No he podido dejar de pensar ni un minuto en lo que pasó. Solo puedo preguntarme una y mil veces cómo llegamos a esto, en qué momento sucedió y cómo rayos no me percaté de nada? Ahora ya es muy tarde para remediarlo, para encontrar una solución. No sé cómo seguir adelante con el agobio que trae consigo semejante descubrimiento. En serio te atreves a llamarlo así, descubrimiento? Ay por favor mujer!!! Deja de ser cobarde y por una vez en la vida enfrenta tus miedos y asume tu verdad. Siempre lo has sabido pero te asustaba tanto que lo enterraste tan profundo convenciendo a los demás y a ti misma que nada pasaba. Lo triste, mejor llamémosle por su nombre real, lo patético es que actuaste tan fríamente y con tal maestría que hasta ella se convenció de semejante mentira tan atroz. Una mentira que la fue lacerando lentamente por mucho tiempo, tiempo que ella esperó pacientemente a que recapacitara porque siempre supo la verdad. Esa verdad a la que tanto me he negado tan estúpidamente. Ella era consciente de mi lucha interna por lo que esperó con calma, con cautela y con mucho amor ya que a pesar de todos mis desplantes, de mi empeño por acabar con todo de manera cobarde e infantil siempre confío en mí. Ella luchó por mí hasta el final, por nosotras con todo el amor y dulzura del mundo. Siempre fue mi rayo de sol en medio de mi incesante oscuridad. Luchó porque sabía que juntas éramos invencibles, imparables, juntas seríamos capaces de resistir lo que fuera y de lograr imposibles. Juntas viviríamos un amor inmortal. Yo también lo sabía pero me negaba tercamente a aceptarlo. Era consciente de cuanto me amaba, lo podía ver en sus ojos, lo sentía en cada abrazo, cada caricia y en cada acción que realizaba por mí. Me encantaba sentirme protegida entre sus poderosos y cálidos brazos, junto a ella me sentía amada realmente por primera vez.
Me hacía sentir importante, valorada y apreciada por alguien de verás, a su lado podía ser realmente yo sin máscaras, ni disfraces. Acaso fue eso lo que me aterró, me paralizó el miedo a entregarme por completo y luego perderlo todo como siempre sucedió en el pasado. No deseaba volver a ser aquella mujer solitaria, triste y abandonada que siempre había sido antes de que ella llegara a mi vida. Por causa de ese miedo absurdo me dejé arrastrar y al primer error que cometió me comporté como la peor de las criaturas. Sin medir consecuencias me empeñé en demostrar que con una Luthor no se podía jugar sin detenerme a pensar ni por un instante en la persona maravillosa que tenía delante de mí. No me permití pensar que los ataques que realizaba eran en contra de la misma persona que me amaba y lo daba todo por mí, quien a su vez era la misma mujer que yo amaba con locura. En realidad más idiota no se podía llegar a ser. Cómo me atrevía a presumir que era un genio si andaba metiendo la pata hasta lo último continuamente. Dentro de mi sabía que estaba tomando un camino sin retorno posible. La lastimé tanto que quedamos rotas, más allá de la recuperación.
Cuando logré reaccionar la había dañado tanto que a pesar de haberme perdonado con el tiempo pude notar en sus ojos que ya nada volvería a ser igual. Sus sonrisas ya no venían acompañadas de ese brillo especial, de esa alegría que irradiaba al verme. Sus abrazos cada vez eran más escasos y los pocos que recibía de vez en cuando dejaron de ser intensos y emotivos para convertirse en un acto corto y vacío. Mi alma lloraba en silencio, por mi tozudez yo solita había logrado destruir lo más hermoso que llegué a tener en mi vida. Estaba viviendo la pesadilla que tanto temía, esa que tanto intenté evitar. La misma pesadilla en la que ahora se había convertido mi vida. Gracias a quién? No hay que ser muy brillante para responder, gracias a mi misma, no podía culpar a nadie más que a mí.
Sus visitas eran cada vez más esporádicas, los almuerzos juntas que tanto adoraba, las noches de películas, se podía decir que ya eran casi inexistentes, sin hablar de la comunicación. Casi nunca me llamaba solo se limitaba a responder mis llamadas o algún que otro mensaje, siempre con una pobre disculpa alegando que tenía poco tiempo debido al cúmulo de trabajo pendiente que la absorbía, mientras la veía a diario sentada en nuestra cafetería favorita rodeada de cualquier persona mientras esa persona no fuera yo. Ahí entendí que ella había decidido alejarse de mi definitivamente.
