Sinopsis

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"¿Por qué todo está oscuro?" Eran las palabras que pasaban por mi cabeza.

Todo alrededor era oscuro, de tal forma que hacía dudar a cualquiera si seguía vivo en algún plano de la existencia.

Mi conciencia se encontraba vagando entre la coherencia y el delirio, lo que me hacía sentir un tormento.

No sabía dónde estaba, no sabía casi nada sobre mí, además de mi nombre y el recuerdo de un niño viendo animes. Muchas veces me he estado preguntando: ¿Por qué estoy aquí? ¿Quién me trajo? ¿Quién soy? y ¿Por qué el niño disfruta con tanto fulgor esos animes? Esta y muchas más preguntas rondaban mi mente.

Lo más destacado de lo que recordaba era que soy latino. No sabía el significado de esta palabra, pero intuía que se refiere a una persona que vivió en un lugar duro donde uno forma carácter y amistades fuertes.

"Ya llevo contando 9 años", fue lo que salió entre mis labios. "Si no fuera porque entro y salgo de mi conciencia, ahora estaría loco", volví a hablar para mí mismo. "Por lo que recuerdo, Senku debió tener una voluntad fuerte para poder estar cuerdo después de contar más de 100 años, si no mal me acuerdo, y para rematar, lo hizo estando en forma de piedra". Solté una risa seca.

Durante estos nueve años, o tal vez más, ya que a veces me desmayaba, logré recordar algunas cosas más, además de mi nombre, el lugar que es Latinoamérica y los animes.

Entre esas cosas estaba el hecho de que tenía amigos. Conocía gente de diferentes países que demostraban camaradería y que eran la cagada. Cada vez que recuerdo las payasadas que hacíamos, me hacía soltar carcajadas.

Además de eso, recuerdo que hacía deportes, principalmente fútbol. Ya era como un mantra salir de la escuela e ir directamente a jugar hasta las 6 de la tarde. Eran 6 horas de juego sin parar; no importaba si llovía, hacía sol o había ventarrones; jugábamos de todas formas.

Otra cosa que recuerdo es mi apariencia cuando me ponía frente al espejo. Mi físico era delgado; nunca engordé, comía como si no hubiera un mañana, consumiendo frituras, estofados, arroz y mucho más. Lo chistoso es que mis amigas me tenían envidia porque nunca engordaba. Ellas tenían que controlar su dieta para no subir de peso y evitar que les saliera acné, pero, si alguna vez aparecía en mi cara, desaparecía por sí solo a los 5 días. Mis amigos me llamaban "cara de princesa", ya que entre todos, mi cara era la más cuidada.

Esto y mucho más recordaba. Algo que debo agregar es que puedo mover mis brazos y mandíbula; podía morder y digerir desde hace años.

Sí, se preguntarán, ¿cómo que digerir? Bueno, eso se debe a que, cada cierto tiempo, algunas cosas impactan contra mi cuerpo, y comencé a ingerirlas.

La pregunta sería: ¿por qué lo hice? Eso pasa porque tenía hambre. Puede que esté en un vacío oscuro, pero mi cuerpo sigue consumiendo cosas. A veces son líquidos viscosos y otras veces parece ser carne.

Aunque 4 de mis 5 sentidos estén deshabilitados, el único que sigue funcionando es el tacto. Mis papilas gustativas se fueron al carajo. No sé qué estoy consumiendo, pero por el hambre estoy consumiendo lo que esté a mi alrededor.

"Ya pasó un año y mis dientes están puntiagudos", comencé a hablar, mientras tocaba mis dientes, mejor dicho, (colmillos).

Desde hace un tiempo dejé de sentir hambre, y nada impactaba contra mi cuerpo como antes. También me di cuenta de que creé una segunda personalidad con la que hablo; todas las preguntas en primera, segunda y tercera persona se las he estado haciendo a mi segunda personalidad.

"Ya me estoy aburriendo de estar en este vacío. Lo único que hacía en este lugar era comer y ya no llega ningún alimento".

Mientras más hablaba, más me estresaba, y con ello mordía el dedo que tocaba mis colmillos. Los segundos pasaban y aplicaba más fuerza en mi mandíbula, apretando cada vez más mi dedo.

DXD El Slayer del ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora