this is halloween 🎃 || seventeen halloween special

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Era la noche de Halloween, y el grupo de amigos ya había recorrido algunas casas recolectando dulces. Mingyu y Seungkwan discutían sobre cuál tenía el mejor disfraz, mientras que el resto simplemente reía de su competencia sin sentido. Jeonghan, siempre el más travieso del grupo, lanzó una propuesta inesperada:

—¿Qué les parece si vamos a la vieja casa de la colina? —dijo con una sonrisa retorcida, mirando a los demás con ojos llenos de emoción.

La casa de la colina era un lugar que todos conocían por las leyendas urbanas. Decían que estaba embrujada y que aquellos que pasaban la noche ahí nunca volvían a ser los mismos.

—¿Estás loco, Jeonghan? —exclamó Joshua, dando un paso atrás—. Todos saben que esa casa está media rara y yo aprecio mi vida.

—¿Rara? ¡Vamos, Shua! No puedes creer en esas cosas, ¿o sí? —intervino Mingyu, que no quería parecer cobarde frente a los demás, aunque un escalofrío le recorrió la espalda.

—No me digan que tienen miedo —dijo Jeonghan, con una sonrisa burlona mientras miraba a cada uno—. Vamos, será una aventura.

Entre dudas y ánimos, uno por uno fue accediendo hasta que el grupo completo estaba en camino hacia la tenebrosa mansión. Al llegar, se encontraron frente a un caserón oscuro y ruinoso, con ventanas rotas y una puerta que crujía al moverse con el viento. Hoshi sacó su celular para usar la  linterna, pero la batería se agotó en cuanto intentó encenderla.

—¿Es enserio? —gruñó Hoshi, volviendo a guardar su celular.

— Yo te dije, conecta tu celular y dijiste "Si tingi bitirii" — Hablo Minghao, imitando a a su novio lo que hizo que Hoshi lo mire indignado y causará algunas risas

—Parece que esta casa no ha visto una escoba en siglos.– Dijo Jun caminando por el recibidor viendo el polvo acumulado y algunas telarañas.

Todos suspiraron nerviosamente, mientras Minghao, con su celular, iluminaba los pasillos oscuros. El aire dentro era denso y tenía un olor a humedad y algo más… algo que nadie pudo identificar. Al fondo del corredor, se escuchaba un sonido débil, como el susurro de una voz.

—¿Quién... quién más oyó eso? —preguntó Vernon, visiblemente inquieto.

—Debe ser el viento —intentó decir Woozi, aunque incluso su voz temblaba un poco.

Poco a poco, avanzaron por la casa. Las sombras parecían moverse, y cada paso resonaba en las paredes, como si alguien los estuviera siguiendo. En ese momento, una puerta se cerró de golpe a sus espaldas, y todos pegaron un grito al unísono. Seungkwan saltó al brazo de Vernon, quien, entre risas y nervios, apenas lograba sostenerlo.

—¡Tenemos que salir de aquí! —gritó DK, mirando alrededor desesperado.

Pero antes de que pudieran moverse, una figura apareció en la oscuridad. Era una sombra alta y delgada, con una capa que arrastraba por el suelo y ojos brillantes que los miraban con intensidad.

—¡Bienvenidos a la Casa de los Horrores! —dijo la figura, en un tono tan bajo y profundo que todos sintieron que el corazón se les detenía.

—¿Qué… qué eres tú? —preguntó Minghao, dando un paso atrás.

La figura se movió lentamente hacia ellos, lo que causó algunos gritos, unos mas altos que otros.

—¡Sácate a la verga, ya no quiero! – Gritó Dino, escondiéndose detrás de Wonwoo.

La figura se detuvo, y de repente, todos los focos de la casa se encendieron. Frente a ellos estaba nada menos que Seungcheol, quien había planeado toda la broma en secreto. Se había disfrazado de fantasma para asustarlos y estaba muriéndose de risa por la cara de susto de sus amigos.