"Pequeño Feishuang, muéstrame un baile de espadas"
El desafortunado empleador hacía muchas peticiones extrañas todos los días. El asesino no se molestó en abrir los ojos, "Soy un asesino no un artista callejero y no me llames Pequeño Feishuang, ¿de dónde luzco pequeño?"
Así es, el asesino en realidad tenía un nombre Zhao Feishuang, fue convenientemente dado por el antiguo maestro del asesino.
Después de que el desafortunado empleador supo su nombre, siguió tirándolo, llamándole "Pequeño Feishuang, Pequeño Feishuang". Él y pequeño no tenían nada que ver el uno con el otro, ¡de acuerdo!
Como asesino era delgado. Pero desde que practicaba las artes marciales su cuerpo estaba cubierto de capas delgadas de músculos lisos y bien proporcionados, hermosos al igual que el cuchillo afilado en su mano.
Su cara era bastante delgada también. Si Zhao Huai pudiera hacer un comentario sobre esto definitivamente diría algo como...
"Diez taels". Zhao Huai habló con voz perezosa mientras comía la fruta que el asesino había pelado.
El asesino extendió cautelosamente una mano. Después de todo no era raro que los malvados empleadores prometieran dinero y luego se retractaran. Al recibir el pesado lingote de plata y guardarlo en su manga, finalmente se sintió seguro.
En realidad el asesino no conocía ningún baile de espadas. Él era un asesino. Lo que había aprendido fueron habilidades para matar personas, simple, eficaz y letal.
Sin embargo, como había nacido con una buena apariencia los feroces movimientos tomaron un giro distinto. Cuando un joven de cabello negro con una vestimenta de espadachín se irguió en el patio balanceando un cuchillo largo y helado, rodeado de hojas caídas que danzaban alrededor de la cuchilla, se convirtió en una hermosa y pintoresca escena, placentera a la vista.
El desafortunado empleador estaba satisfecho.
El asesino realizó otros dos movimientos y luego guardó su cuchillo, "Mi habilidad marcial no está destinada a ser mostrada a forasteros, pero te la he mostrado, ¿no hay alguna recompensa?"
"No" Zhao Huai lo rechazó fríamente, cogió convenientemente una manzana y se la entregó, "Tu recompensa".
"Tacaño". El asesino murmuró mientras tomaba la manzana y la mordisqueaba
"Solo por balancear los brazos y las piernas por un poco tiempo te he dado diez taels, ¿y todavía te atreves a llamarme tacaño?" Zhao Huai le arrojó otra manzana y preguntó con curiosidad, "¿Para qué estás ahorrando tanto dinero?"
"Para casarme", contestó el asesino con trozos de manzana en la boca, "he oído que casarse es caro".
Simplemente no sabía cuándo lograría ahorrar lo suficiente como para conseguir una esposa, pensó tristemente el asesino.
Zhao Huai silenciosamente retiró la bolsa de tela con dinero que acababa de sacar y dijo amargamente, "Tu salario del próximo mes ha sido reducido".
"¿Por qué?" Los ojos del asesino se abrieron, casi se ahogó con la manzana.
"No hiciste la tarea asignada por tu empleador, no la hiciste con seriedad e incluso pediste una recompensas". Zhao Huai resopló fríamente.
"No hagas eso" el asesino tiró el centro de la manzana, "¿Qué tal si lo hago una vez más?"
"No quiero volver a verlo" El desafortunado empleador era difícil de complacer.
Pero por el salario del siguiente mes, el asesino arrojó al suelo su dignidad, "¿Qué tal si te doy un masaje?"
El desafortunado empleador pareció dudarlo y respondió vagamente, "Entonces, veamos si eres bueno"
El asesino se acercó y masajeó su hombro, sintió como si fuera un viejo caballo trabajador, sufriendo diligentemente en silencio.
"Conseguir una esposa es una molestia" Zhao Huai respondió indiferente, "Debes de tener una casa, joyas y seda bordada, luego debes de halagarla y consentirla, no puedes tratarla mal ni un poco".
Por supuesto, muchas buenas mujeres aún existían en este mundo. El pequeño asesino era tan bueno, tan lindo. Si él quisiera conseguir una esposa incluso sin tener una casa, sin ser reconocido, sin nombre, sin joyas, sin bordados, muchas jóvenes probablemente quisieran casarse con él. Sin embargo, Zhao Huai no tenía intención de decírselo.
"Lo sé, por eso es que estoy tratando de ahorrar", el asesino respondió sin dudar.
A decir verdad, ni siquiera sabía qué tipo de mujeres le gustan. Todo lo que quería era tener un hogar.
Comenzó a entrenar desde una edad temprana. Si no practicaba día y noche, no se le permitiría comer. Cuando se enfermó y se lesionó, no se le dio ninguna palabra de consuelo o cuidado, solo un plato de medicina amarga de color negro que fue colocado en su mano mano, e incluso a veces ni siquiera se le era dado.
Si tuviera una casa, cuando se lesionara o enfermara, incluso si todavía tenía que beber un plato de medicina amarga negra, podría recibir un trozo de fruta dulce seca o un suave beso después. Llegando hasta ese punto, los ojos del asesino inconscientemente revelaron un poco de anhelo.
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El asesino desempleado.
RomanceÉrase una vez un asesino que quedó desempleado. A medida que su cartera se adelgazaba, decidió dar una vuelta y ofrecer sus servicios como un vendedor puerta a puerta. "¿Tienes algún enemigo? Una cabeza es cien taels". Era una buena oferta, pero po...