La Llegada

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La Llegada

Mario acaba de mudarse a una casa antigua en las afueras de la ciudad. Está cansado del bullicio y la agitación de la vida urbana y anhela la paz y tranquilidad de un lugar alejado. La casa, aunque vieja, tiene un encanto peculiar: detalles de madera tallada, ventanas con marcos de hierro y un jardín que, a pesar del abandono, tiene algo que parece invitar a quedarse.

Durante los primeros días, Mario se adapta a su nuevo hogar. Se acostumbra a los crujidos y a los sonidos de la casa, creyendo que son normales en una construcción tan antigua. Sin embargo, hay algo en la atmósfera que le resulta extraño; una presencia que parece rodearlo, como si alguien más lo observase en silencio.

Una noche, justo cuando está a punto de quedarse dormido, escucha un sonido muy suave que viene de la pared junto a su cama. Es un murmullo, tan bajo que no puede distinguir palabras. Molesto, lo ignora y se convence de que es solo el viento pasando entre las grietas de la vieja casa.

Pero cada noche, el murmullo vuelve, repitiéndose con mayor claridad. Mario empieza a perder el sueño y siente un frío inexplicable en su habitación. Una madrugada, cuando el sonido regresa, decide prestar atención. Se esfuerza por captar algo entre los susurros y, para su horror, escucha claramente cómo una voz susurra su nombre: “Mario...”

Desconcertado, Mario intenta convencerse de que ha sido su imaginación. Al día siguiente, revisa las paredes y ventanas, buscando alguna explicación lógica, alguna grieta o corriente de aire que pueda estar causando el sonido. Pero no encuentra nada. Esa noche, la voz vuelve a pronunciar su nombre, esta vez de forma más clara y más inquietante.

El Susurro en la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora