Capítulo 1: El Encuentro de Medianoche

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La luna llena dominaba el cielo sobre el pequeño pueblo, esparciendo su luz pálida entre las sombras que parecían bailar al ritmo del viento. La tienda de Taehyung, escondida al final de una callejuela angosta y mal iluminada, destacaba por su aura mística. Velas negras y moradas iluminaban la entrada, y el aroma a incienso envolvía el ambiente en un aire hechizante y embriagador.

Dentro, Taehyung —un brujo conocido por su habilidad para comunicarse con los muertos y leer el destino en las cartas— esperaba a su próximo cliente con una copa de vino en la mano y una sonrisa juguetona en los labios. Su cabello oscuro caía en ondas ligeras sobre sus ojos, y una chaqueta de terciopelo negra abrazaba su figura esbelta, dándole un aspecto etéreo, casi fantasmal. Había algo en su presencia que era tan atrayente como aterrador, como si en cualquier momento pudiese desvanecerse entre las sombras.

Cada rincón del lugar emanaba un encanto prohibido, con paredes cubiertas de cortinas de terciopelo púrpura y una mesa circular en el centro rodeada de un espeso humo de incienso.

De repente, el timbre de la puerta sonó, y al alzar la mirada, Taehyung vio entrar a un joven que parecía perdido en un tiempo ajeno. Jungkook. Su piel pálida y sus ojos oscuros daban una intensidad sobrenatural a su expresión; algo en su andar tenía un aire etéreo, casi como si estuviera flotando. Sin embargo, Jungkook no tenía idea de que era un espíritu atrapado entre el mundo de los vivos y los muertos.

—¿Vienes a que te lea las cartas o solo a contemplarme? —dijo Taehyung, con una sonrisa juguetona, invitando a Jungkook a sentarse frente a él.

Jungkook se rio y mordió sus labios y preguntó, su voz ronca y profunda, como si las palabras salieran desde lo más hondo de su ser—. —A decir verdad, creo que solo vine porque me atrajo algo... —dijo Jungkook, apoyando los codos en la mesa, inclinándose hacia Taehyung con un destello intrigante en sus ojos— aunque, claro, si lees cartas, ¿por qué no?

—Claro, acércate. —Taehyung le indicó la mesa, pero en vez de sentarse frente a él, Jungkook se quedó de pie, observándolo con intensidad.

—¿Y tú qué eres? —preguntó Jungkook, con un tono divertido pero con un fondo oscuro que le sacó una sonrisa a Taehyung.

—Soy muchas cosas. —Los ojos de Taehyung se clavaron en los de Jungkook mientras barajaba las cartas lentamente, cada movimiento calculado, como si estuviera seduciéndolo—. Pero esta noche, seré quien lo que sea que andas buscando.

Jungkook se inclinó hacia él, dejando que sus alientos se mezclaran.

—¿Y qué es lo que he estado buscando? —preguntó Jungkook, casi en un susurro.

Taehyung le sostuvo la mirada mientras revelaba la primera carta. Era la carta de "El Loco".

—Has estado vagando entre mundos, sin rumbo... —susurró Taehyung—. Buscando algo, o tal vez alguien, que te haga sentir nuevamente vivo.

Jungkook soltó una risa suave, oscura y se sentó frente a Taehyung, y a la luz de las velas, su figura se reveló en todo su esplendor. Su cuerpo era robusto, sus hombros anchos y definidos bajo una camiseta ajustada que apenas contenía el tatuaje que serpenteaba a lo largo de su brazo.

El diseño oscuro y sinuoso parecía contar su propia historia, destacándose en la piel pálida de Jungkook. Su mandíbula era fuerte, marcada, y sus ojos oscuros irradiaban una chispa traviesa y seductora. Cuando sonreía, había algo depredador en su gesto, como si estuviera preparado para cazar, para devorar cada mirada y cada palabra del brujo.

Sin embargo, había algo aún más irresistible en su forma de comportarse: una confianza natural, un aire de dominio que hacía que incluso la postura relajada de Taehyung flaqueara. Cuando Taehyung intentó resistir el magnetismo que emanaba de Jungkook, él respondió con una sonrisa aún más intensa, acercándose lentamente.

—¿Así que puedes ver mis deseos ocultos, Taehyung? —dijo Jungkook, en un tono profundo y cargado de insinuación, apoyando su brazo tatuado sobre la mesa. Sus dedos largos tamborilearon suavemente, y el contacto de su piel con la superficie parecía hacer eco en el ambiente, aumentando la tensión—. Dime, ¿qué ves?

Taehyung intentó ocultar la leve sonrisa que asomaba en sus labios, desafiando la mirada de Jungkook con una mezcla de humor y desafío.

—Veo a un espíritu que cree saber lo que quiere, pero aún no se ha encontrado a sí mismo. O quizás, —murmuró, alzando una ceja con picardía— teme enfrentarse a lo que realmente desea.

Jungkook rió, una risa grave y profunda que resonó en el espacio, envolviendo a Taehyung en una mezcla de intriga y tentación.

—¿Qué te hace pensar que no sé exactamente lo que quiero? —replicó Jungkook, y en un movimiento calculado, se inclinó hacia adelante, acercando su rostro peligrosamente al de Taehyung—. Lo tengo justo frente a mí.

El brujo sintió cómo un escalofrío recorría su espalda, pero no estaba dispuesto a ceder. Se obligó a mantener la compostura, levantando la barbilla en un desafío silencioso. Pero esa expresión sólo pareció animar más a Jungkook, quien deslizó su mano sobre la mesa hasta que sus dedos rozaron los de Taehyung.

—¿Crees que puedes intimidarme? —murmuró Taehyung, tratando de ignorar la descarga eléctrica que recorrió su piel al contacto.

—Intimidarte, no, —respondió Jungkook, bajando la voz hasta un susurro—. Pero seducirte, definitivamente.

The Dark Ritual 🔮- ONE SHOT Halloween Story 🎃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora