El Susurro en la Oscuridad

Ecos del Pasado

Los susurros en la oscuridad no cesan, y Mario se vuelve cada vez más inquieto. Las noches, antes tranquilas, se han transformado en un juego de nervios y tensión constante. En los pocos momentos en que logra dormir, sus sueños están llenos de sombras que lo observan, figuras sin rostro que parecen llamarlo desde el otro lado de las paredes.

Durante el día, Mario intenta llevar una vida normal, pero los murmullos en su mente se han vuelto imposibles de ignorar. Decide investigar un poco más sobre la casa. Pregunta a sus vecinos, pero apenas recibe respuestas; la gente parece evasiva al hablar del lugar. Uno de los vecinos mayores, sin embargo, le menciona de pasada que esa casa lleva años vacía y que nadie ha permanecido mucho tiempo en ella. Mario percibe que el hombre se incomoda al recordar algo, como si supiera más de lo que dice, pero no se atreve a presionarlo.

Intrigado, Mario se dirige al archivo municipal, donde encuentra antiguos documentos sobre la propiedad. Descubre que la casa fue construida hace más de un siglo y que perteneció a una familia adinerada. Sin embargo, algo sombrío parece envolver esa época: los últimos habitantes de la casa fueron una pareja y sus hijos, quienes desaparecieron misteriosamente en el transcurso de una sola noche. La policía nunca pudo resolver el caso, y con los años, la casa fue quedando en el abandono, marcada por un pasado que nadie quería recordar.

Regresa a casa con esta nueva información y, esa noche, las voces vuelven con una intensidad mayor. Ya no es solo su nombre lo que escucha; ahora percibe frases fragmentadas: "Nos dejaste... estábamos aquí... atrapados..."

Las palabras parecen llenas de dolor y de rencor. Mario siente un frío punzante que se apodera de él al escuchar que los susurros no solo conocen su nombre, sino también sus secretos más oscuros. La culpa comienza a crecer en él, haciéndole recordar errores y arrepentimientos que había intentado enterrar. Es como si las voces en las paredes estuvieran extrayendo cada recuerdo de su mente y usándolos en su contra.

Desesperado y perturbado, decide dejar de ignorar las voces. Esa noche, mientras las sombras parecen envolverlo, Mario se atreve a hablarles, a preguntar qué es lo que quieren de él. Pero solo recibe más silencio. De repente, un susurro profundo y escalofriante le responde:

"Tú sabes lo que queremos."