Luego de dos torturosas semanas que parecieron una eternidad para el omega pecoso, Checo salía de la farmacia con el test de embarazo en la mano, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza, no esperaba sentirse tan ansioso, pero el resultado que estaba a punto de obtener marcaría el inicio de una nueva etapa, una que había planeado, pero que ahora lo llenaba de nervios, la idea de que todo cambiaría con una simple línea o dos lo mantenía en vilo, y una mezcla de emoción y temor se apoderaba de él.
Checo avanzaba hacia su auto y antes de abrir la puerta, se detuvo un segundo, tomando aire para calmar los latidos que se aceleraban en su pecho, no podía dejar que los nervios lo dominaran, no ahora, mientras tanto un omega de ojos verdes lo observaba desde una distancia prudente, después de días de búsqueda, finalmente había encontrado al chico que Max no había podido olvidar desde aquella noche en el bar. Aunque el alfa no sabía su nombre, estaba convencido de que era su destinado y no descansaría hasta verlo de nuevo, la descripción detallada que le dio Max de aquel omega, le permitio reconocerlo de inmediato.
Sin levantar sospechas, el castaño se limitó a seguir viendo cada movimiento que hacía el omega, era un poco raro que estuviera comprando algo en una farmacia, ¿Acaso estaba enfermo?, O, ¿acaso?.... la idea se deslizó por su mente como una sombra, la curiosidad lo estaba matando y era muy grande, pero no quería llamar su atención, mantuvo las manos firmes sobre el volante, mientras la tensión le recorría el cuerpo, su misión era clara, solo debía seguirlo y averiguar dónde vivía para luego informar a Max. Pero la escena que tenía frente a él, saliendo de la tienda y mirando a su alrededor con expresión pensativa, despertaba nuevas preguntas, ¿Había algo más que necesitaba saber?, aunque no estaba seguro de qué podría significar la visita a la farmacia, la incertidumbre le hacía dudar.
Checo se subió al auto y arrancó, aún ajeno a que alguien lo observaba, mientras conducía hacia su casa, el omega de ojos verdes se mantenía a una distancia suficiente para no ser detectado, decidido a no perderlo de vista, anotando mentalmente cada giro y cada calle que tomaba. A medida que los minutos pasaban y el trayecto continuaba, el castaño se permitió un breve suspiro de alivio al ver que se acercaban a una zona residencial, finalmente, vio al moreno detenerse frente a una casa modesta, pero acogedora, y una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro mientras tomaba nota de la dirección con rapidez.
Había cumplido con su misión, pero aún quedaba un último paso y era informarle a Max, así que sacó su teléfono del bolsillo y, con un rápido vistazo para asegurarse de que su objetivo ya había entrado en su casa, escribió un mensaje, "Lo encontré, te enviaré la ubicación", con un último vistazo a la casa, se giró y se alejó, dejando que el atardecer cubriera la cuidad.
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Dentro de la casa, el silencio lo envolvió como una manta pesada, Checo dejó la bolsa de la farmacia en la mesa de la cocina y se quedó quieto por un momento, procesando lo que estaba a punto de hacer, sentía los latidos de su corazón como un tambor en el pecho mientras sus ojos se posaban en la prueba de embarazo. Siguió las instrucciones meticulosamente, cada paso se sentía más definitivo que el anterior, cuando finalmente la dejó sobre la encimera, el tiempo pareció detenerse.
Los minutos se alargaron, cada segundo trayendo consigo una mezcla de miedo y esperanza, miró a su alrededor, como si el entorno pudiera darle respuestas, hasta que, por fin, una pequeña línea adicional apareció en la prueba, indicándole lo que tanto había esperado y temido.
-No puedo creerlo... -murmuró para sí mismo, sintiendo una mezcla de emoción y nervios.
Sin pensarlo mucho, tomó su teléfono y marcó a Carlos, quien contestó casi de inmediato.
-¿Hola?, ¿Todo bien? -preguntó, su voz llena de curiosidad y una pizca de preocupación.
-Carlos... -Checo tragó saliva, aún mirando el resultado con una mezcla de asombro y nerviosismo- Estoy embarazado -
Se hizo una breve pausa en la línea, y luego escuchó la risa de Carlos, cálida y genuina.
-¡Que bien! -exclamó Carlos, emocionado-. Pero dime... ¿cómo te sientes? -
Checo tomó aire, intentando ordenar sus pensamientos.
-No sé, estoy emocionado... y un poco nervioso. Es todo lo que quería, pero ahora que es real, parece un poco abrumador -
Carlos suspiró, pero su voz sonaba llena de seguridad.
-Es normal, Checo, dar este paso es importante, y claro que va a dar un poco de miedo, pero, oye, tienes a alguien que te apoya. No estás solo en esto -
Checo sonrió, sintiendo que una parte del peso en su pecho se aligeraba.
-Gracias, Carlos, no sé qué haría sin ti -
-Para eso estamos, ¿no? -respondió Carlos con una sonrisa en la voz-. ¿Vas a decirle a alguien más o prefieres mantenerlo entre nosotros? -
El omega pecoso miró la prueba una vez más y dejó escapar un suspiro.
-Por ahora, prefiero que quede entre nosotros -
Después de colgar la llamada con Carlos, Checo se quedó en silencio en su habitación, el resultado positivo seguía pareciendo irreal, y la mezcla de emociones lo hacía sentir tanto entusiasmo como nerviosismo, se recostó en la cama, mirando al techo, intentando asimilar lo que acababa de pasar.
-Vaya... esto es real, de verdad -murmuró en voz baja, como si escucharse a sí mismo lo ayudara a creerlo.
Un rato después, se levantó y decidió prepararse algo para comer, esperando que la comida se recalentara en el microondas, se quedó en silencio, perdido en sus pensamientos, sin evitarlo una sonrisa suave se dibujó en su rostro.
-Bueno, parece que al fin se dio... -murmuró-. Después de tanto tiempo queriendo esto, aquí estamos.
Con la comida ya en su plato, caminó hacia el sofá y se dejó caer, mirando hacia el vacío, la casa estaba en silencio, pero en ese instante no necesitaba más, se llevó la mano al abdomen, imaginando el futuro que estaba por comenzar.
-No sé cómo irá todo esto, pero... -se detuvo un momento y soltó una pequeña risa-, vamos a dar lo mejor -
Se quedó así, disfrutando de la calma de la casa y dejando que el momento se hundiera en su interior. A pesar de sus dudas, sentía una paz inesperada, una señal de que estaba listo para enfrentar lo que viniera.
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¿Qué les pareció?
Espero que estén disfrutando la historia hasta ahora, quería compartir que ya estoy trabajando en el siguiente capítulo, ¡Y creo que será muy emocionante!, sin embargo, sentí que este último capítulo fue un poco más corto de lo que esperaba, como soy nueva en esto no me acostumbro aún y me bloqueó demasiado.
Si encuentran un error ortográfico o algo así por el estilo, háganmelo saber para que pueda ir mejorando y tenga una lectura más amena. Muchas gracias por su apoyo y paciencia, les mando un fuerte abrazo psicológico.
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Entre el deseo y el destino [Chestappen]
Hayran KurguCheco había decidido que quería ser padre, como omega, sabía que necesitaba encontrar a un alfa para lograrlo, y aunque creía que todo sería algo simple, pronto descubriría que el camino hacia su deseo no sería tan sencillo como había pensado.