07. Cásate conmigo.

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Zheng Yu parecía guapo y heroico, pero solo cuando mantenía la boca cerrada. Cuando esta persona abría la boca y sonreía, lucía bastante lindo y tonto.

Quien quería comer era el maestro, pero quien era enviado a comprar todos los días era él. Zheng Yu no sabía por qué, pero no podía desafiar la orden del maestro. Después de medio mes de ir y venir obedientemente, Zheng Yu realmente cumplió con las expectativas de Zhao Huai y cautivó el corazón de la joven dama.

Los dos tortolitos decidieron casarse de inmediato. El día de la boda, no solo Zhao Huai asiste personalmente a la boda, sino que también trajo un sobre rojo grande y pesado, que parecía tan feliz como si su hija se casara hoy.

Zhao Feishuang miró el sobre rojo con tanta envidia que sus ojos estaban a punto de salirse de sus cuencas. "¿Recibiré el mismo regalo con dinero cuando me case?"

"No lo harás". La cara de Zhao Huai cayó en un instante.

"¿Por qué?" Zhao Feishuang estaba muy decepcionado pero aún así intentó negociar, "No necesito tanto, la mitad está bien".

"No significa no" Zhao Huai protestó, "Si te casas conmigo no será un sobre rojo, la mitad de esta mansión podrá ser tuya".

"¿Casarnos?" Zhao Feishuang repitió sorprendido. Incluso quería picarse las orejas para confirmar si había escuchado mal.

Por un momento, el cuerpo de Zhao Huai se puso rígido. El color rojo comenzó a extenderse desde su cara hasta el cuello. ¿Qué acaba de decir? Debe haber sido provocado tanto que perdió la razón.

Siguiendo de pie, Zhao Huai estaba decidido a romper el jarrón agrietado*, "Así es, casarnos. Si te casas conmigo, esta mansión será tuya".

"N... no, no". Zhao Feishuang subconscientemente se negó, pero no sabía por qué estaba tartamudeando.

Siempre había tratado al empleador desafortunado como a un empleador, ¿pero el empleador desafortunado en realidad quería cortejarlo?

Honestamente hablando el empleador desafortunado era agradable de ver. Cuando mantenía la boca cerrada era una verdadera belleza, al igual que,

Ahí está nuestro elegante y consumado príncipe,

Desde el cuchillo y la lima,

A partir del cincel y el pulidor*.

Pero cada vez que abría la boca, Zhao Feishuang se enojaba hasta la muerte.

El empleador también era bueno, excepto por ser ocasionalmente tacaño y disminuir su salario, con lo demás era agradable. A pesar de saber que solía trabajar en la residencia del Príncipe An, no le complicaba las cosas e incluso lo cuidaba gentilmente cuando estaba herido.

Si Zhao Huai fuera una mujer...

Mientras Zhao Feishuang todavía intentaba pensar con claridad, oyó a Zhao Huai rugir enojado.

"¡Largo!" Vio que la cara de Zhao Huai se puso roja. Sus orejas estaban rojas. Su cuello también estaba rojo. Y no estaba seguro de si era su imaginación, pero sentía que los ojos de Zhao Huai también estaban un poco rojos. La persona suspiró y bufó mientras lo perseguía.

Bien, él podía rechazarlo, pero ¿lo iba a matat si lo hacía con poco tacto? ¿Qué clase de mirada era esa, como si trataba de evitar una plaga? Zhao Huai estaba enojado.

Zhao Feishuang se sentía inquieto, quería consolarlo, pero no sabía qué decir... así que solo pudo irse obedientemente.

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(*) Romper el jarrón agrietado: Significa terminar algo que fue dejado a medias.

(*) Dos: Tomado del poema Qi Yu (淇奧), en El Libro de la Poesía. Zhao Feishuang está elogiando a Zhao Huai por ser un caballero pulcro, elegante, talentoso y valiente, pero solo cuando mantiene la boca cerrada.

El asesino desempleado. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora