Capitulo I

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Un molesto sonido, trataba de perturbar a la chica que se encontraba reposando, la fémina despertó de pronto de un sobresalto, tenía la respiración acelerada y estaba sudando. Una pesadilla, su compañero nocturno desde hace años, hace mucho se había acostumbrado a estas, pero de igual manera le afectaban. Ella reguló su respiración y se sentó en su cama, duro un rato perdida en sus pensamientos mientras veía un zapato que estaba por hay.

Luego de un momento en el que la joven estaba pérdida en su mundo, un sonido la saco de su ensoñación, volteo la cabeza rápidamente y vio que lo que sonaba era la alarma de su celular, se acercó a este y lo tomó.

Callate mierda- susurró apagando la alarma, para luego volver a dejar el aparato en la mesa de noche, la joven se acostó un momento, hasta que un sonido molesto la volvió a hacer reaccionar, se levantó bruscamente y tomó el teléfono con rabia, su molestia se esfumó de golpe, cambiando su cara de enojo a una de alegría, al ver que no era la alarma sino la llamada de su mejor amigo, casi hermano: Liam Smirnov.

Hola Li ¿como estas?- dijo mientras se levantaba y empezaba a acomodar su cama, la llamada de su amigo le dio fuerzas y energías para levantarse.

Hola enana, todo bien ¿y tu? ¿Como esta todo por allá?-pronunció preocupado, ya hace 1 mes que su amiga se había mudado a new York, dejando así a Inglaterra.

La chica al terminar de escuchar, no pudo evitar reír, Liam siempre había sido muy sobre protector con ella, así que no tardo en contestarle.

Todo bien Li, calmate-la chica empezó su rutina mañanera, colocando el teléfono en su hombro y aguantandolo con su mejilla, mientras se preparaba para ir a su trabajo.

Ella y el chico empezaron una larga charla, hasta que la chica le aviso que tenía que cortar la llamada, ya que ya tenía que salir, se despidieron, pero antes de cortar el chico la hizo prometer que le llamaría en cuanto llegará de nuevo a su hogar.

Las noches en New York, no son nada comparados con las noches en Inglaterra, era lo que siempre pensaba la chica, y lo que pensó en el momento que salió de su trabajo ya de noche, caminaba con calma por las calles repletas de New York con esperanz...

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Las noches en New York, no son nada comparados con las noches en Inglaterra, era lo que siempre pensaba la chica, y lo que pensó en el momento que salió de su trabajo ya de noche, caminaba con calma por las calles repletas de New York con esperanza de llegar pronto a su hogar, levanto la vista a ver si veía a la Luna o las estrellas, pero nada, así era desde que llegó, suspiro con pesadez, tal parece que la Luna había abandonado a su hija, o eso parecia.

Luego de una larga caminata llegó a unas cuadras cerca de su hogar, caminaba con normalidad pero siempre atenta a su alrededor, como su tutor siempre le decia, siempre atenta a tu alrededor, así que así estaba, caminando con calma, pero pendiente de cualquier riesgo.

No supo porque lo había hecho, pero alzó la mirada encontrándose con la Luna, al parecer salió para acompañarla en su camino a su hogar, pasando cerca de un callejón escucho un ruido que la hizo detenerse, no pudo haber sido un gato, era demasiado ruidoso, ¿que podía ser?

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