Ahora estoy aquí como una simple espectadora sin poder creer lo que está pasando. Justo en este momento la estoy perdiendo para siempre y soy tan estúpida que continuo sin hacer nada para remediarlo, no soy capaz de mover un dedo para impedirlo. Por qué no hago absolutamente nada para recuperarla? Acaso estoy mal de la cabeza. La dejé marchar tranquilamente para luego quedarme regodeando en mi miseria, y así te haces llamar Luthor. Estás perdiendo al amor de tu vida y lo único que se te ocurre hacer es adoptar esa pose tuya de la temible CEO, ponerte una máscara de resignación, ser toda sonrisa falsa aparentando una calma y felicidad que no sientes mientras el amor de tu vida camina hacia el altar donde la espera una persona que no eres tú. Cómo permitiste que pasara esto Lena, cómo dejaste que esta situación llegara tan lejos y se volviera así de incontrolable? Por dios, en que momento nos alejamos tanto que ahora Kara, mi Kara, mi rubia preciosa se hallaba vestida de novia yendo a los brazos de otra persona viéndose tan condenadamente hermosa y lo único que se me ocurría hacer era verla de lejos mientras se alejaba para siempre. ¡¡¡Bravo por ti Lena, has ganado el premio a la idiota del año!!!
Al pasar a mi lado tuve que hacer acopio de todas mis fuerzas para no tomarla del brazo e impedir que siguiera con semejante locura. Deseaba llevarla conmigo, besarla hasta el cansancio y así recordarle que era mía como yo lo era de ella, para que no olvidara de nuevo que nos pertenecemos mutuamente porque ella y nadie más que ella había logrado derribar todas las barreras que había construido alrededor de mi corazón, pero algo me detuvo. Con qué derecho decía eso?, si nunca se lo demostré solo me dediqué a hacer todo lo contrario. Con qué derecho decía que la amaba y nos perteneciamos si todas y cada una de mis acciones demostraban todo lo contrario. Si con cada palabra, cada gesto y cada acción mía lo único que conseguía era alejarla un poco más de mí hasta que le fue imposible seguir soportando mi oscuridad rindiéndose sin remedio. Con dolor bajé la mirada al verla pasar, se veía tan feliz, tan radiante que solo pedía que el inmenso dolor que me carcomía por dentro por estar perdiéndola terminara de matarme ahí mismo para caer rendida a sus pies.
Tuve un acto de valentía por primera y última vez, me obligué a levantar la mirada para verla justo a los ojos, a ese inmenso azul donde siempre me pierdo sumergida en la paz que me brinda. Dolía, si, dolía mucho saber que ya no sería la dueña de esas miradas cargadas de amor y deseo. Dolía saber que ahora miraría así a alguien más y solo por eso odié a muerte a Diana Prince por estar llevándose mi vida en un acto tan simple como decir "Si, Acepto". Quería llorar, gritar, maldecir mi soberana estupidez, pero más que nada deseaba destrozar la carita de niña buena de Prince con su sonrisa perfecta esperando a mi Kara en el altar. La miré a los ojos por última vez y por un segundo lo vi, por una milésima de segundo lo volví a sentir. Allí estaba intacto todo ese amor que solo me pertenecía a mí, esa promesa de que Kara Danvers era mía como Lena Luthor era, es y siempre será suya en esta y en todas las vidas por venir. Kara rompió el vínculo para seguir su camino hacia Diana y lejos de mi vida, algo dentro de mi se rompió, quería luchar por ella pero sabía que ya no tenía ese derecho, yo misma me lo había arrebatado. Al verla llegar junto a Diana y tenderle la mano no pude soportarlo más salí de allí a la carrera, casi escapando. Me resultaba imposible escucharla darle el "Si, Quiero" a alguien que no era yo.
Antes de partir para siempre derrotada, rota, inmensamente triste y sola volteé a verla una vez más y dije en un susurro.
-- Te amo Kara Danvers. Perdóname por ser tan estúpida, por aceptar tan tarde por culpa de mis traumas y mis miedos lo que mi corazón me decía a gritos. Te amo, y no sabes cuánto daría por ser yo la que te estuviera esperando ahora en ese bendito altar para hacerte la mujer más feliz del mundo. Sé que perdí ese privilegio después de todas las locuras que cometí y todo por lo que te hice pasar. Solo pido que en un futuro encuentres el modo de poder perdonarme y así al menos puedas llegar a considerar la posibilidad de volver a ser amigas, me conformo con eso aunque haya perdido tu amor. Quiero que sepas que siempre serás el amor de mi vida, discúlpame por todo cariño y se muy feliz, lo mereces. Te amo Supergirl, pero recuerda que Kara Danvers siempre será mi superhéroe favorita.
Me alejé de allí lo más rápido que pude con las lágrimas cubriendo mi rostro. Subí al auto, le dije al chófer que me llevara a casa donde me esperaba La Soledad, mi compañera fiel, esa que había elegido como mi eterna compañía.
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Hola, he regresado. Estuve un tiempo ausente por falta de tiempo pero les dejo aquí una historia corta que espero les guste. La idea era para un one shot pero terminó convirtiéndose en una pequeña historia de 4 capítulos. Gracias por leer y recuerden votar y comentar. Me encanta leer lo que piensan, ayudan a mejorar mucho. Gracias y saludos a todos 👋👋👋
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¿Por qué temes amor?
FanfictionQué tan dañada debes estar por la vida para hacerte desear escapar del amor que tanto has deseado. Los personajes no me pertenecen, la foto es tomada de las redes. La historia es de mi propia autoría y no se permite reproducir.