en la industria a su corta edad. Su empresa se encaminaba al más rotundo éxito. Nació con el don para los negocios, y lo sabía perfectamente.