Unas semanas después empezo la mudanza y compras de nuevos muebles, para el departamento de Amanda. Unas horas después de que los empleados de la mudanza se fueran al terminar su trabajo, Carlos se acerca a la pelirroja y le entrega una llave, —es del edificio—.
Juana se acerca a ellos, —no la pierdas, tampoco hagas fiestas. Tampoco traigas a gente a menos que sea para estudiar, no estás de vacaciones, recuerda que tienes que estudiar para resolver ese problema del milenio y nada de perros aqui. Pobre de ti que- —.
Carlos sonríe nervioso, la toma de los hombros y la guía con él a la puerta,
—Juana corazón, ya hablamos de esto Amanda es una adulta, responsable y nunca ha descuidado sus estudios. No tiene nada de malo socializar—. El señor abre la puerta, —ademas tenemos que ir a una reunión importante. Adios y que disfrutes tu nuevo departamento— voltea para ver a Amanda y le giña el ojo. Después La pareja se va del lugar, dejando a la joven sola.Amanda exploró el lugar, no era muy grande pero tampoco muy pequeño, fue a la cocina, en una de las cajas de la mudanza saco su libro de recetas y utensilios de cocina. A ella le gusta cocinar pasteles y todo lo que tiene relación con la comida dulce. Pero a la vez se sentía mal disfrutar de su hobby y escuchaba esa voz molesta de su madre, diciéndole que debería estar estudiando en vez de perder el tiempo cocinando mierda.
Al día siguiente, Amanda está en el comedor de su hogar estudiando con una compañera de clase llamada Laura, para una prueba. Mientras comían pajaritos, la peli azul miraba a la pelirroja —¿dónde los compraste?—.
Amanda responde tímidamente —los hice yo—.
Laura quedó sorprendida —¿de verdad? estan deliciosos, ¿que más cocinas?—.
—Gracias— la joven sonrie tímida, —hago pasteles, cupcakes y pais entre otros dulces—.
Amanda toma el papel y lo observa, —no sé....lo pensare—.
Al final la joven participo en el evento, el lugar estaba en un enorme galpón. Laura ayudo a Amanda a llevar sus cosas, he instalarse en su puesto. Incluso la peli azul le recomendó en que lugar del evento podría poner su puesto, para que tuviera una mejor venta.
Ahora Amanda está feliz en su puesto, usando su ropa estiló boho y un delantal de cocina para no marcharse la ropa.
En el estante de la pelirroja había cocadas, merengues, pajaritos y brownies de chocolate. Pasaron algunas horas y Amanda empezó a deprimirse, ya que la única persona que le compro sus dulces fue Laura. La chica estaba apunto de guardar, cuando de pronto escucho la voz de alguien —hola quiero llevar tres brownies—.
Amanda sonríe, mientras la pelirroja hace el pedido del joven lo miraba de ves en cuando. Él se ve alto, de unos veintie tantos años, ojos color ámbar, moreno, con cicatrices en el rostro y usa ropa militar. Se veía intimidante pero a la pelirroja no le importaba, ya que estaba tan feliz de tener al menos un cliente además de Laura. Amanda le entrega su pedido, —¿te gustaría llevar unos merengues? son muy ricos—.
—Si, hacé tiempo que no los he comido hace tiempo llevaré tres—. Mientras Amanda hace el pedido del joven, el mirá unos panecillos con crema de merengue encima y chispas de arcoiris, —¿cómo se llaman?—.
La pelirroja le entrega su pedido, —se llaman pajaritos son dulces típicos chilenos—.
El pelinegro le entrega el dinero a la joven, —llevar tres de esos dulces por favor—.
Luego de que él se fuera, empezo a llegar más gente pero con uniforme militar a comprar en el puesto de la pelirroja.
Unas horas después, Laura estaba caminando tranquilamente al puesto de Amanda, se detuvo y de la impresión escupió su jugo. Al ver que en el puesto de la pelirroja había una fila larga para comprar sus dulces.
ESTÁS LEYENDO
Enamorando Con Dulces Y Pasteles
FanfictionCómo dice el título enamorando con dulces y pasteles