Checodrunk (Chestappen)

Te Quiero mucho Cabron...

"Max donde estas?? Ven aquíii"

Eso, junto con una ubicación en tiempo real, fue el mensaje que recibió el tricampeón, exactamente a las dos de la mañana, hora de México.

La carrera de esa tarde lo dejó agotado. Condució lo mejor que pudo ese monoplaza defectuoso y su recompensa era la música latina escuchandose fuerte por los altavoces en aquel prestigioso antro de la CDMX, mientras se llevaba su shot número sepa a la boca y dejaba que el licor le haga perder de a poco el conocimiento.

No tenía planeado toparse esa noche con su compañero de equipo. Porque él tenía su propio evento organizado por el señor Slim.

Además, nunca celebran juntos.

Horner imponía esa regla para los pilotos de Redbull. Esto porque según el, quería evitar peleas de compañeros fuera de pista.

Fue así para todas las duplas anteriores y ellos, por supuesto, no iban a ser la excepción.

Pero al ver ese mensaje, una sola cosa cruzó por su, no muy sobria, cabeza.

Hay que ir.

El chofer de aquel elegante auto, encargado de llevarlo a donde él quisiera, acató por completo sus órdenes y terminó en el Night club exclusivo del hotel donde daba la ubicación.

Se bajó. No tuvo gran dificultad al acceder (ser Max Verstappen era suficiente razón para dejarlo pasar).

Entre la oscuridad del lugar siendo sólo atenuado por las luces estroboscópicas del techo y los remixes de música electrónica, creyó que le costaría más tiempo encontrarlo. Pero alguien gritando "Emiii" le llamó la atención.

Era Checo.

Al parecer lo encontró primero, seguramente porque con su altura es más fácil de ubicar. Y ahora venía hacia él.

Antes que pudiera saludarlo, el mexa lo abrazó fuerte, pegándose demasiado y murmurando "Te quiero mucho, mucho mucho" en su idioma natal .

El dutch no comprende nada, absolutamente nada. Pero las manos contrarias tocándolo de esa forma tan cariñosa lo hacen perderse un poco.

Checo se separa y le permite ver bien su rostro.

Sonrisa tonta y las mejillas levemente rosas.

Está ebrio. Nunca antes había tenido el placer de verlo así en persona. Y para ser justos, era mutuo.

La mano de su compañero toma de la suya y menciona un "Vamos a conseguirte un trago". Así que intuye, lo está llevando a la barra.

Tuvo razón, pronto está en aquella zona, pero viendo como el bartender parece más interesado en coquetear con las extranjeras embutidas en vestidos pegados, pensó que ese trago tardaría en llegar.

Regresa a ver a Checo y este le hace un gesto de silencio poniendo su índice en los labios. El lo imita con una expresión curiosa de saber que trama.

Para después ver como Checo mira a ambos lados y cautelosamente estira su brazo con intención de tomar una de las muchas botellas al otro lado de la barra.

Pero al notar que no puede llegar por completo, el rubio lo toma de la cintura, levantandolo. Eso le permite agarrar la botella con éxito.

Y no acaban allí.

Una vez cometido el "atraco", se escabullen entre la gente. Mirando al piso y dando vistazos rápidos para asegurarse de no chocar contra ninguna persona con la cámara del celular activada.