Marvel: Sistema de DMC

Capitulo 7: Entre el Deber y el Destino

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Arthur despertó lentamente, los parpadeos de la luz blanca lo hicieron sentir un instante de desorientación. Estaba en una clínica de S.H.I.E.L.D., y el ligero zumbido de máquinas lo rodeaba. Giró la cabeza y vio a Natasha Romanoff, su rostro iluminado por la luz tenue que entraba por la ventana. Ella parecía perdida en sus pensamientos, un ligero ceño fruncido marcando su frente.

Los recuerdos de su último encuentro con El Soldado del Invierno inundaron su mente. La transformación repentina, el poder abrumador del Devil Trigger que lo había impulsado a luchar por su vida. Pero había un sentimiento de confusión que no podía sacudirse. La idea de que había algo más en su interior lo inquietaba. Sus anhelos por poder.

"Arthur..." la voz de Natasha lo sacó de su trance. "Te has vuelto más fuerte. Pero, ¿qué fue lo que pasó cuando activaste ese poder?"

"No estoy seguro," respondió él, sintiendo cómo el peso de la experiencia lo oprimía. "Fue como si una parte de mí estuviera...   fuera de control. Solo duró diez segundos, y no sé si podré hacerlo de nuevo."

Natasha lo observó, su mirada atenta y curiosa. "Nick está interesado en lo que hiciste. Quería hablar contigo sobre eso y sobre tu próxima misión."

Arthur sintió un escalofrío. La idea de enfrentarse a un enemigo desconocido lo llenaba de adrenalina, pero también de inquietud. ¿Qué preguntaría Fury sobre su poder? La presión aumentaba, y la ansiedad comenzaba a hacer mella en él, después de todo el nunca le conto a Fury sobre tener poderes demoníacos.

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Poco después, en la sala de reuniones de S.H.I.E.L.D., Nick Fury se inclinó sobre la mesa, sus ojos observando a Arthur con una mezcla de evaluación y expectativa, al mismo tiempo que cautela.

"Hemos recibido informes sobre tráfico de armas en la ciudad. Necesito que te encargues de esto."

Arthur se enderezó, tratando de mantener la compostura. "¿Quién es el objetivo?"

"Eso es lo que vamos a averiguar," dijo Fury, manteniendo la mirada fija en él. "Pero primero, quiero saber qué pasó en tu encuentro con El Soldado del Invierno. Natasha me informó sobre lo ocurrido, y hay algo diferente en ti."

Arthur tragó saliva, sintiéndose incómodo ante el escrutinio. No puedo contarle a Fury sobre el sistema; eso sería muy problemático, pensó. Sin embargo, una idea cruzó por su mente. "Soy uno de los descendientes del linaje de Sparda."

"¿Linaje de Sparda?" preguntó Fury, su ceño fruncido en sorpresa. "¿Y esta 'transformación' tuya tiene algo que ver con eso?"

Arthur se sintió más confiado, el comenzó a contar una historia. "El Legendario Caballero Oscuro, Sparda, él era un demonio proveniente del Inframundo, que en una batalla entre el mundo humano y el de los demonios, se opuso a su propia raza defendiendo el mundo de los humanos."

"Claro, y yo perdí mi ojo por un gato," replicó Fury con sarcasmo, aunque en realidad lo que dijo era verdad.

Arthur puso una cara seria, haciendo que Fury evaluará nuevamente sus palabras. "Interesante. Aún así, necesito saber más sobre lo que hiciste. ¿Es algo que puedes controlar?"

"En ese momento, no estaba seguro de lo que estaba haciendo," respondió Arthur, su voz firme. "Pero creo que podría aprender a controlarlo con el tiempo."

Esto claramente era una mentira, Arthur solo pudo usar el DT porque el sistema detecto que estaba en peligro y en situaciones futuras ya no podría volverlo a hacer.

"Dejaré de preguntar por ahora, pero me debes muchas explicaciones," dijo Fury, su tono serio. Sabía que había más de lo que Arthur estaba dispuesto a compartir, pero por el momento, tenía otras prioridades.

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Mientras tanto, en un oscuro rincón de la ciudad, Bucky Barnes también conocido como El Soldado del Invierno se encontraba frente a una figura misteriosa en una sala oculta de una de las bases de HYDRA. La tensión era palpable mientras Bucky relataba lo ocurrido en su encuentro con Arthur y Natasha.

"Hubo algo extraño en él," dijo Bucky, su voz grave y llena de frustración. "Cuando luché contra ellos, se transformó en algo aterrador. No sé de dónde vino, pero emanaba un gran poder, es diferente a cualquier cosa que haya visto antes."

La figura encapuchada lo observó, sus ojos brillando con interés. "Gran poder. Interesante. Eso podría ser útil. Mantente cerca de él. Necesitamos saber más sobre lo que puede hacer."

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La noche había caído cuando Arthur llegó a la ubicación de la operación de tráfico de armas. La oscuridad lo envolvió mientras se movía entre las sombras, su mente alerta a cada sonido. La adrenalina lo empujó a seguir adelante.

De repente, una explosión resonó en la distancia, sacudiendo el aire. Arthur se acercó a un contener de metal, evaluando la situación mientras se asomaba para ver qué sucedía.

Al acercarse, vio a un grupo de mercenarios saliendo de un almacén con bolsas de dinero y armas avanzadas. Sin pensarlo, Arthur se preparó para actuar. Pero antes de que hiciera un movimiento, recordó una frase de uno de sus personajes favoritos de su anterior mundo, un brasileño con una Katana Roja.

¡Bailemos!. Dijo Arthur en su mente sonriendo para sí mismo.

Con su revólver en mano, Arthur se sintió listo para la batalla. La confrontación estaba apunto de comenzar, y con ella, la búsqueda de poder.

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En otro lugar, Fury y la agente Hill discutían sobre la reciente misión. "Necesitamos un plan de contingencia para Arthur," dijo Fury, su tono serio. "No sé que tipo de poder está manifestando, y no quiero sorpresas en el futuro."

"Entendido, Director," respondió Hill, tomando notas. "Podemos establecer un sistema de monitoreo constante y prepararnos para cualquier eventualidad. No podemos permitir que se vuelva un peligro para S.H.I.E.L.D."

"Perfecto," dijo Fury, asintiendo. "Nunca se es demasiado cuidadoso. Este chico podría ser la clave para algo grande, o podría volverse incontrolable."

"¿Que quiere decir señor?" Hill no sabía mucho de Arthur, aparte de su Devil Breaker, por lo que no pensaba que fuera tan importante. "Acaso ¿Descubrió algo señor?"

"No es nada Hill, solo un presentimiento" dijo Fury, si hay algo que el propio Nick Fury sabía, era que su instinto nunca lo traicionaba y él tenía una corazonada sobre Arthur.