Capítulo 3: Rituales de sombras y pasión

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En el centro del círculo de velas negras, bajo la tenue luz que parecía danzar entre ellos, Taehyung y Jungkook se miraron con una intensidad cargada de deseo y misterio.

Jungkook se inclinó hacia él, y sus labios se encontraron en un beso profundo, donde cada roce era un acto de devoción y posesión. Jungkook dejó que sus labios vagaran lentamente sobre la piel de Taehyung, besando y mordiendo suavemente, dejando un rastro de caricias intensas, como marcas de un vínculo sagrado e irrompible.

Con un movimiento lento y casi ritual, Jungkook despojó a Taehyung de su ropa, sus dedos deslizándose por su piel en una danza sensual y oscura. El contacto era etéreo, casi frío, pero Taehyung ardía de deseo bajo su toque. Jungkook se inclinó hacia su oído, susurrando palabras en un idioma antiguo, hechizos que hacían que la piel de Taehyung se erizara y el deseo se intensificara.

Taehyung, respirando entrecortadamente, dejó que su cuerpo se entregara, reclinándose en el centro de aquel círculo ritual lleno de velas y petalos. Sus ojos se encontraron con los de Jungkook, y con una voz que era apenas un susurro, y abriendo sus piernas como una invitación, como en un trance oscuro, y pronunció:

—Soy el sacrificio... esta noche, soy tuyo.

Frente a él, Jungkook lo observaba con una intensidad que parecía capaz de atravesar la misma oscuridad. Sus ojos, profundos y oscuros, lo recorrieron de arriba abajo con devoción y deseo.

Con una sonrisa apenas visible, Jungkook se inclinó hacia él, sus dedos acariciando el rostro de Taehyung, bajando lentamente por su cuello, hasta posarse sobre su pecho desnudo. Taehyung sentía cada caricia como un fuego que le abrasaba desde dentro, un calor inexplicable que solo aumentaba cuando Jungkook le susurraba al oído, sus palabras envueltas en poesía latina, oscilando entre adoración y promesas eternas:

In tenebris et luce, tuum corpus adorabo. Mea anima te respicit in aeternum. (En la oscuridad y en la luz, adoraré tu cuerpo. Mi alma te mira por siempre.)

Las palabras resonaron en el aire, un eco cargado de deseo. Jungkook comenzó a besar cada rincón del cuerpo de Taehyung, bajando despacio, saboreando su piel, dejando un rastro de besos apasionados. Su boca se deslizó sobre su cuello, sus hombros, su pecho, hasta llegar más abajo, donde continuó venerándolo, adorando cada centímetro de su piel con un deleite casi reverente.

Taehyung se arqueó bajo las caricias de Jungkook, su cuerpo entregado por completo a él, como si cada beso lo fundiera con el espíritu oscuro que tenía ante él.

Mientras Jungkook continuaba adorándolo, Taehyung jadeaba, tendido sobre el altar improvisado, su cuerpo cubierto de un fino sudor que brillaba bajo la luz de las velas. Jungkook, con ojos oscuros como la noche, se inclinó sobre él, su aliento cálido rozando la piel de Taehyung., sus labios entreabiertos susurraban palabras de adoración y deseo.

El espíritu rió suavemente, su boca viajando hasta donde lo deseaba, tomando posesión de cada centímetro de su ser. La lengua de Jungkook se movía con pericia, sus labios firmes, y en cada movimiento parecía darle vida a Taehyung, haciéndolo suyo de una forma que ningún mortal jamás podría comprender.

Taehyung sintió cómo los susurros latinos le llenaban la mente, cómo el propio Jungkook parecía deslizarse dentro de su espíritu y su carne, cada segundo más unido a él.

labia tua, os tuum, color fascinare me (Tus labios, tu boca, el color me fascina)—continuó Jungkook, su voz ronca y sensual—. Artis opus es, mage mi.(Eres una obra de arte, mi hechicero)

Taehyung cerró los ojos, disfrutando de cada toque. Jungkook se inclinó y besó suavemente el lóbulo de su oreja, susurrando:

In te me solvo, in te me fundo (en ti me disuelvo, en ti me fundo)

The Dark Ritual 🔮- ONE SHOT Halloween Story 🎃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora